Capitulo cuatro: Hablando sola

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¿Por qué soy tan buena persona? ¿Por qué no le puedo decir no a los demás?

Esto es lo más inútil a lo que hayas estado de acuerdo Payton. La pequeña voz de mi cabeza dice regañándome, esto me irrita y produzco un ligero gemido.   

¡Cierra la boca! Mentalmente digo a la molesta voz. “Estúpida voz” murmuro en voz baja mientras coloco la comida de la señora Rose abajo en su bandeja de cena.

“¿Qué es lo que dices querida?” pregunta con su voz ronca. Sus cortos ondulados/grises rizos están por desaparecer y sus ojos azules rodeados por arrugas se ven tan vivos y llenos de alegría. Su nombre es Rose McCarthy, pero yo le digo señora Rose porque le va a su perfecta personalidad. Ella es viuda, su esposo falleció hace dos años debido a la enfermedad de cáncer. El dolor más espantoso es cáncer, siempre llevándose a las buenas personas. La señora Rose tiene problemas en el corazón y acaba de tener otra operación.

“Solo estaba hablándome a mí misma” le digo mostrándole una sonrisa

“Aw ¡Ok! Me espantaste un poco ya que el sonido se me va, ya tengo que comprarme otro aparato” dice barloándose enseñando su gran dentadura

Sacudo mi cabeza y me rio “Bueno, estoy segura de que te veras espectacular con uno” sonrió

Es triste pero la señora Rose es mi única mejor amiga.

Payton eres tan patética, tu única amiga tiene 80 años. La molesta voz dice, suspiro. Diablos, la voz tiene razón soy patética. Volteo a ver a la señora Rose y le doy una triste sonrisa, mientras ella come su gelatina jell-o.

“Señora Rose de verdad que quiero quedarme y platicar pero tengo algo que hacer” Digo dirigiéndome hacia su lado, coloco mi mano sobre su hombro.

“Está bien linda,  haz lo que tengas que hacer. Después ven y visítame para platicar” dice tomando de mi mano. Me dirijo hacia la salida, volteo solo para sacudir mi mano y despedirme. En el pasillo, tomo mucho aire e intento calmar mis locos nervios. Odio mis nervios, es como una enfermedad de la cual no puedo salir, es estresante estar nerviosa de todo lo que sucede alrededor.

Estoy perdiendo la cabeza. ¿Por qué decidí hacer esto? Ah claro, porque soy una persona gentil ¡La cual no puede negarse a nada!

Madura y supéralo. Mi voz mental me grita, ahora enserio quisiera sacarla de ahí.

¡Cierra la boca ya estoy en camino! Digo respondiéndole, mientras forzó a mis pies para que sigan caminando hacia el pasillo repleto de gente. Sigo mi camino, ahora tengo que encontrar el elevador. Al llegar me adentro a el, presiono el botón con el numero 2 y veo como la luz se enciende en el circulo, comienzo a subir. Me recargo en la pared de cristal y cierro mis ojos.

¡Esto va a ser horrible! ¿Qué pasa si despierta? Oh dios, seguramente pensara que soy una loca stalker obsesionada con él. ¿Qué pasaría si el honestamente no tiene ninguna pista de quién soy? Tontos “Que pasaría”. Que hace que los “Que pasaría” sean aterradores. ¿Qué pasaría si no existiera que pasaría? Hm.. Esa es una buena pregunta. La puerta se abre con un ding salgo de ahí y me voy al fondo del corredor en donde encuentro su puerta. Nuevamente tomo aire, doy pequeños golpecillos en la puerta tratando de no alterar a nadie (incluyéndome) espero a que me abran. Finalmente se abre rápidamente, Georgia está enfrente de mí.

“¡Hola Payton estoy encantada de que estés aquí! Mande a mi esposo y a mis hijos a que se bañen y descansen un poco” dice abriendo aun más la puerta para que entre, observo la habitación. No hay flores, ni cartas de “Alíviate pronto” o cosas tiernas como esperaba. Luego mis ojos se dirigen hacia él, es impresionante lo bien que se ve incluso pálido en una cama de hospital.

“Gracias cariño, solo iré a mi casa rápidamente a bañarme, cambiarme la ropa y regresare. He estado tan preocupada. Tienes mi número si algo pasara. De verdad te lo agradezco inmensamente. Eres increíble” dice con ojos llorosos. Camina hacia donde se encuentra Reece, le da un beso en su frente y le susurra algo. Luego le sonríe débilmente con lágrimas en sus ojos, toma su bolso y se dirige hacia mí. Coloca sus brazos alrededor de mi cuello y me abraza.

“Gracias” susurra apretándome. “Regresare pronto” dice dirigiendo su mirada hacia su hijo.

“Está bien toma tu tiempo” le digo porque sé cómo se siente estar muchas horas seguidas en el hospital sin cambiarte la ropa ni dormir.

Ella asiente y se va. Doy vueltas alrededor de toda la habitación y tomo lugar junto a su cama. Su pecho levemente sube pero enseguida da vuelta, volteo a ver el monitor de su corazón el cual está en buenas condiciones.

“Hola Reece” digo  lentamente mirándolo. Sé que las personas dicen que hablarle a personas con estas situaciones ayuda. Solo espero que no recuerde nada.

“Bueno se que definitivamente no sabes quién soy. Soy Payton Jennings, ¿Quién es ella? Bueno estamos en ingles juntos y algunas otras materias, ¿Sigues sin saber quién soy?” Digo sintiéndome como una maniática hablando de esta manera, es más sencillo hablarles a las personas inconscientes ya que los nervios se relajan por un momento. ¡Qué diablos! Soy la persona más loca que haya existido. Aquí estoy hablándole a un chico el cual no sabe que existo y ni puede escucharme, y sigo hablando.

“Tal vez si me describa te ayude. Bueno… tengo el pelo ondulado y algo esponjado café, feos ojos cafés y una piel muy pálida. Gordas mejillas y bueno también están feas, no tengo amigos porque soy penosa y solitaria. Visto ropa muy sencilla ya que no cuento con lo suficiente para algo mejor que comida. Nadie me molesta porque como mencione anteriormente nadie sabe que existo. Soy lista, tengo buenas notas y soy voluntaria en el hospital desde entonces, paso la mayor parte del día aquí. Si, esa soy yo ¿Sigues sin saber? Me lo imaginaba” digo todavía sintiéndome tonta hablándome a mí misma. Volteo a verlo aburridamente.

Fue entonces cuando vi que sus labios comenzaban a moverse lentamente, mis ojos casi salen de mi cabeza. ¡Oh por dios! ¡Creo que se acaba de mover! Dios, Dios, Dios ¿Se está despertando? Espero que no. Oh no… espero que no me haya escuchado.

¡Ve y consigue a un doctor floja! Mi interna voz grita apresurándome, y por primera vez no le contesto porque tiene razón. Me levanto rápidamente y corro hacia donde se encuentran las enfermeras, hago lo mejor que puedo, no soy una atleta.

“¿Está todo bien Payton?” la enfermera detrás de la mesa pregunta

“No, digo ¡Sí! ¡Creo que Reece Collins está despertando! ¡Su boca se movió!” digo velozmente

“Iré a echar un vistazo” dice en estado de shock mientras que junto a ella me dirijo hacia la habitación

Mierda. ¿Qué pasa si se despierta? ¿Qué pasa si escucho todo lo que dije? Esto es espantoso. 

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora