DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1

Capitulo 38

Un destino con dos senderos

La vida te pone trabas unas muy difíciles de sobrepasar y otras casi imposible que te golpean tan fuerte que apenas te puedes levantar.

La vida puede ser una rotunda mierda para que los que lo tienen un camino fijo y más aún cuando se esta tan confundido que apenas puedes ver uno.

¿Por qué hay mentiras? ¿Por qué hay secretos?

Quizás para ocultar lo malo de las personas, quizás para darle otro sentido a la vida pero...eso solo complica más las cosas, cegándolos de lo que realmente son y de lo que deberían haber hecho.

¿Cómo llego a este punto de su vida?

Quien diría, una vida común como cualquier mundano y de la noche a la mañana todo su vida gira a 360°, de ser una joven de 21 años paso a ser una inmortal hija de un arcángel , enemiga de demonios y brujas.

De una vida cotidiana y sin preocupaciones más que sacar un buen promedio en la escuela, graduarse, trabajar en lo que más amas y luego casarte y formar una familia con, pero no.

Si tan solo todo fuera como antes, si tan solo jamás se hubiera enterado de ser descendencia de un arcángel y una bruja Lancaster. Todo sería tan diferente.

Pero no, la vida y el destino quieren una última prueba para ella. Una elección.

Abrió los ojos con lentitud, le dolía mucho la cabeza parecía que tuviera una resaca.

—Auch. —tomo su cabeza en sus manos, sentía todo dar vueltas se quedó unos minutos quieta hasta que paso el dolor disminuyendo cada vez más.

Miro el lugar donde estaba, dio un suspiro agotado, era su habitación.

Recordó lo que paso ayer, y todo lo que pasara hoy. Se tocó las sienes sabiendo ya lo que le esperaba.

Sobre todo con Mithael.

Dios tan solo pensar en todo lo que le diría le producía dolor de cabeza nuevamente.

—ni modo, Destiny, enfréntalos. —se animó preparándose mentalmente para lo que venía, pero no para lo que seguía, su ropa, toda la ropa que tenía ayer ya no estaba, ahora solo llevaba puesto un pequeño vestido de seda rosa que le llegaba solo hasta el muslo. ¿Quién demonios la había vestido?.

Su mirada viajo desesperada por la habitación, su polera estaba muy bien doblada sobre la mesa en una esquina, rápidamente fue hasta el y reviso en los bolsillos de la prenda, suspiro realmente aliviada de encontrar no solo el espejo si no también los anillos de poder. Le sorprendió que ellos no lo notaran o los sintieran, pero el fin.

Destiny salió de la cama y camino hacia la puerta de la habitación pero algo la sorprendió al pasar por ella. Algo faltaba.

—¿y mi...puerta?. —miro el marco de la pared pero la puerta no estaba allí. Los clavos que la sostenían estaban rotas y otros ligeramente doblados, suspiro y negó con la cabeza, no quería pesar en nada de eso y menos en una estúpida puerta. Ya lo resolvería luego.

Destiny se colocó una bata blanca de cama sobre ese diminuto vestido rosa, camino por los corredores y bajo las amplias escaleras de la mansión, pero algo llamo su atención en todo el camino, todo estaba en calma y en silencio.

¿Dónde estaban todos?, quería saber dónde estaban, odiaba estar sola y aún más en silencio pero era un hecho que no se sentía bien en estos momentos, tenía la boca seca y aun le molestaba la cabeza, quizás era porque no había comido nada en estos últimos días, tanta preocupación y secretos la habían hecho perder el apetito.