Canción del capitulo: "Because of you" de Kelly Clarkson
Payton
Sus furiosos ojos cafés me observan. Un paso a la vez, se acerca lentamente hacia mi cuerpo hecho bola. “¡Levántate del suelo pedazo de basura! ¡No tienes valor, de pie!” grita con rabia, mi cuerpo tiembla intensamente, no puedo controlarlo. Logra alzarme con brusquedad.
“P-por favor no” le suplico, el me mira fijamente mientras intento tranquilizar mis sollozos tragando saliva, pero de nuevo se que ocurrirá y las lagrimas comienzan a brotar. Se inclina tomando de mi blusa para lanzarme al duro y frio suelo, dejándome completamente indefensa. Se aproxima y me da un puñetazo en la mejilla. Sin prevenirlo, siento como el agua salada de mis lágrimas brotan con más fluidez.
“¡Lloras como un bebe! ¡Desearía que nunca hubieras nacido!” Me grita dirigiéndose hacia mi rostro, salpicándome ligeramente con su saliva. Con todas mis fuerzas acumuladas finalmente logro mantener mis lágrimas en mi interior. El empieza a golpearme, cada herida más profunda, duele tanto que presiento que el mundo se torna en un color oscuro, amenazándome y envolviéndome.
“¡No!” grito despertándome, dándome cuenta de que fue una gran pesadilla. Después la cruel realidad me acecha, no fue una pesadilla. Fue mi pasado.
Estiro mis brazos y me levanto de la cama, doy un rápido vistazo al reloj, 5:50 am. Lo suficientemente temprano para arreglarme, supongo. Me dirijo con los ojos llorosos hacia mi armario, tomo una blusa sencilla color negra, unos jeans y ropa interior. Sosteniendo estas prendas camino hacia el baño para enseguida desabrocharme mi pijama y adentrarme a una ducha caliente. Intento lavar y alejar todas aquellas memorias amenazadoras, pero termino llorando.
Finalmente las lágrimas se detienen, ahora me encuentro completamente limpia. Salgo con gran ligereza de la regadera debido a que el ambiente disminuye de temperatura increíblemente, no me quiero enfermar, agarro una toalla para secarme y enseguida cambiarme.
Dirijo mi vista hacia mis brazos, con cicatrices al igual que un par de ellas en mi rostro, no se pueden percibir bien a simple vista pero yo las reconozco. Probablemente hoy no será mi día.
Me cepillo con delicadeza mi cabello, colocándolo adecuadamente sobre mis hombros. Ya termine todo lo que tenía que realizar en el baño así que ahora entro de nuevo a mi habitación, sostengo la chaqueta de Reece y me coloco un par de zapatos. Reúno todas mis cosas y bajo silenciosamente, ya que seguramente mi madre se encuentre dormida.
En la cocina agarro un plátano. Se lo que están pensando, ¿Por qué no una manzana?, nope estoy decidida a actualizar nuevas rutinas. Además de que ya se acabaron. Comienzo a pelar la fruta y darle pequeños sorbos a mi agua. Abandono mi casa sigilosamente para adentrarme después al auto, enciendo la calefacción. Hoy hace demasiado frio. Sentada en el asiento del vehículo termino de comerme el plátano, colocando la cascara en el portavasos desocupado. Aplasto el plástico de la botella de agua, dándole los últimos tragos y después la situó devuelta en el otro portavasos. Instalo las llaves en donde se debe, y enciendo el motor para dirigirme al instituto.
Al llegar a la escuela, hago lo mismo de siempre: seleccionar libros y dirigirme a clase. Estando en clase el ambiente parece estar normal, como si nada hubiera sucedido días atrás. El timbre suena, indicándome que recoja todas mis notas y me encamine hacia el pasillo para presenciar del receso, sin prisa, camino hasta mi casillero para intercambiar de cuadernillos. Acomodo el lazo de mi bolso correctamente en mi hombro derecho para dirigirme a biblioteca.
Empujo la puerta de cristal, observo que la mesa de la encargada esta vacía así que solo pasó y tomo asiento en una de las sillas de madera, ubicada en la última mesa del lugar junto a la pared. Analizo el silencioso y vacio lugar, hasta que mis ojos se topan con Jace concentrado en algún tipo de trabajo o ensayo.
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El amor es ciego
Teen FictionReece Collins de Washington, el popular de fútbol americano, el mejor lanzador y la estrella principal. Reece tiene el dinero, las miradas asesinas y la familia perfecta. Bueno su vida era perfecta. Ahora conoce a Payton Jennings. Payton se descr...