Eran las 5 de la mañana. En la puerta del gimnasio la directora Chikara veía como los alumnos sancionados se iban agrupando mientras pensaba por qué demonios tenía que estar un sábado a las 5 de la mañana allí.
—Animo, Chikara —dijo Shinobu a su lado—. Si esto va a ser divertido.
—¿Están ya todos? Nanao, pasa lista, yo voy dentro.
Chikara se metió en el gimnasio, Nanao, la tutora de 3-2, abrió una carpeta, comprobó que estaban todas las autorizaciones y procedió a pasar lista.
—Vamos pequeños cerebros de pez, id entrando al gimnasio y no arméis jaleo, demostradme que tenéis educación.
Desde luego se notaba que los profesores no estaban de muy buen humor.
Dentro del gimnasio les esperaban, aparte de la directora, Nanao y la enfermera y secretaria Shinobu; Masashi, uno de los profesores más antiguos del instituto, maduro de cabellos grisáceos y sonrisa burlona; el sexy profesor Sigure; Yotsuda, alto, fornido y lleno de energía y por último Inari. En un lateral había un montón de mochilas de distintos colores. Chikara estaba situada detrás de una mesa, en ella había lo que parecían pañuelos de distintos colores, pulseras, chapas y unos sobres.
—Os preguntareis que hacéis aquí ¿no? Yo también me lo pregunto —habló con voz grave—. En fin, ahora vosotros y nosotros, muy a nuestro pesar, vamos a pasar un bonito fin de semana de convivencia, no creo que ayude a que os comprendáis pero seguramente sirva para descargar adrenalina.
—¿Nos vais a llevar de acampada? —Se oyó preguntar a alguien.
—Desde ahora ya no vais a ser personas con nombre —continuó hablando Masashi—. Desde ahora vais a ser un color, un número y una letra. Vamos a formar cuatro grupos de ocho personas, cada grupo tendrá asignado a un profesor que será "el capitán" y un color. Os relacionareis solamente con los miembros de vuestro equipo, no quiero decir que no podáis hablar con el resto pero tampoco es que vayáis a tener muchas oportunidades.
—Pero aquí no acaba la cosa —prosiguió la directora—. Cada grupo de ocho personas estará a su vez dividido de dos en dos, es lo que vamos a llamar "parejas". Cada pareja, y aquí viene lo más divertido, vais a estar unidos, muy unidos, no os podréis separar el uno del otro más de tres metros, si lo hacéis, estas pulseritas tan monas que os vamos a poner os darán una descarga eléctrica a parte de avisarnos con un molesto sonido.
—¿No estallarán, verdad? —preguntó Kenshi.
—No —rio Masashi—. No estallan pero son muy desagradables. Lo que vamos a hacer el fin de semana lo iréis viendo sobre la marcha, de momento, vamos a empezar haciendo los grupos y las parejas.
—Los grupos ya están hechos —habló Shinobu—. Han sido hechos al azar y también las parejas. Os aseguro que ha sido algo totalmente aleatorio y no se ha tenido en cuenta nada, ni a favor, ni en contra. Los nombres están en esos sobres y nadie, salvo la directora y yo, saben lo que hay dentro. Os encontrareis con grupos formados por mayoría de una clase, mayoría de chicos... en fin, no se ha seguido ninguna lógica, así que no protestéis porque os haya tocado con alguien a quien odiéis y a otro con su mejor amigo ¿de acuerdo?
—¿No podemos protestar? —dijo Nowaki.
—No —respondió secamente Chikara.
—¡Pues entonces!
—Un momento, sensei —Alzó la mano Seishiro.
—¿Qué te pasa, Yagami?
—Veo que aquí falta gente. No estamos todos.
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Con sabor a mandarina
Teen FictionDesde hace un año Akira y Akane no paran de discutir. Eran muy buenos amigos, se notaba que se gustaban y de repente comenzaron esas malditas discusiones sin sentido. Akane es terca y cabezota, no quiere creer en el amor, por eso, cuando medio en br...