Capitulo treinta y tres: Cuestión de tiempo

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Reece

“Uh ¿Entonces para que necesitas nuestra ayuda?” la voz de Conner me pregunta cuando tomamos asiento en la sala. Alcanzo a escuchar a Rider en el suelo masticando lo que parece ser su hueso.

“Necesito que me ayuden a arreglarme para mi cita” les digo simplemente al recostarme sobre un par de almohadones.

“Con… Payton” Carter dice jugando.

“Cierra la boca” le murmuro deseando lanzarle cualquier cosa en este instante.

“¡Oh! Vamos, ¿De verdad ya la invitaste a salir?” Conner dice entusiasmado.

Les gruño y paso la palma de mi mano encima de mi cabello. “Gracias Carter, ahora él nunca se callara” le digo cerrando los parpados de mis ojos y suspirando.

Sin importar lo que haya dicho ambos se burlan de mí. “Lo siento” me dice Carter.

“Como sea, hermanito ¿Entonces que necesitas que hagamos?” Conner dice con su voz irritable.

“Bueno Conner ahora que lo preguntas necesito que tú la recojas de su casa. Y Carter ¿Me podrías ayudar a que todo quede preparado?” les pregunto conforme me enderezo, ahora moviendo mis manos alrededor de mi cara.  

“No hay problema Reece, tu solo dinos que hacer y considéralo hecho” Carter dice con su normal voz feliz. Yo sonrió y empiezo a contarles mi plan para esta noche. La cita probablemente no sea normal o exitosa, pero quiero que sea diferente.

***

“¿Reece? ¡Cariño, voy a salir hacia a tu escuela! ¿Estarás bien aquí?” la chillante voz de mi madre me anuncia al entrar a la sala. Por el momento estoy estirado sobre el alborotado sofá con Rider encima de mis piernas.

Abro mis ojos y bostezo “Si, estoy bien mamá” le menciono.

“Está bien cariño, te amo” me dice

“Yo también te amo” le contesto y vuelvo a cerrar mis parpados.

Escucho los tacones de mi madre pisar bruscamente el piso de madera conforme abandona la sala. Mi ritmo cardiaco comienza a acelerarse al pensar regresar al instituto, siendo honesto me causa escalofríos.

***

Mi cuerpo golpea con gran rudeza el duro metal de los casilleros que apenas alcanzo a identificar.

“¡Raro!” la voz grave de un chico dice, su risa ahoga el pasillo entero. Siento manos diferentes tocarme y molestarme alrededor de mi cuerpo y pisadas pasar.  

“Inútil” otro dice, se escuchan más pasos en mí alrededor. Atormentado por dolor en ambos lados, cierro mis puños acumulando toda mi ira dentro de ellos, ojala que el dolor se esfumara.   

“¿Por qué no regresas a casa con tu mami?” otros imbéciles dicen, yo gruño.

Dios, ¿Por qué demonios regrese? Me pregunto al intentar pararme bien de nuevo. Al enderezarme sosteniéndome con todas mis fuerzas recuerdo porque lo hice. Regrese por una chica. Pero no cualquiera, regrese por Payton. ¿Dónde está Payton cuando más la necesito? No lo sé, pero no está junto a mí. Estoy abandonado de nuevo en la oscuridad y el miedo. Un miedo que se niega a alejarse y me desintegra lentamente, es horrible.

“¡Reece!” la angelical voz de Payton dice mientras la escucho cerca de mí.  

“¡Payton!” le digo, mi voz tan feliz.

“Reece, lo siento pero no puedo seguir así. De cierta forma no puedo acostumbrarme de que seas ciego, lo siento...adiós” me dice y con cada palabra que pronuncia mi alma se destruye y se esparce en millones de cristales rotos, matándome. El sonido de sus pisadas alejarse es el que jamás olvidare. Con ese sonido mi mundo entero se colapsa  debajo de mis pies.

***

Me levanto y me siento sobre el sofa velozmente, el sudor explorando la mayor parte de mi cabeza. Eso fue espantoso. Pesadillas de este tipo evitan que me motive a ir a la escuela.

Columpiando mis piernas para alcanzar a tocar el suelo siento con mi pie, el pelaje de Rider. “¿Rider? Espero que estés listo para que te coloque de nuevo tu arnés” le digo buscando en mi alrededor el objeto después de ponérselo.

Enseguida me levanto sujetando el arnés de la parte superior y usarlo para que me oriente a reconocer de nuevo mi propia habitación, así que tendré que cruzar de la sala hasta el objetivo que es mi cuarto diseñado al igual que mi baño en forma de T, si me topo con cualquier otro dormitorio acabare perdido.  

Libero a Rider del arnés al llegar a mi habitación y agarro mi bastón. Usando mi bastón, me dirijo hacia mi armario. Estirando mi mano primero toco la puerta de madera antes de sujetar la manilla de metal. Muevo mis manos encima de todas mis playeras y se detienen al percibir la sensación de una sedosa. La estiro para que se desenganche y  la volteo para sentir los botones. Sonrío, esta parece ser bastante buena elección. Al voltear encuentro unos pantalones de vestir adecuados, de igual forma los jalo paro poderlos sujetar junto con la camiseta en una sola mano, dejando que en mi mano derecha siga sosteniendo el bastón para ir hacia el vestidor. Al sentir el primer cajón lo abro, investigando con mis dedos los bóxers de algodón. Finalmente tengo todo lo que necesito para caminar hacia el baño, en donde me quito toda la ropa y empiezo a organizarme.

Gracias a Dios mi madre me ha acomodado en lugares adecuados todos mis shampoos y jabones corporales. Al terminar de bañarme es tiempo del reto de cambiarme. Cuidadosamente salgo de la regadera y uso una toalla para secarme mi cuerpo y cabello. Después procedo a cambiarme, lo cual es bastante tardado pero logro terminar.

“¡Reece!” grita la voz de Carter la cual suena desde mi cuarto. Busco y sostengo mi bastón y encuentro mi salida del baño correctamente, provocando que sonría de mueca.  

“¿Si Carter?” Le digo caminando hacia la dirección de donde proviene su voz.

“Te vez muy bien, bueno… ¡Ya es tiempo para la cita!” me dice, alterándome más de lo que estoy.

“Gracias” le digo entusiasmado, pero nervioso, muy nervioso.

Espero que todo salga bien… le voy a preguntar si quiere ser mía. Me estremezco al pensar si me dice que no, intentare no pensar en los que pasaría si votando como mi única opción el podre hacerlo.

“Okay, estoy listo” le digo sonriendo, intentando bloquear mis nervios, a pesar de que mi sonrisa graciosamente haya comenzado a temblar.

***

Las dejare con la duda hasta la proxima semana, estoy enterada de que el capitulo es realmente corto sin embargo estaran extensos los que estan por venir, de nuevo gracias por seguirme, votar y comentar.x  

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora