CAPÍTULO 31

1.8K 158 18
                                    

Samuel POV

Entro a la casa en mal estado, Soledad me pregunta sobre que había pasado para que mi brujita se pusiera de esa forma así que terminé contándole todo porque en verdad necesitaba desahogarme con alguien.

¿Quién mejor que ella para entenderme? Vimos como mis hermanos entraron con sus mujeres y Arturito, había olvidado por completo que salieron a dar una vuelta para distraerse.

Irina: ¿Pasó algo?

Arturo: ¿Por qué esas caras?

Soledad: Andrea se fue al rancho del Junco, con su madre.

Sofía: ¿Qué? Pero... ¿Por qué? ¿Qué pasó?

Samuel: Le mentí, Andrea me dejó.

Dije con lágrimas incontables, Flavio se acercó a mi.

Flavio: Tranquilo carnal. ¿Qué fue lo que pasó? ¿En qué le mentiste para que se fuera así como así?

Samuel: Que se los cuente Sole, yo no tengo ánimos de nada.

Sofía: No Samuel debes darnos una explicación.

Soledad: Samuel necesita estar tranquilo, déjenlo ir.

Me fuí sin ganas de ver ni hablar con nadie más.

La única persona que quería ver no quería saber nada de mi, me acosté abrazando su almohada para inhalar su olor y efectivamente el aroma de su cabello llegó a mi logrando hacerme llorar como si de un niño se tratase, la necesito mucho.

Mis ojos se cerraron con fuerza, quería abrilos y ver su hermoso rostro dándome una gran sonrisa con sus ojitos tan luminosos.

Samuel: Regresa brujita, por favor regresa a mi lado.

Andrea POV

Me sentía destrozada, sabía que la forma en como había tratado a mi mugrosito no fue la mejor manera pero también sabía que esa era la única forma de poder alejarme para poder pensar bien todo lo que había sucedido.

No tenía pensado volver al rancho del Junco como había dicho pues mi madre había dejado muy en claro que no quería verme allí y aunque me apoyó tras la muerte de Manu tengo claro que lo hizo sin intención de arreglar las cosas entre nosotras, ni siquiera había llamado después de eso para saber como me encontraba.

Desde que salí del rancho Gallardo no había parado de llorar, no lograba en entender porque tanto Samuel como el propio Manu pudieron ocultarme todo.

Ahora mismo estaba arrodillada frente a la tumba de Manu con su carta en mis manos.

"Para mi flaquita"

Ahogué un fuerte sollozo que escapaba con mis manos incapaz de controlarme, miré hacía todas partes tratando de encontrar una mirada o un abrazo de consuelo como hacía Samuel pero nada.

No había ni una sola alma en ese momento y en verdad necesitaba de mi mugrosito.

Sin saber bien cuanto tiempo había pasado pude controlar mi respiración que estaba fallando a causa del llanto, debía leer la carta y eso fue lo que hice, con mis manos temblorosas abrí el sobre para sacarla y pude identificar perfectamente su letra.

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora