39. De secretos y rivalidades

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El miércoles comenzó como cualquier día, todo seguía su rutina habitual. Nowaki y Kenshi revoloteaban nerviosos alrededor de Kamui, por lo visto el entrenador de futbol estaba de baja y eso les causaba mucha ansiedad debido al gran partido que les esperaba.

Akira entró en la clase llevando una bolsa con un paquete. Se acercó a la mesa de Akane y la colocó encima.

—De parte de mi madre, gracias por cuidarme, ella esperaba dártela en persona pero...

—¿Ya está bien, ciervito?

—Por lo visto gracias a ti. Me dijeron que estabas resfriada, espero que me disculpes por haberte contagiado.

—¿Ahora que te pasa? ¿Por qué estás tan formal?

—También espero que me disculpes si hice o dije algo que te molestase.

—¿De veras estás bien? —Akane se levantó y le tocó la frente—. ¿No tendrás aún fiebre?

Akira le cogió la mano, lentamente la apartó de su frente pero no la soltó.

—Me gustaría poder hablar contigo de algo.

—¿Es que te ha causado problema con tus padres el que yo me quedase a cuidarte?

Akira iba a contestar que no, que no era eso pero un abrazo inesperado por la espalda desvió su atención.

—Me alegro de volver a verte, Aki —dijo Yuri.

—Suelta a Akira ahora mismo ¿Quién te has creído que eres rubita? —gruñó Karura—. Y tú espabila y no te dejes abrazar por cualquiera ¡tontaina!

—Pues creo que soy algo más para Aki que tú, bonita.

—Perdona guapa pero no es de tu propiedad. ¡Suéltale! ¿No ves que le agobias?

Akane prefirió dejar de ser espectadora que aquella escena y se acercó a la mesa de Kamui, donde Kenshi y Nowaki seguían calentándole la cabeza con el tema de su entrenador.

—Vale ya —decía Kamui—. No os agobiéis tanto, pesados.

—¿No lo entiendes? ¡Necesitamos un entrenador! —gritaba Nowaki—. Alguien que nos ayude.

—Alguien que nos dé una buena estrategia para ganar —añadía Kenshi.

Al ver cerca de él a Akane, Kamui notó que comenzaba a acelerarse ¿Qué era aquella reacción? Sentía su cara acalorada ¿Pero que le pasaba? ¿Cuándo se había él comportado así? ¿Dónde estaba el Kamui frío de siempre?

—Si es por una estrategia —habló Akane—, ahí mismo tenéis al mejor.

—Shikamoto —murmuró Kamui mirándole.

—¡Claro! —gritó de nuevo Nowaki—. ¡Él es bueno para esas cosas!

—¡Es verdad! ¡Podría ayudarnos!

—Todavía nadie le ha ganado en ningún juego de estrategia y además sabe llevar la teoría a la práctica —Continuaba hablando Akane mientras Kamui había dirigido toda su atención en los labios de la chica y su movimiento al hablar—. ¿No crees que podría ayudaros? Dicen los del club de ajedrez que puede plantear un montón de movimientos posibles y su contraataque antes de que el contrario mueva.

Kamui guardó silencio mientras Nowaki y Kenshi continuaban con su alboroto. Akane guiñó un ojo y volvió a su sitio, era lo que quería decirle a Kamui, también estaba ya un poco harta de los gritos de desesperación de esos dos.

Xu-Xu había ido a los aseos. Nada más entrar se encontró con Yuri mirándose de perfil en el espejo.

—Hola, Yuri.

Con sabor a mandarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora