SAMDREA

CAPÍTULO 41

Samuel POV

Me encontraba admirando a mi brujita dormir, su ceño medio fruncido la hacia lucir tierna, sus manos sobre su vietre en modo de protección, sin una gota de maquillaje y su cabello un poco despeinado, todo eso debería hacerla ver mal pero justo así se miraba hermosa, lo que me tenía atrapado eran sus labios, esos labios carnosos un poco rosados, esos labios de los que soy adicto. Era temprano pero ya tenía el desayuno listo para cuando ella despertara. Me extrañé cuando mi celular sonó, nadie me llamaba a esas horas.

LLAMADA

Samuel: ¿Quién habla? - susurré saliendo de la habitación para no despertar a mi futura esposa - No tengo este número registraso.

Cayetana: ¡Samuel! Soy yo, Cayetana.

Samuel: Señora - dije sorprendido - ¿Se le ofrece algo?

Cayetana: Si, lo que pasa es que me gustaría arreglar las cosas con mi hija - dijo suspirando - Pero antes me gustaría arreglarlas contigo.

Samuel: ¿Está usted hablando en serio, Señora? - pregunté sin poder ocultar mi felicidad - Andrea se pondrá muy feliz.

Cayetana: Claro que sí lo digo de verdad. Entonces, ¿Podemos vernos?

Samuel: Si, usted solo dígame donde y yo iré - emocionado -

Cayetana: ¿Qué te parece en el lago?

Samuel: ¡Perfecto! - suspiré feliz - No puedo esperar a que Andrea lo sepa.

Cayetana: No le digas todavía que nos veremos, ya sabes quiero que sea una sorpresa.

Samuel: Tranquila, ya mismo salgo para allá entonces Cayetana.

Cayetana: Bien, gracias Samuel. Recuerda, no le digas nada a Andrea aún - colgó -

FIN LLAMADA

Andrea: ¿Con quién hablabas mugrosito?

Me volteé sonriendo, me acerqué para besarla muy suave, sintiendo como su rico invadía mi boca, disfrutando la deliciosa sensación la tomé por los muslos alzandola, seguido escuché un pequeño grito de su parte por la sorpresa, la seguí besando mientras entraba a la recámara depositansola sobre la cama.

Samuel: Era del Banco, debo ir un momento pero estaré a más tardar después del almuerzo - la besé sonriendo - Aquí está el desayuno, te lo comes todito, ¿Si? - ella asintió sonriendo -

Andrea: Estás muy feliz hoy mi amor - me acaricia la mejilla - ¿Hay algo en especial?

Samuel: Lo que pasa es que en muy poco tiempo serás mi mujer, eso me tiene muy feliz - besé su frente - Te amo brujita mía, me voy pero llegaré pronto.

Andrea: Cuídate, también te amo mugrosito.

Besé ese hermoso bulto que sobresalía para después volver a besar sus labios e irme. Llegué a las caballerizas y le pedí a Josue un hombre que trabaja aquí que me ensillara un caballo para salir de camino al lago, llegué rápido pero aún no había nadie así que me senté a esperar, habían pasado ya diez minutos y nada que la Señora Cayetana daba señales pero después de un rato más por fin escuché el motor de un auto pero no solo bajó ella de este, venía acompañada.

Samuel: ¿Qué significa esto Señora?

Cayetana: Nunca debiste meterte con mi hija Samuel Gallardo - me mira con desprecio - Te lo advertí, nunca te casarías con Andrea.

Leonardo: Hace mucho que quería cobrarte por meterte con lo mío y hoy llego el día Samuelito Gallardo.

Samuel: ¡Maldito!

Me acerqué a intentar golpearlo pero de inmediato la otra mujer saca un arma y me apunta, el miedo empezó a fluir en mi, no era miedo por mi vida sino miedo por mi brujita y nuestro bebé, no quería dejarlos solos.

Cayetana: ¿Qué haces Valentina? - grita - Baja esa arma, se te puede escapar un tiro, ese no era el plan que teníamos.

Valentina: Qué ingenua eres Cayetana - se ríe - ¿De verdad te creiste que yo me quería vengar de él? - me señaló con el arma - A la que odio es a tu hija, ¡ANDREA! - gritó -

Cayetana: Leonardo - dijo con los ojos cristalizados - Explícame que pasa, ¿Por qué esta mujer quiere dañar a mi hija?

Leonardo: ¿Sabes Cayetana? He estado enamorado de Andrea desde que la conocí, me casé con Sofía sólo para poder estár más cerca de ella, ¿Sabes lo que me hizo? Me rechazó, se fué a París y cuando por fin regresó resulta que se metió con este Gallardo - sonríe - ¿Qué mejor que matar a su futuro esposo? Yo me vengo de ella y Valentina también, ambos la veremos sufrir.

Cayetana: Son unos malditos, los dos son uno malditos - grita llorando - ¡Me engañaron! No íbamos a matarlo, sólo íbamos a asustarlo.

Valentina: Como te dije Cayetana, eres ingenua.

Samuel: ¿Qué te hizo Andrea para que quieras hacerle tanto daño? - me animé a preguntarle -

Valentina: Ella me separó de mi primo Manuel - susurró - Él y yo eramos inseparables hasta que llegó ella - sonrió con lágrimas - La odio como nunca odié a nadie.

Leonardo: ¡Ya basta! Mucha plática y yo vine a divertirme no a charlar.

Samuel: Esperen - me puse en frente de la Señora Cayetana - Si me van a matar mantenme pero a ella déjenla libre por favor...