-Hola preciosa- el chico sexy desconocido me saca de mi ensoñación, que tenía con sus ojos -¿Cómo te llamas?-Dime Abby- le doy una sonrisa coqueta que al parecer funciona porque me toma mas fuerte de la cintura -¿Cuál es el tuyo?.
El sonríe de lado y casi mata del corazón. ¿Por qué hace eso?
-Que ridícula eres niña- paciencia señor, dame paciencia. -No te metas, es mi problema-.
-Me llamo Kenneth, linda-
-Lindo nombre- le digo y le guiño un ojo.
Seguimos bailando, unas tres canciones después ya estoy agotadísima.
-¿Quieres algo para tomar? -me dice la tentación de hombre que tengo al lado.
-Por favor.
Cuando vamos a la barra, pido una cerveza y me quedo embobada viendo su rostro hasta que mis ojos se dirigen a los suyos y estos están mirando fijo mis labios. No me pude resistir y ataqué sus labios con los míos.
El beso era caliente, excitante, sus labios eran carnosos y suaves, cuando nuestras lenguas se encontraron una explosión de placer fue lo que sentí, provocando un fuerte gemido y como respuesta Kenneth me apretó mas contra el y clavo su erección en mi vientre, haciendo que mi sexo se humedeciera.
Poco a poco fui recordando donde estábamos y me separé del chico, sus labios estaban hinchados al igual que los míos y nuestras respiraciones aceleradas. Sus ojos estaban oscuros, sus pupilas dilatadas y apuesto todo lo que tengo que los míos están igual.
-Deberíamos ir a un lugar mas privado- le dije, dándome cuenta de que teníamos varios espectadores.
-Es cierto- contestó mirando alrededor y dándose cuenta de lo que yo había visto.
Tomó mi mano y nos dirigimos a la puerta, ya en su auto le envié un mensaje a mis amigas y hermana de que no se preocupen por mí.
***
Llegamos a un departamento en las afueras de la ciudad. Luego de 30 minutos de camino aún no se había bajado la calentura.
Entramos a el edificio y luego a ascensor, ni bien había cerrado la puerta el ojiazul me devoró la boca. Nos tocamos y besamos hasta que sentimos el sonido de llegada de la caja metálica.
'Hot Scene'
Kenneth abrió la puerta y me tomó de la cintura, cerrando así con su pie; me mordió el labio y lo succionó para luego besarme intensamente. Caminamos hasta lo que supuse era su habitación, me quité los tacones con mis pies y luego el chico me saco el vestido, no sin antes separarse de mí.
No traía sujetador y su mirada viajó directamente a mis pechos y en sus ojos brilló el deseo, haciendo palpitar mi intimidad. No dijo palabra y no lo necesitaba, me acerqué a él y saqué su camiseta por su cabeza.
Kenneth tomó mi rostro entre sus manos y me beso una vez mas, yo ciegamente le desabroché sus pantalones dejándolo en bóxers. Nos separamos y mi hombre me tiró a la cama y él encima mío.
Comenzó a besar mi cuello y clavícula hasta mis pechos, arrancándome suspiros y jadeos. Tomó mi pezón derecho en su boca y tocaba el otro, succionaba, lamía y mordia, haciendo que gimiera como loca y le dio la misma atención a mi otro pecho.
Volvió a mi boca y mientras me besaba su mano toco mi sexo húmedo haciéndome arquear de placer.
-¡Oh nena! Que húmeda estás- su voz era ronca, cargada de placer. Y yo estaba que no podía articular palabra alguna.
Se colocó entre mis piernas y presionó su erección en mi sexo. Su pene estaba duro, caliente, impotente y yo solo quería tenerlo dentro de mí.
-Por favor- supliqué en un gemido.
-¿Por favor qué linda?
-Penétrame Kenneth, por favor- le susurré en su oído y eso hizo que abandonara todo su auto control.
Arrancó mis bragas de un tirón y se deshizo de sus bóxers, se colocó un condón y me penetró fuertemente, arrancándome un grito de placer.
Sus embestidas eran fuertes y certeras, mi cadera estaba sincronizada con la suya y yo quería más.
-Mas fuerte Kenneth.
Y así lo hizo, nuestros gemidos hacían eco en la habitación, mis músculos se tensaron y supe al igual que Kenneth que llegaría al orgasmo.
Solté un grito-gemido de placer cuando alcancé el climax, cuatro embestidas más y Kenneth llegó, cayendo cansado encima de mí.
Cuando nuestras respiraciones se regularon Kenneth me besó y salió de mi lentamente haciéndome gemir. Sentí un liquido espeso y caliente en mi entrepierna y rápidamente me alarmé.
-¿Qué ha pasado?- le pregunte al chico.
-Se ha roto el condón.
¡Puta Madre!
Tranquila Abby hay que mantener la calma.
-No importa tomaré un anticonceptivo de emergencia.
Kenneth suspiró de alivio y se tiró a mi lado, no sin antes quitarse el condón roto. Me miro y dijo:
-Me hiciste perder el control linda.
-Suelo tener ese efecto en las personas- le guiñé un ojo y su bonita cara se adorno con una sonrisa picara.
-¡Oh ven aquí!
Me tomó por la cintura y me coloco a horcajadas en su creciente erección.
Chicos y chicas, el segundo Round.
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Inesperado (+18)
Romance•Discoteca •Alcohol •Chico Sexy Desconocido •Sexo •Un puto condón roto -¡Estoy embarazada! Contenido Adulto: Lenguaje vulgar y escenas muy subidas de tono con sexo gráfico. LEER BAJO SU RESPONSABILIDAD Esta Historia es completamente de mi autoría. N...