—¡Vamos, dormilona! —gritaba Jisei desde una esquina a Ryuko que caminaba apresurada hacia ella.
—¡Ay! —Decía casi sin aliento—. Lo siento, se me han pegado las sábanas.
—¿Qué te pasa? Tienes el aura apagada.
—Tengo sueño, mucho sueño.
—¿Has dormido mal?
—Casi no he dormido, me pasé horas dando vueltas y cuando por fin me dormí ya era la hora de levantarme.
—Te veo algo angustiada.
—Porque lo estoy, Jisei, es por culpa de Akane y su cita con Kamui, me causa mucha ansiedad.
—¿Pero por qué? Si ya sabes cómo es Akane, le gusta hacer esas cosas.
—¡Pero es que es Kamui! Estoy que no puedo con la angustia.
—¿Te da miedo Kamui?
—La verdad no sé si es miedo pero me pone muy nerviosa.
—¿Crees que podría hacerle algo malo a Akane?
—No, no es eso... es como... un presentimiento, tú también tienes presentimientos así que no te rías de mí.
—Vamos, que no te gusta Kamui.
—Es que es tan distante, tan frio.
—Ayer no fue para nada frio, su aura era cálida y amistosa.
—Eso me da más miedo aún ¿Crees que a Akane le puede gustar Kamui?
—Ya sabes que a Akane le puede gustar cualquiera.
—No me refiero a sus tonterías, me refiero a enamorarse.
—¿Nuestra Akane? ¿Enamorarse? Pues no tiene que llover ni nada... ¿Es eso lo que te preocupa?
—Pues es que como es un chico tan popular pues digo yo que algo tendrá que las enamora a todas.
—Bah, no te preocupes tanto. Mira, Sumire y Xu-Xu nos están esperando.
—¿Por qué van tan pronto al instituto? A ellas no les toca limpieza.
—Sumire ha quedado con Akira para que vaya poniendola al día —miró de reojo a Ryuko—. Eso quiere decir que seguramente también Kyojin vendrá.
—¿Tú crees? —Se puso nerviosa Ryuko—. Oye, ¿Tengo muchas ojeras?
—Estás muy guapa.
Se reunieron con sus amigas y prosiguieron su camino hacia el instituto. Xu-Xu miraba atónita a Sumire, ésta parecía bastante emocionada aunque no lograba comprender por qué y también le llamó la atención que Ryuko parecía como angustiada.
—¿Pero qué te pasa Ryuko? ¿A qué viene esa cara? ¿Has dormido bien?
— Pues mira no.
—Tiene angustia vital —contestó Jisei.
—¡No te rías de mí!
—Si no me rio.
—Estarías nerviosa —conjeturó Sumire muy alegre—. Yo cuando estoy nerviosa nunca puedo dormir. Ayer yo estaba nerviosísima. Fue un día muy emocionante.
—Es que está a punto de darle un ataque de ansiedad —explicó Jisei—. Ryuko, cálmate de una vez o no llegarás al domingo.
—No lo puedo evitar, estoy muy angustiada, muy intranquila
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Con sabor a mandarina
Novela JuvenilDesde hace un año Akira y Akane no paran de discutir. Eran muy buenos amigos, se notaba que se gustaban y de repente comenzaron esas malditas discusiones sin sentido. Akane es terca y cabezota, no quiere creer en el amor, por eso, cuando medio en br...