DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1

Capitulo 28

"DULCE O TRUCO"

Clavo su mirada en el techo mientras ponía sus brazos bajo la cabeza, suspiro y cerró los ojos dejándose llevar por la paz que ahora tenía pero sabía que no duraría mucho y más ahora que había prometido salir a esa dichosa fiesta de Halloween en el centro de la ciudad.

Simplemente no podía haber dicho no y todo por ella todo se simplificaba a ella; sonrió mientras nuevamente abrió los ojos, el dorado profundo de estos se centró en algún punto del techo de granito, Destiny lo había cambiado sin duda, Mithael había renunciado al amor y siquiera deseaba buscarlo pero la llegada de esa hermosa criatura lo había trasformado en todos los sentidos, lo había hecho experimentar emociones y sentimientos que creyó que nunca sentaría por nadie.

Y eso que ya había estado en esa situación pero con otra mujer a la que creyó amar.

Su sonrisa se desvaneció por completo al recordar el nombre de es rubia: Adrianna una ex soldado, capitana del segundo cielo y que actualmente vivía en el tercer cielo junto con los demás descendientes.

—te ves bien. —giro la mirada al escuchar la voz de Anael, se levantó del sofá evitando tener esas ideas en la mente. —¿usaremos mascaras?. —preguntó al ver la máscara negra que tenía Mithael, este sonrió.

—es Halloween después de todo y estas ocultaran parcialmente quienes somos. —dirigió su mirada a la mesa de la estancia donde estaban tres mascaras del mismo color que el suyo muy bien colocadas. —úsala o no saldrás de aquí. —amenazo, Anael sonrió y tomo la suya mientras se la colocaba.

—al igual que en el reino. —recordó el castaño, Mithael sintió una presión en el pecho al recordar un día como este en el reino de los cielos.

Hace mucho tiempo...

—así es. —no reacciono cuando dejo salir sus palabras en un suspiro pero Anael sabía por qué estaba así. Reconocía sus sentimientos.

—aun la recuerdas. —confirmo pero su voz salió más rasposa de lo que pretendía ganándose una mirada de sorpresa y angustia de Mithael. —fue un día como el de hoy, ambos se conocieron en esta fiesta, ella era una recién llegada y era su primera fiesta en el palacio y tu...

—caí ante ella. —respondió seco. —desde ese entonces no pude sacarla de la mente.

—recuerdo como la vistes. —Anael desvió la mirada a la ventana y vio la luna llena alumbrar el cielo despejado. —recuerdo que no despegaste la mirada de ella en toda la noche, tratabas de no ser obvio pero fallabas colosalmente, hasta que por fin te decidiste a invitarla a bailar y no te despegaste de ella en ningún minuto. —Mithael se levantó del sofá y fue hasta el mini bar de la sala para servirse un vaso de coñac.

—¿Qué vistes en ese entonces?. —pregunto sin quitarle la mirada a su trago, ahora este ocupaba todo su atención.

Cariño, felicidad, quizás inocencia pero sobretodo deseo. —Mithael cerró los ojos, sabia de ante mano lo que era ese...ese estado. —mas no amor. —Anael dio un paso hacia el mientras aún estaba de espalda. —olvídate de ella, tienes a Destiny a tu lado, ella te ama. —Anael estrecho los ojos hacia el centrándose en su energía, en sus sentimientos que fluían de él, rogaba que no sintiera algo por esa mujer.

—y yo a ella pero temo que todo esto me sobrepase y le provoque daño. —dio un suspiro a sentir sus sentimientos.

—entonces cuéntale la verdad. —MIthael voltio hacia él. —dile lo que paso, Daniel ya le menciono de las leyes del reino y que estaba prohibido que una mujer se nos acercara por lo que sé que ella piensa que tu recién empiezas a amar con ella.