CAPÍTULO 23

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Samuel POV

Me sentía el hombre más afortunado del mundo y no por lo que me acaba de decir sino por saber que también me desea tanto como yo a ella.

Sé que también me ama y yo... yo ahora sé que la amo, cuando dijo a nuestros hermanos lo supe, Andrea del Junco es la mujer de mi vida.

Samuel: Eres tan increíble mi amor, tan perfecta, a veces pienso que no te merezco.

Andrea: No digas tonterías, yo te amo.

Me besa otra ves intenso pero me separo suavemente, quiero decirle tantas cosas que estoy sintiendo.

Samuel: ¿Estás segura de que quieres esto? Por que yo te puedo esperar, no quiero que te sientas presionada brujita.

Andrea: Quiero ser tuya Samuel.

Sonríe tomando mis mejillas para verla a los ojos, esos ojos que me tienen cautivado.

La abrazo negando con la cabeza.

Samuel: Ya eres mía brujita.

Andrea: Pero yo digo en cuerpo y alma mi amor, yo te amo y quiere hacer el amor contigo, ¿Tú no quieres lo mismo?

Baja la cabeza y yo tomo con ambas manos sus mejillas obligandola a mirarme.

Samuel: No quiero por nada del mundo que vuelvas a pensar algo así, ¿Acaso no sientes como me tienes?

Le pregunté moviéndome un poco para que sintiera lo que causaba en mi. Ella sonrió.

Andrea: Entonces hazme el amor.

Mordí mi labio inferior y la besé pero ahora con mucha ternura, quería que todo fuese especial para ella en su primera vez, quería que lo recordara por siempre.

Después de besar sus labios por mucho tiempo bajé y besé su cuello saboreando e inhalando su delicioso olor, ella de ves en cuando soltaba pequeños suspiros ahogados, poco a poco me decise de su bata, la recosté hasta que su espalda tocó la cama, podía notar lo nerviosa que estaba además de sonrojada al estár sólo en ropa interior.

Al verla así mi cuerpo me pedía a gritos tomarla de una vez pero mi amor por ella me pedía que la hiciera disfrutar y eso era lo que yo haría.

Llevé mis manos atrás de su espalda levantándola un poco y desabroché su sujetador, besé sus labios mientras ella acariciaba tímidamente mi espalda con sus suaves manos, dejé de besarla un momento para terminar por quitarle el sujetador, suspiré tratando de tranquilizarme al ver sus senos expuestos a mis ojos, ella se sonrojó tratando de cubrirlos.

Samuel: No, no te cubras mi amor, eres hermosa... eres sin duda alguna la mujer mas hermosa que existe.

Andrea: Te amo tanto mi mugrosito.

Samuel: Yo te amo mucho más brujita.

Andrea POV

Volvió a apresar mis labios adentrando su lengua en lo más profundo de mi paladar, gemí sin poder evitarlo sintiendo un poco de pena al no poder evitarlo, luego de la guerra entre nuestras lenguas fue dejando pequeños besos hasta llegar a mi cuello donde succionó fuertemente logrando otro gemido de mi parte.

Logré dejar la pena a un lado porque lo único que me importaba era nosotros dos.

Siguió bajando hasta llegar a mis senos los cuales besó tiernamente para comenzar a succinar uno y jugando con el otro y así sucesivamente, mi cuerpo temblaba ante el placer que me provocaba, él me miró y sonrió, sentí que él estaba haciendo todo el trabajo así que me animé y bajé mis manos desde sus hombros pasando por su pecho para seguir bajando hasta su precioso abdomen más o menos marcado.

Bajé más hasta llegar a su pijama, fuí bajando este poco a poco hasta quitárselo por completo con la ayuda de él, me besó otra ves lo cual agradecí porque sentía mi boca seca, el beso era muy tierno pero yo necesitaba más, mucho más de él así que lo tomé por la nuca y lo intensifiqué más, enrrollé mis piernas en su cadera para acercarlo más a mí logrando que un gruñido saliera desde lo más profundo de él por el roze de nuestros sexos.

Samuel: Me vuelves loco brujita.

Andrea: Hazlo ya mi amor, te necesito.

Samuel fue dejando besos por todo mi cuerpo hasta llegar a mi tanga y sacarla muy lentamente sentía mi cuerpo hervir de pena de que me viera así pero también estaba feliz por lo que pasaría.

Samuel: No tengas pena brujita, eres perfecta para mi.

Dejó un pequeño beso en mis labios para luego levantarse y quitarse el bóxer, no pude evitar gemir al verlo, él sonrió volviendo a subir a la cama para después acomodarse sobre mi, abrió mis piernas para poder acomodarse.

Samuel: Eres más que perfecta.

Andrea: Tú eres perfecto mi mugrosito.

Samuel: ¿Estás segura que quieres esto brujita? Podemos parar.

Preguntó acomodándose en mi entrada, ambos gemimos ante el roze, lo miré a los ojos y sonriendo le dije.

Andrea: Muy segura, quiero ser toda tuya mi amor.

Samuel: Prométeme que si te duele me lo dirás, me detendré.

Andrea: Te lo promete.

Me besó suavemente, sentí como comenzó a entrar en mi, gemí pero ahora de dolor cuando estuvo completamente dentro de mi, el dolor fue intenso, tanto que no sé ni en que momento pasó pero tenía lágrimas en mis mejillas, él me vió e intentó salir de mi pero se lo impedí.

Samuel: ¿Te duele mucho?

Preguntó preocupado.

Andrea: Un poco pero ya está pasando.

Besó mis labios muy tierno y luego besó mis mejillas secando mis lágrimas yo sonreí, ya era suya, suya completamente.

Luego de unos segundos comenzó a moverse muy sueve supongo que para no lastimarme pero ahora sólo sentía un placer indescriptible, era tanto que no podía ser consiente de lo que decía.

Andrea: ¡Más rápido!

Pedí agitada, comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas, en la habitación sólo se podían escuchar nuestras respiraciones agitadas junto a nuestros gemidos hasta que el placer fue mayor llegando yo al climax.

Samuel siguió moviéndose, muy lejano podía escuchar sus gruñidos y su respiración acelerarse cada ves más hasta que también explotó.

Estuvimos así por un buen rato hasta que Samuel se movió quedando a mi lado, me atrajo hacía él poniendo mi cabeza en su pecho, sentí como beso mi frente y aún con los ojos cerrados sonreí.

Samuel: Gracias brujita, gracias por hacerme tan feliz.

Andrea: Yo digo lo mismo mi amor, te amo.

SAMDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora