DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1

Capitulo 36

"Un presente que se rompe"

La poca luz de la casa alumbraba parciamente el lugar, no era apropósito, si no parte de camuflarse y pasar desapercibida la presencia de Destiny en este lugar; no era bueno para ella que estuviera en estos entornos.

—¿estas lista?. —pregunto Lilith acercándose a ella pero enseguida fue bloqueada por James. Su nuevo protector.

—hasta aquí bruja, no pienso dejarte acercar a ella.

—está bien James, estoy bien, y sé que ellas no me lastimaran. —lo sabía pero no sabía definir porque lo sabía.

—en definitiva. —dijo Lilith combatiendo la mirada con James.—Jamás la lastimaría. —Destiny tomo la iniciática, se levantó de su silla y camino hasta Anna.

—el único motivo por el que estoy aquí es porque quiero saberlo todo, significa que así sea bueno o malo, quiero saberlo. —Anna asintió con la cabeza y tomo asiento en una de las sillas del pequeño comedor, hizo un ademan para que Destiny tomará asiento delante de ella, cuando lo hizo miro hacia el ángel la muerte con una pequeña sonrisa. Todo lo contrario lo demostraba él.

—sigues igual que antes James. —el ángel frunció el ceño. —eras igual de protector con Leah, tan igual lo eres con su hija. Su palabra aunque no lo recuerdes perdura.

—dudo que me conozcas bruja, no establezco relación alguna con su especie. —Anna rio entre dientes y se recostó en el respaldar de la silla de madera.

—se quién eres el ángel de la muerte, el amigo íntimo de mi querida Leah, tú la ayudaste mucho en el pasado. —eso no solo lo dejo confundido a él sino también a Destiny, quien lo miro pero regresó su mirada a Anna rápidamente.

—¿Que hizo él?. —Anna colocó su vista sobre la de Destiny, soltó un pequeño pero hondo suspiro por lo que diría, hubiera querido evitarlo a toda costa pero todo estaba empeorando y lo sería peor para ella.

Lilith vio esa incomodidad y tristeza en su mirada, sabía que Anna podía arrepentirse de hablar, cosa que no iba a suceder. Ya estaba harta de los secretos.

—Destiny, lo que escuches decir a Anna debes tomarlo con calma y no decir nada por ahora a tu padre y a tus amigos. Todo esto es confidencial.

—¿y eso por qué?. —las miro algo desconfiada. —necesitare saber si todo esto es verdad y mi padre...

—tu padre puedo encubrirlo de mil maneras, lo hizo con James. —dijo Anna mirando al ángel. —y también claro con tus amigos, los otros descendientes, así que no sabemos hasta qué punto es confiable. La imagen que tenemos de Gabriel no es la misma que la tuya.

—quieres decir que él es capaz de...¿borrarme la mente?. —entrecerró los ojos a su dirección. No es que no lo creyera es más, lo había oído antes, pero la idea de que se lo hiciera a ella misma le causaba escalofríos.

—es posible, haría cualquier cosa para verse limpio ante tus ojos y si eso significa borrarte la mete una y otra vez, créeme, puede y lo hará. —tragó saliva la ver su mirada fija en ella, no bromaba de ello estaba segura, su vista no había nada que contradijera o la hiciera creer que mentía, todo lo contrario, y eso tenía que admitirlo le causaba miedo.

—está bien, no diré nada. —un increíble nudo se le formo en la garganta, deseaba quitárselo para poder respirar mejor pero sabía que ese nudo seguiría allí hasta que escuchara hasta la última palabra de Anna. Destiny comenzó mover la pierna en su mismo haciéndola soltar un par de veces y crujiendo la madera bajo sus pies, sus manos de pronto se pusieron frías y sudorosas, estaba muy nerviosa. Anna noto esto y sonrió apenas para tratar de tranquilizarla, tomo una de su manos sobre la mesa, a Destiny le sorprendió que estas era muy cálida, o quizás ella estaba muy fría.