Reece
Puedo escuchar su respiración y el sonido de papel moviéndose. Esta mañana mi madre hablo sobre como Payton cuidaría de mi. Ella quiere que se siente junto a mí, sin exagerar le comente muchas veces que ¡No necesito una niñera! ¡No tengo cinco años! Puedo cuidarme. ¿Y qué hace ella? ¡Va directamente a contactarla! Fue entonces cuando me despierto debido a ambas voces. Intento hacer lo mejor que puedo para que Payton se vaya, pero la chica es decidida. Tal vez si no le hable se aburra y se vaya.
Mi espalda me comienza a arder, debido a que estuve acostado mucho tiempo. Realmente necesito sentarme. Normalmente hay un control remoto que te ayuda a sentarte, creo. Haciendo movimientos muy bruscos con mi mano intento buscar el aparato, recorro ambas manos en mi alrededor consiguiendo retorcerme ligeramente, lo único que toco son las sabanas de la cama. ¿Qué rayos? ¿Dónde está el maldito control?
“Estúpido control remoto” Susurro
“Um… ¿Reece?” una débil voz me pregunta, debo admitir que suena linda
“¿Qué?” me quejo por el estrés, pero mi enojo no va en contra de ella. Solo estoy tan desesperado de no encontrar el control.
“¿Q-Qué estas buscando?” su distinguida y linda voz pregunta. Puedo darme cuenta de que está nerviosa, no la culpo. Soy un asco. Bueno ya no importa. Probablemente ella piense que soy un ciego desquiciado.
“Quiero sentarme, me asquea estar acostado” digo mientras continuo mi búsqueda
Escucho movimiento y alguien pararse, sus pasos dirigiéndose cada vez más cerca de mí. Unas suaves y calientes manos toman con delicadeza mi muñeca derecha levantándola y después colocándola en donde se encontraba anteriormente. Enseguida estas sitúan en mi mano el control remoto y sosteniendo mi dedo me indica que botón apretar para conseguir sentarme. Presiona mi dedo y siento como inmediatamente me siento y dejo de estar en la estúpida e incómoda posición. Escucho como deja mi mano libre, y toma asiento siguiendo lo que sea que estaba haciendo.
“Gracias” murmuro recargando mi cabeza en la almohada, escuchando su respiración y todos esos pequeños sonidos que causa. ¡Esto es tan aburrido! Siento como si me estuviera volviendo una estatua.
“¿Qué haces Payton? Escucho ruido de papel” digo siguiendo escuchando el mismo sonido, una y otra vez
“¿Sabes quién soy?” me pregunta confundida. ¿Está loca? Por supuesto sí. No le puedo decir eso como si fuera tan simple, probablemente la espante.
“Si, mi mamá siempre habla de ti” digo dirigiendo mi mirada hacia donde ella está sentada, estúpidamente no puedo verla y muestro un gesto de tristeza, no puedo evitarlo.
“Entonces ¿Qué haces?” pregunto supongo que con una mirada triste y agotada.
“Leyendo un libro” dice simplemente y volteo mi cabeza totalmente hacia el techo
“Tienes suerte, otra cosa que no podre hacer jamás” digo sintiendo lastima. Amo leer, descubrir nuevos mundos y ahora nunca lo podre volver a hacer.
“Hay algo que se llama Braille” dice sarcásticamente, me sorprendo. Demonios, ¿Acaba de salir eso de su boca? Nunca pensé que le diría a alguien algo así o que sería sarcástica.
“Como si conociera a Braille” resoplo por mi enojo. Esta loca, ¿Cómo sabría qué es eso?
“Siempre se puede aprender” dice mientras escucho movimiento. Tiene razón puedo aprender ¿Pero cómo?
“¿Y quién me enseñara?” pregunto sintiendo levemente como mi ceja se arquea
“Yo” dice, estoy sorprendido. Ella acaba de ofrecerme ayuda. Ella quiere pasar más tiempo con mi estado de patán. ¿Lo dice en serio?
“¿Me vas a enseñar? ¿Al menos sabes cómo?” digo riéndome entre dientes. Esto de hablar con ella está comenzando a ser divertido, intimidándola aunque no le diré nunca a nadie sobre eso.
“Um... Bueno no, pero puedo aprender. No me causara algún daño hacer esto, supongo” dice como si no le costara trabajo y no fuera nada
“Entonces creo que tendremos que aprender que es Braille” digo mostrando una pequeña sonrisa, enseguida me quedo dormido.
***
“Adiós Payton ¡Gracias, te veo después!” Dice mi madre causando que me despierte. Abro mis ojos y veo obscuro. Solo quiero volver a ver.
“Adiós, si… nos vemos mañana” dice Payton mientras entra su dulce voz por mis oídos
Escucho pisadas acercarse. Mi madre, seguramente se sienta junto a mi lado. “¿Cómo te la pasaste con Payton?” pregunta tomando de mi mano.
“Bien, pero no necesito una niñera cada que te vayas” gruño, nuevamente escucho mas pisadas acercarse.
“Buenas tardes Doctor Grey” dice mi madre en un tono optimista
“Hola, ¿Cómo te estás sintiendo Reece?” pregunto, puedo escuchar sus pies acercándose aun más. Mi espalda me comienza a arder intento sacudirme un poco.
“Bien, ¿Puedo moverme?” pregunto, realmente quiero salir de la cama
“De hecho si puedes, estaba a punto de llamar a una enfermera para que te ayude a caminar” termina de decir, siento como le hace algo a mi brazo
“Gracias” dice mi madre, escucho como se va el doctor y entra otra persona. ¡Finalmente voy a salir de esta cama!
“Hola Reece, soy Tia la enfermera y fisioterapeuta” dice una mujer agradable
“Hola” susurro intentando ser educado. Me refiero ella me va a ayudar a caminar, no puedo ser grosero
“¿Estás listo para mover tus piernas y comenzar a caminar? Sé que quieres salir de la cama” dice bromeando mientras camina junto a mi lado
“Seguro que lo estoy” le digo excitado al imaginar mis pies de vuelta al suelo. Amo caminar y todo lo que tiene movimiento. Amo estar activo. Esto va a ser genial. No puedo evitar pensar nuevamente que saldré por fin de esta cama. Solo me preocupa como lo llevare a cabo con todo el asunto de que estoy ciego.
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El amor es ciego
Teen FictionReece Collins de Washington, el popular de fútbol americano, el mejor lanzador y la estrella principal. Reece tiene el dinero, las miradas asesinas y la familia perfecta. Bueno su vida era perfecta. Ahora conoce a Payton Jennings. Payton se descr...