58. Conversaciones nocturnas

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Takumi, en su saco, observaba a Xu-Xu a la luz de la linterna, esta, sentada con las piernas cruzadas se peinaba el cabello. Tenía el pelo no demasiado largo y ondulado.

—¿Te han dicho alguna vez que pareces una muñeca?

Xu-Xu le miró asombrada y algo ruborizada, no había que olvidar que Takumi sería lo que fuese pero era muy guapo.

—¿A qué viene eso?

—No me había fijado nunca en ti pero eres bastante guapa.

—Pues... gracias.

—¿Tienes novio?

—No, pero me gusta un chico.

—Si me dejases haría de ti la chica perfecta.

—¿Qué demonios dices?

—Creo que con mis consejos serías la chica perfecta, eres mucho más guapa que Stella.

—¿Y por qué harías algo así? —Xu-Xu recogía su pelo en un par de trenzas intentando no mirar a Takumi.

—Es un reto —Se incorporó y cogió a Xu-Xu de la barbilla girándole el rostro hacia él, estaba muy cerca de ella—. Me gustaría...

La mano de Xu-Xu se estrelló de forma violenta contra la cara e Takumi.

—Buenas noches —dijo la chica de forma brusca metiéndose en su saco y tumbándose—. Procura mantener las distancias, me pongo nerviosa enseguida.

—Buenas noches, muñeca, creo que te voy a poner en mi lista.

Xu-Xu cerró los ojos y trató de actuar como si no hubiese escuchado nada, no sabía a lo que se refería Takumi pero no le gustaba.

Taro miraba fijamente a Jiro.

—¿Taro puede dormir tranquilo?

—¿Crees que te voy a meter mano?

—¿No quieres meter mano a Taro?

—Lo que puedo hacer es meterte una ostia ¿te vale?

—¡Oh! Taro entiende, pero lo que Taro quiere saber es si Jiro ronca, porque tienes pinta de roncar.

—Si no te callas nunca lo averiguarás.

Fatora le daba la espalda a Karasu.

—Como ronques te hecho fuera de la tienda.

—¿Por qué eres tan antipática? Eres una chica maja ¿Por qué tienes tan mal carácter?

Fatora se giró.

—¿Te parezco maja?

—Me parece que a ti te estropean esas dos amigas tuyas. Tú no eres como ellas.

—¿Que te hace pensar así?

—Vistes como ellas, hablas como ellas, actúas como ellas pero no eres como ellas. Hoy cada vez que las he visto estaban quejándose pero algo, sin embargo tú te has adaptado bastante bien. Creo que no eres tan pija repelente como ellas, eres pija, pero no tan repelente.

—Vaya, pues tú tampoco eres como me imaginaba.

—¿Y cómo me imaginabas?

—Pensé que eras un sucio mono pervertido y salido. Pervertido sí que eres pero aun así has estado pendiente de tus compañeras y hasta de mí y de que Ukyo no nos hiciera nada.

—Pero sigo siendo un pervertido —Sonrió abiertamente—. Lo que pasa es que somos un equipo y tenemos que ayudarnos entre nosotros, sobre todo mañana. Bueno, vamos a descansar, lo necesitamos.

Con sabor a mandarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora