CAPÍTULO 32

1.6K 140 17
                                    

Andrea POV

Cuando llegamos a casa de Leandro me dí cuenta de que eran muy humildes, su casa era pequeña con las paredes ya un poco viejas pero por dentro era cómoda y hogareña, me sentí triste al recordar eo rancho que Samuel había comprado para nosotros pero también me sentía un poco feliz por dejar mi vida por un rato, quería olvidarme de todo lo malo que me estaba rodeando. Elena era exactamente como Leandro la había descrito, la amabilidad brotaba en sus ojos y acciones, desde que habíamos llegado se puso contenta de tenerme allí, era muy linda.

Elena: ¿Necesitas algo, linda? ¿Te sientes bien aquí? Cualquier cosa que necesites sólo pídelo - dijo sonriendo -

Andrea: Así estoy bien, no quiero abusar de su hospitalidad.

Elena: No digas eso, yo estoy feliz de tener a alguien para que me haga compañía.

Leandro: Mi esposa tiene razón, ¿Necesitas alguna cosa?

Andrea: Estoy bien pero hay algo.

Leandro: De verdad no tengas pena Andrea, lo que necesites sólo dinos.

Andrea: Me gustaría hacer una llamada y no tengo un teléfono.

Elena: Claro linda, aquí está el teléfono, llama todo lo que quieras - sonríe - Tú habitación ya está arreglada, es esa de allí, espero que te guste - dice y selaña una puerta hecha de una cortina -

Andrea: Gracias por todo, no sé como agradecérselos.

Leandro: No tienes que agradecer nada, haz la llamada y descansa.

Les dí una sonrisa a los dos mientras se iban a lo que supuse esa su pequeña habitación, tomé el teléfono dispuesta a llamar a alguna de mis hermanas pero la verdad sólo necesitaba escuchar la voz de mi mugrosito.

Samuel POV

No había podido comer nada en todo eo día y tampoco tenía intención de hacerlo, lo único que ocupaba mi mente era mi brujita, no saber donde podía estár me mataba por dentro, quería salir corriendo y buscarla por todo Houston hasta dar con ella pero era una tontería hacerlo, Soledad tenía razón en decir que Andrea es inteligente y sabe cuidarse muy bien, eso lo tenía claro desde la primera vez que hablamos y descubrí su altanería, en esos momentos no lo sabía pero era lo que más me gustaba de ella. Mi recámara junto a su almohada estaban siendo los únicos testigos de mi sufrimiento, me entró una llamada y de inmediato contesté.

LLAMADA

Samuel: ¿Bueno?

Andrea: Hola mugrosito.

Samuel: ¡Mi amor! - dije suspirando con tranquilidad - Brujita, dime donde estás, dime y voy por ti. Todos estábamos muy preocupados.

Andrea: No, Samuel yo - susurró haciendo una pausa que me pareció una eternidad - Sólo te llamo para que sepan que estoy bien.

Samuel: ¿Dónde estás brujita? Por favor dímelo.

Andrea: No puedo decírtelo Samuel.

Samuel: ¡Por favor! Necesito verte.

Andrea: Yo quería disculparme por como te traté esta mañana, sé que no estuvo bien, estaba segada por el dolor y la rabia.

Samuel: Eso no importa mi amor pero regresa, dime que al menos regresarás. Te amo y no puedo vivir sin ti.

Andrea: Claro que lo haré, yo sin ti tampoco puedo vivir pero si necesito tiempo para mi, necesito dejar todo lo que pasó atrás, sólo dame tiempo - suspiró - Yo también te amo y mucho mi mugrosito.

Samuel: No sabes lo importante que es escuchar eso - sonrío - Creí que me dejarías y mi mundo se vino a bajo.

Andrea: Ya sabes que no puedo ni quiero vivir sin ti - hay un pequeño silencio - Debo colgar mi amor, descansa.

Samuel: No, primero dime como te localizo - ya había colgado la llamada -

FIN LLAMADA

Lo importante es que sabía que estaba bien, bajé para avisarle a todos de su llamada y al igual que yo se tranquilizaron. Don Felipe se quedaría esa noche en el rancho, Sofía llamo a Doña Cayetana para informarle puesto que también estaba preocupado. Hubiese deseado tenerla otra ves conmigo pero con sabes que iba a regresar y que me amaba me bastaba para estár más tranquilo aunque aún seguía necesitando su presencia a mi lado.

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora