Capitulo catorce: Nunca seré de su tipo

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Payton

Tomo asiento junto a la cama de Lila para poder entrelazar su mano con la mía.  Ya he visitado a la señora Rose y ahora aquí estoy con Lila “Lila, no sé qué hacer” le susurro “Cuanto más tiempo paso con Reece más me cuestiono si me gusta. Pero luego pienso que no me puede gustar porque ¿A quién engaño? El nunca tendría interés en alguien como yo. Estoy tan confundida. ¿Qué hago? Aun quiero ser su amiga” le digo mientras me recargo en la silla. Siento como mi estomago comienza a revolverse produciendo sonidos bastantes raros, y ahora me doy cuenta de que tengo hambre.

“Lila, solo quiero que despiertes, la vida ha sido muy dura pero sé que todavía puedes lograrlo si luchas y no te das por vencida… por favor” digo suavemente colocando mis manos sobre mi rostro y las lágrimas comienzan a brotar. En unos cuantos segundos utilizo una mano para removerlas, tomo aire para calmarme. Le acaricio su delicada mejilla justo cuando mi celular comienza a vibrar.

Mamá: Voy a preparar la cena, te veo en una hora.x

Le sonrió al texto antes de darme cuenta de que ya son las 7:00 pm, será mejor que pase rápido a la habitación de Reece a decir adiós. Sigo sin creerme que me pidió que volviera, ¡Es increíble! Al levantarme le doy un ligero beso a lila en su pálida frente. “Te quiero Lila” le digo mientras le acaricio su mejilla. Camino despacio hasta llegar a la puerta, observo sobre mi hombro como Lila duerme en una expresión triste, una lágrima recorre mi rostro y la quito rápidamente. Cierro la puerta, al respirar puedo identificar perfectamente el spray que suelen poner de limpieza cada hora. Dando un paso hacia enfrente me dirijo hacia el elevador. Cuando lo encuentro dejo pasar al doctor y a una enfermera, me saludan y me susurran un “Hola”. Cuando salen, yo entro y presiono el botón indicado.

El elevador comienza a moverse, yo empiezo a relajarme un poco para estar totalmente calmada al llegar al piso. Ding suena el timbre del elevador mientras la puerta se abre, salgo y observo a unas cuantas personas paradas platicando. Comienzo a dirigirme hacia abajo directo a su habitación. ¿Por qué quería que volviera? ¿Qué significa esto?

Por supuesto que no significa nada mi voz interior me dice burlándose

Cállatele susurro, Dios es tan molesta. Estando en la puerta de su habitación tomo aire. Puedo hacer esto, pero al voltear a ver e identificar a las personas que están con él,  un mundo de mariposas comienzan a revolotear en mi estomago. Estúpidos nervios. Golpeo ligeramente la puerta y esta se abre de golpe, Georgia sonriendo. Tiene el cabello muy bien peinado con ondas claras, unos jeans y blusa de diseñador.

“¡Payton, querida!” dice felizmente dándome un cálido abrazo.  “Reece dijo que volverías así que me tome un pequeño descanso para poder verte” me dice adentrándome a la habitación.

Noto que hay alguien que había visto antes, con cabello rubio rizado, Juliet con grandes ojos azules iguales a los de Reece, lleva maquillaje y está sentada junto a Reece. Lleva puesto un suéter azul claro debajo unos leggings  negros y unos converse blancos. Es realmente bonita, ojala yo pudiera verme así. Parece ser rebelde, no lo hace notar del todo y aun no la conozco pero creo que puedo descifrar lo obvio.

Cerca de la ventana esta Conner. Su cabello esta más alborotado de lo normal, unos mechones por un lado y otros sobre su cara. El me sonríe al verme, lleva  una playera navy que muestras los músculos de sus brazos y unos jeans obscuros con unos tenis blancos. Veo como enseguida le sonríe a su pequeña hermana Rayne, es adorable. Lleva su pelo trenzado y un vestido brillante repleto de flores que hace que sus ojos claros destaquen aun más.

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora