Inesperado (+18)

Capitulo 4

Despierto sobresaltada y estudio donde estoy.

-Esta no es mi habitación- pienso con el ceño fruncido -¿Dónde carajos estoy?

-Retrocede unas horas querida y sabrás tu paradero- Y mi lindo yo en mi cabeza hace aparición.

Le hago caso a mi subconsciente pero mi cabeza no puede pensar por la tremenda resaca que llevo. Un movimiento a mi lado me saca de mis pensamientos.

¡Puta Madre! El chico sexy desconocido esta a mi lado durmiendo placidamente. Es tan bello (insertar suspiro de enmorada), es de piel pálida, mandíbula definida, nariz perfilada, tiene el pelo color azabache y rulos, RULOS, tiene rulooooos. ¡Diiiiooos! Le dan un toque aniñado a su perfecto rostro y por último pero no menos importante, sus labios carnosos y rosados, totalmente besables. Esta profundamente dormido y tiene un aire angelical tan celestial como sus maravillosos ojos azules, los cuales no puedo ver en este momento.

Recuerdo todo lo que hicimos anoche y pongo mi mejor cara de pervertida. Salgo de mi ensoñacion con Kenneth y miro a mi alrededor, esta no es mi habitación definitivamente. Me levanto de la cama y estoy completamente desnuda.

-Obvio genio, ¿O es que a caso hicieron una pijamada anoche?- Dice mi yo interior a la cual voy a ignorar desde ahora.

Busco mi ropa, mis bragas están a un lado de la cama totalmente rotas, ¡Que bien! (Que se note el sarcasmo) y mi vestido y tacones están regados por la habitación, los tomo y me visto como puedo, pues me retumba la cabeza.

Trato de hacer el menor ruido para no despertar a semejante hombre con el cual me acosté anoche y con el cual, definitivamente tuve el mejor sexo de mi vida. Me paro frente a un espejo del cuarto de baño y veo mi revoltoso pelo que inmediatamente recojo en una coleta con una banda elástica que siempre cargo en mi muñeca, salgo en busca de mi bolso y procedo a irme pero me detengo y busco un lápiz y papel para escribirle a Kenneth.

Gracias por lo de anoche, espero te haya gustado tanto como a mi.
Fuiste la mejor noche de mi vida.

                             Abby xoxo.

Ahora si me retiro, no sin antes tomarle una foto para recordarlo.

***

Cuando llego a mi casa no encuentro a nadie. ¡Que extraño!, normalmente después de una fiesta las chicas se quedan en mi casa para pasar el día.

-¡NATHALIAAAA!- llamo a la fea de mi hermana, pero nada.

-¡LUCYYYYY!- Nop -¡ANNIEEEE! -nada.

-Idiota, no están aquí- Pero ¿Por qué no?

Reviso mi celular para ver si hay un mensaje de ellas y ¡POR LA MADRE DEL AMOR HERMOSO!, hoy es lunes.

Se me ha olvidado por completo, tenía que trabajar y digo tenía porque ya no iré, no señor, tengo una resaca de los mil demonios. Reviso whatsapp y tengo  varios mensajes en nuestro grupo.

Nathy

¿Dónde demonios estas Abby? Hoy hay que trabajar.

Nathy

Hermana mejor cuídate de mi, quedamos en que no nos desvelaríamos para levantarnos temprano a trabajar.

Annie

¿No aparece esa niña aún?

Lucy

Abby tenemos que ir al aeropuerto, apurale. Aparece.

Annie

Amiga si no apareces te jodes. Y ya no me preocupare más.

Annie

¡Vete a la mierda Abigail Grayson!

¡Guau!, con amigas como Annie no se necesitan enemigas. Y justo ahora me entra otro mensaje.

Lucy

Te cubrí en el trabajo, me debes una grande y me vas a explicar porque demonios no apareces. Por cierto se que ya apareciste, estas viendo los mensajes.

PD: Si te llaman del trabajo, un sangrado alarmante por tu menstruación. Bye Te amo.

¿¡Quee?! Voy a matar a Lucy. Está loca.

Lucy y yo trabajamos juntas en un aeropuerto en la área de pasajes de avión, luego Nathy trabaja en una empresa, es ingeniera y por ultimo está Annie que trabaja en un restaurante de alto nivel, es cocinera allá.

No le doy mas vueltas al asunto, ya después que me regañen, por eso no le respondí a ninguna, ahora quiero dormir. Tomo una ducha, me tomo un analgésico y a dormir, rápidamente caigo en brazos de morfeo.