Capitulo veintiocho: Parte 1 perro

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Payton

“¡Conner, devuélvemelo ahora!” ¿De quién es esa voz tan afeminada? Me cuestiono conforme abro mis ojos y observo  una pared  que me es completamente desconocida.  ¿En dónde estoy? ¡Este no es mi cuarto!

“¡Nunca!” grita una voz masculina, después comienzo a recordar, me muevo ligeramente y siento un cómodo cuerpo detrás del mío.

“¿Estas despierta?” Reece me pregunta, lo volteo a ver sobre mis gruesas pestañas, puedo identificar sus brillantes ojos azules que me están observando y su cabello alborotado gracias a que se acaba de despertar. Siento su pecho debido a que estoy encima de él y su brazo rodeándome.

“Conner, te advierto si no me lo devuelves te cortare donde más te duela cuando estés durmiendo” Juliet dice casi gritando en un tono bastante serio.

Me muevo un poco más y sonrió. Esta es una forma muy agradable de levantarse, me podría acostumbrar. “Si, es algo difícil dormir” le respondo riendo suavemente.

“Disculpa a mi familia” me susurra dócilmente, volteo a ver su rostro el cual ya comenzó a sonrojarse.

“No te preocupes, me entretienen bastante” me vuelvo a reír y una sonrisa toma lugar en sus hermosos labios.

“¿Quieres desayunar?” me pregunta empleando su tono de voz rasposo y sexy. Es simplemente increíble cómo puede levantarse y tener una voz bastante fenomenal.

“Okay” le digo conforme me siento en la cama y estiro mis brazos sobre mi cabeza como un gato.

“¿Puedes ver mi bastón en algún lado?” Reece me pregunta mientras se estira e intenta sentarse en la punta de su cama.

“Um…” digo buscando el objeto alrededor de su habitación. “¡Si aquí esta! Alguien debió de haberlo traído sin que nos diéramos cuenta” le respondo cuando finalmente lo hayo recargado en la puerta de madera.

“¿Me lo puedes traer, por favor?” me pregunta gentilmente.

“Claro” le digo acercándome al bastón y tomándolo. Después camino hacia la larga cama donde Reece está sentado “Toma “le menciono, el estira su brazo y su mano para enseguida situarlo en ella.  “Exactamente, ¿Cuándo viene tu amigo a recogerte?” le pregunto, recordando que su amigo, Carter si es que no me equivoco, supuestamente nos llevaría hacia algún lado. 

“¿Qué hora es?” me pregunta, giro para observar la hora en su reloj de pared.

“Son las… 9:00 am” le informo y me le acerco.

“Okay, el estará aquí a las 12:00, así que será mejor que nos arreglemos y bajemos a comer algo” me dice levantándose con el soporte de su bastón.

“Okay, espera ¿Me prestas un suéter?” le pregunto observando mi atuendo de una playera larga y shorts, de ninguna manera bajare con este atuendo.

“Si, tómalo”  me dice. Yo asiento y me acerco hacia su armario, lo abro. Como era de esperarse tiene bastantes tipos de abrigos y suéteres, tomo el más sencillo de color negro.

“Vámonos”  le digo mientras lo alcanzo. El sonríe y asiente con su cabeza. Entrelazo su mano con la suya, la cual esta tibia. Sin prevención alguna, chispas recorren mi estomago. Reece sostiene su bastón con su mano derecha, se ve tan sexy en bóxers, estoy segura que a su madre no le importa verlo así. Nos dirigimos hacia la cocina.

Caminando hacia la cocina puedo ver a su madre encendiendo la estufa con su cabello dorado enrede dado en un chongo alborotado. Ella lleva puesto una blusa floja de color gris claro junto con unos pants de pijama. Sostiene un plato que al parecer tiene panques y tocino, al voltearnos a ver alza ambos platos. “Buenos días Georgia” le digo y me regala una sonrisa. Su rostro no tiene una gota de maquillaje y aun así luce fantástica.

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora