Capitulo once: Un libro

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Reece

Debo admitir que me equivoque al decir que no necesitaría de su ayuda, no la volveré a criticar. Fui un imbécil, imbécil, imbécil y de verdad duele recordar cómo era mi actitud. Por otro lado, ahora comienzo a ver el lado positivo de las cosas, empezando por decir que me va muy bien al caminar.

*Primer paseo de Reece*

“Vamos Reece puedes hacerlo” Tia la enfermera dice tomando de mi brazo, me ayuda a caminar estrechamente.

Detesto tener ese sentimiento de querer caminar y no saber hacia dónde te diriges, en donde estas y que es lo que te rodea. No poder ver resulta a veces aterrador ya que nunca sabes si estas completamente seguro o si hay alguien detrás de ti a punto de golpearte.  

“Ahora hay que dar vuelta” Tia dice guiándome paso a paso hasta pasar la esquina. “Siente” dice tomando de mi mano y dirigiéndola hacia una pared. “Cuando toques esto ten en cuenta que es una pared” dice, yo asiento. “Ahora intenta tu solo. No habrá más paredes en el camino, así que no te preocupes por estrellarte. Deja que tu instinto te guie” dice, su mano suelta mi brazo.

Respiro profundamente, doy pasos lentos me guio con los sonidos de mi alrededor y el tacto. Por ahora me siento seguro, me acostumbro y recupero todo el control cada vez camino más rápido, inmediatamente mis manos se mueven alrededor de una parte redonda, no tomo bastante tiempo para darme cuenta de que llegue a una esquina.

“¿Esquina?” le pregunto a Tia dejando de caminar

“Correcto” dice “En este pasillo ya hay objetos, tal vez lo encuentres más complicado de cruzar ¿Quieres seguir caminando solo?” pregunta, no creo que este tan difícil comparado con el pasillo anterior ¿cierto?

“Hare lo mejor que pueda” digo enderezando mis hombros. Vuelvo a tomar aire y comienzo a caminar, mis manos siempre enfrente de mí advirtiéndome que se aproxima.

Sigo mi camino, me estrello con un objeto esto hace que gruña y me asuste. Tia me ayuda a levantarme ofreciéndome su mano.

“Eso fue una cama” dice, vuelvo a gruñir con el aire sobrante, estoy seguro de que ahora si estoy agotado.

“Creo que eso fue todo por hoy” le digo mientras recupero aire. Me enfermiza hacer esto, no puedo hacer nada por mi cuenta. Ni siquiera puedo ir al baño solo.

*Presente*

Así que esa fue mi primera experiencia de caminar como un chico ciego, al principio bien hasta que comencé a chocar con objetos. Cuando camine con Payton fue más divertido. Siendo honesto Payton  no es como yo pensaba. Es realmente persistente y sarcástica pero por otro lado también es muy amable y tierna

Me agrada como es aunque no sepa como luce físicamente. Tengo algunas pistas de como es, pero esto es todo. Ayer al estar con ella fue realmente divertido, amo pelear o argumentar con Payton es lo único entretenido que pasa en el día. Todos los demás caminan a mi alrededor temerosos de causarme algún daño.

“No lastimes al chico ciego” “No lastimes los sentimientos del ciego” Nadie muestra actitud o verdaderas opiniones como antes solían decirme.

Así que ahora estoy acostado en esta incomoda cama de hospital, esperando a que Payton llegue y se siente junto a mi lado. Mi padre y madre tienen trabajo y mis hermanos deben de asistir a la escuela.

No tengo entonces otra opción más que esperar a que llegue ella. Escucho como se abre la puerta crujiente con mi oído que no está recargado en la almohada. Luego se cierra y escucho pisadas acercarse y sentarse.

“Hey, Reece” su dulce e inocente voz dice, puedo escuchar como mueve su bolso

“Hola Payton” digo y sonrió levemente. Espero que no se haya dado cuenta.

“¿Qué escuchas?” pregunta estoy seguro de que esta vez no está leyendo porque no escucho el movimiento de las paginas

Cierro mis ojos pensando en ello “Stop and stare de One Republic” murmuro escuchando la letra de la canción

Stop and stare

I think I’m moving but I go nowhere

Yeah I know that everyone gets scared

But I’ve become what I can´t be, oh

Stop and stare

You start to wonder why you’re here not there

And you’d give anything to get what’s fair

But fair ain’t what you really need

Oh can you see what I see”

“Oh, esa es una buena canción” dice simplemente, puedo imaginarme una sonrisa en su cara. De verdad desearía poder verla. Yo se que ella no tiene idea de lo mucho que significa para mí que no le importen mis sentimientos o como me la estoy pasando.

“Ya lo creo” digo dirigiendo mi mano hacia mi alborotado cabello. Puedo sentir la rugosidad en mi mano. Enseguida escucho como Payton saca de su bolso un libro comenzando a hojearlo. “Sabes que no te tienes que quedar, estaré bien. Cada vez mejoro más con mis practicas” digo intentándole decir que no quiero usarla ni nada parecido. También no quiero que se quede por obligación prefiero que sea por placer.

“Reece, Reece, ya habíamos descubierto que no tengo una vida, así que me quedare” dice puedo identificar el sarcasmo en su voz. Es muy loco como he aprendido poco a poco a distinguir el tono de las voces de las personas como enojado, sarcasmo, etc.

“Como sea” murmuro y dirijo nuevamente mi atención a la música que se sigue reproduciendo

“¡Oh, deja de ser tan gruñón! Si sigues así no te daré tu regalo” dice burlándose. ¿Por qué rayos está hablando de un regalo?

“¿Regalo?” pregunto curiosamente. ¿Qué me habrá traído?

Escucho como sigue burlándose y pone en mi pecho un libro. “Ten, ábrelo” dice, escucho como se sienta. Tomo aire y dirijo mi mano hacia mi pecho en donde está el libro. Lo tomo y lo atraigo más cerca de mi cara, siento la textura de la envoltura así que lo comienzo a desenvolver inmediatamente. Toco la fría portada y las delicadas hojas.

“¿Un libro?” pregunto confundido

“Es Braille para los tontos” dice riéndose entre dientes. Dios, su risa es hermosa. ¿Cómo me acabo de dar cuenta de esto? Es tan linda y difícil de explicar. Comienzo a reír al igual que ella silenciosamente.

“¿De verdad soy un tonto? Fui el número dos en nuestra clase”  digo con mi sonrisa coqueta

“Y yo fui la número uno” dice con un tono juguetón esta vez

“Era de esperarse” susurro mientras escucho su risa entrar en mis oídos, mi corazón empieza a latir un poco más rápido.

“Oh, empecemos a leer Braille” dice agitada, pero aun así su voz es dulce y alegre.

“De acuerdo…no tengo algo mejor que hacer” digo sonriendo. Esto será divertido y probablemente difícil. Esto me dará la oportunidad de molestarla aun más, mi nuevo hobbie. 

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora