CAPÍTULO 28

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Samuel POV

El día había sido muy agotado para mi, la preocupación me tenía la cabeza a punto de estallar, lo único que deseaba en ese momento cuando llegué al rancho era ver la cara de mi brujita.

En cambio fue la cara de mi cuñada Sofía enojada la que me recibió.

Sofía: Samuel, es tardísimo. ¿Dónde estabas? Mi hermana estaba muy preocupada por ti.

Dijo cruzándose de brazos, fustrado solté un suspiro agotador.

Samuel: Tuve unos asuntos que resolver en el Banco, se me hizo tarde. ¿Cómo está mi brujita?

Sofía: Vengo de su habitación y ya estaba dormida.

Más tranquila me regala una pequeña sonrisa.

Sofía: Está muy preocupada por Manu que sigue sin contestarle las llamadas, trata de no darle más preocupaciones tú.

Samuel: Manu debe estár muy ocupado trabajando y yo trataré de no volver a llegar tarde.

Sofía: Igual me sigue pareciendo muy raro que no le haya contestado ni una sola llamada o mensaje, a veces creo que le pasó algo.

Samuel: No lo creo, ya te dije que seguro tiene mucho trabajo.

Sofía me miró extrañada por mi comportamiento, estaba cansado de lo mismo y pensar que podría perder a Andrea me mata.

Sofía: Lo siento, debes estár muy cansado y yo aquí regañandote.

Samuel: No, discúlpame tú a mi cuñada pero la verdad si estoy bastante cansado así que mejor me voy a dormir.

Sofía: Ve, descansa.

Samuel: ¡Igual!

Subí a la habitación y como había dicho Sofía ya mi brujita estaba durmiendo como un angelito.

Me quité toda la ropa quedando solamente con el bóxer, me acosté a su lado atrayéndola a mi pecho para besar su frente y caer en un sueño profundo.

DÍA SIGUIENTE

Desperté al sentir unas suaves caricias en mi pecho y unos ricos besos por toda mi cara, sonreí feliz por este despertar tan hermoso.

Samuel: Buenos días mi amor.

Susurré dejando un suave beso en sus labios carnosos.

Samuel: ¿Cómo amaneciste?

Andrea: ¡Bien! Ahora que estás aquí conmigo muy bien.

Dice poniéndose a horcajadas sobre mi mientras empieza a repartir besos por mi cuello.

Andrea: Te extrañé mucho ayer.

Sus besos me vuelven loco, no puedo creer lo enamorado que estoy de ella.

Samuel: ¿Por qué me haces esto?

Andrea: ¿Hacerte qué mi amor? Solo te estoy dando cariñitos.

Samuel: ¡Me provocas, brujita!

La tumbé en la cama poniéndome ahora yo sobre ella besando su cuello y succionando mientras ella soltaba pequeños suspiros que me estaban volviendo loco, seguí bajando hasta llegar a sus senos para besarlos sobre su bata de dormir.

Samuel: Te deseo tanto mi amor.

Dije mientras mordia uno de sus pechos lo que la hizo gemir y hacerme sonreír a mi.

Andrea: ¿Entonces qué esperas para hacerme tuya?

El reto y la diversión era palpable en su tono de voz.

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora