Capitulo 10

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Tierra, batalla y alas

Por alguna razón no había podido conciliar el sueño, cada vez que cerraba los ojos en sus pasamientos albergaba a un joven de ojos dorados tal como el oro, no lo negaba era atractivo su ser imponente y duro al igual que ese aire de misterio le gustaba, después de todo a las chicas siempre son atraídas por los misterioso como abejas a un panal.

Pero ahora mismo se arrepentía de no haber pegado el ojo en la noche, se molestaba por estar pensando en Mithael ¡ por dios tanto impacto había tenido en ella¡ no, debía dejarlo a un lado y seguir, después de todo el la ignoraba y jamás la trataría como un igual fin de la historia. Y para colmos de males el sueño como el cansancio estaba pasando factura pero no, aun así no podía dejar sus actividades de lado.

Tenía que volver a verlo, no, eso no Destiny se recrimino ella misma mejor dicho a todos ellos, pensó mas claramente...su nueva familia.

Se vistió con su traje negro habitual de entrenamiento, se calzo lo botines de igual color y se dispuso a salir de su habitación ya se había acostumbrado a despertar más temprano, iba cabizbaja por los entornos no había nadie era aun muy temprano el sol apenas había salido pero algo llamo su atención levanto la vista al notar a un grupo de ángeles vestidos con un típico uniforme que ya antes había visto en los soldaos de Gabriel, estos estaban con su padre hablando y por su expresiones parecía que no era agradable. Gabriel se percato que se hija se acercaba y con un movimiento de sus manos despidió a los ángeles, estos dando una reverencia salieron del pasillo.

—¿sucede algo?. —la mirada penetrante y profunda del arcángel se centro en ella, como siempre sin gestos o alguna emoción.

—si, solo no dormí muy bien. —le resto importancia con un gesto de la mano acompañada de una pequeña sonrisa.

—debes descasar mas, entrenar es arduo y mas para ti que recién te integras a este etilo de vida Destiny. —alzo un poco la barbilla pero sin quietar la mirada en ella. —no te exijas de mas. —con un gesto la invito a posar su mano en el antebrazo del arcángel, ella dudo unos segundos pero al final acepto, este la escolto por los pasillos.

—lo sé, pero...creo que ya me estoy acostumbrado a este ambiente y la paz que hay, es...distinto a casa. —el arcángel la miro de reojo y luego volvió a mirada el camino.

—este es ahora tu hogar, hija. —sintió un nervio recorrerle al pronunciar esas palabras. Pero tenía que aceptarlo, el era su padre.

—sí, lo sé pero...aun no me hago a la idea y... —sonrió de lado. —no sé si algún día lo haga. —confeso bajito.

—es natural, requiriere un proceso al acostumbrarse a un nuevo entorno.

—si sobre todo si ese"entono" es el paraíso. —dijo con sarcasmo sonriendo de lado a lado, el arcángel sonrió un poco mas no dejo esa porte de antes.

—todo a su tiempo, Destiny. —la pelinegra no había olvidado lo que este le había pedido una noche antes, llamarlo "padre" era un paso muy grande, no a cualquiera se le puede llamar así y además ¡él es el arcángel Gabriel ¡ eran una grades palabras que la comprometían con él, afianzando sus lazos de una manera que jamás creyó.

Un silencio incomodo se instalo, ella se mordió el labio tratando de buscar las palabras adecuadas para dirigirse a él.

¿Gabriel? O quizás ¿Papa'? ¡Porque era tan difícil¡. Al final eligió.

—Gabriel tú...me podrías decir algo sobre mi madre. —el arcángel se detuvo y perdió su mirada en los corredores. —¿dije algo malo?. —se soltó del brazo de su padre temiendo una respuesta.

DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora