DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1

Capitulo 17

    "Estrellas de seis y cinco lados "   

El infierno abrió sus puertas de hierro hacia el príncipe de estas tierras, aún tenía esa sonrisa pícara, traviesa y nada inocente en su rostro, todo típico de un diablo sobretodo del hijo de Lucifer, camino por los caminos ilustrados de sombras y oscuridad hasta llegar al palacio de su padre.

A menudo iba caminando las almas, diablos y otros subordinados inclinaban su cabeza hacia este ser, Deimon por supuesto pasaba de lado y seguía su camino, no se tomaba la molestia de mirarlos, no lo valían, ni un solo segundo de su tiempo.

Soltó un suspiro y saboreo nuevamente sus labios, si, aun estaba ese sabor dulce en sus labios, se detuvo de repente al llegar a las puertas de bronce que daba entrada al trono de su padre.

Tomo las manijas y las abrió de un solo golpe, alzo la mirada lo suficiente para dar con la mirada maldita de su padre, ningún gesto se podía ver ,siempre era difícil saber lo que pensaba o decía.

Su trono que especialmente este había mandado a construir a las brujas consistía en picos negros que salía de suelo y se unían entre ellos hasta legar hasta el techo, en su retorcida mente él era el rey.

—padre. —Deimon dejo caer una rodilla al suelo mientras su mirada se clavaba en su padre, nunca bajaría la mirada ante él,

—espero que sean buenas noticias. —con una movimiento de su mano lo hizo ponerse de pie. —te escucho.

—está hecho, ellos están abajo, solos y sin poderes excepto claro...Destiny. —no se había percatado pero sus nombre salió con un suspiro que Lucifer detecto al instante, frunció el ceño y en un movimiento llegó hasta el haciendo que Deimon retrocediera por la sorpresa.

—le devolviste los poderes a Destiny. —no pregunto. —¿Cómo lo hiciste?

—yo...la bese. —sonrió de lado pero su padre no produjo ningún gesto.

—hay más de una manera para devolver los poderes a alguien que le fue extraído. —Lucifer camino rodeándolo, estaba atento con su aura que emanaba de el cualquier pista que diera sentido a lo que pensara.

Que se enamorar de ella sería lo peor del mundo, tendría que matarlo. Pero...

Nada, no había nada por ahora

—lo sé pero, dada las circunstancias y...y

—no lo digas. —se detuvo delante de él. —te cautivo su angelical rostro, su hermosura sobretodo la hermosa bondad que desprendía. —rio entre dientes.

—supongo, solo deseaba besarla y saber que seria que Gabriel se enterar de ello. —recupero la compostura.

—supongo que sí. —Lucifer se alejó de la. —su madre era así de hermosa o mejor dicho más de que podrían imaginarte. —Deimon era ahora el que estudiaba a su padre. —ella era perfecta, mi perfección. —lo descubrió cerrando los ojos por unos instantes, no sabía que era lo que rodeaba por su mente pero sin duda la madre de Destiny tenía mucho que ver.

—bien, e encargue de todo. —Deimon decidió irse de ese lugar pero su padre reapareció adelante nuevamente.

—espero que tenga en claro tu misión Deimon. —el volteo los ojos. —tienes que acercarte a ella, que les pistas sobre sus pasado y lo que esos perros alados ocultan, quero ver sus límites.

—ya lo sé, es por eso que ideaste todo este plan, sus anillos están con nosotros por lo que no podrán pedir ayuda y mucho menos subir, están atrapados hasta...