Capitulo 35

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"Sin espacio para la luz"

La puerta fue azotada con tal fuerza que los vidrios de su habitación retumbaron de afuera hacia adentro, se limpió las mejillas nuevamente y se apoyó en la puerta evitando a cualquier costo que alguien entrara, estaba molesta y harta de los secretos y más aún si eran ocultados por personas que amaba como Mithael. ¿Cómo pudo engañarla y mentirle a la cara sobre la vida de su madre?, si bien sabía que no era la madre que la dio a la luz y que la trajo al mundo era sin duda muy similar a eso, ya que esta humana sin ser su sangre o familia la crio y amo como si fuera su propia hija.

No solo Mithael, Anael y Daniel la engañaron si no que fue idea de su padre que fuera así, todo esto siempre fue su idea para que nunca descubriera el paradero de su madre humana. ¿Por qué hacerlo?, ¿acaso se trataba de evitar que la amara tanto como a su verdadera madre?, ¿acaso lo que quería era que su amor no superara a la que podría sentir por Leah?.

Algo le decía que no era eso.

De un cosa estaba segura, si podían ocultar algo así de grande e importante había más que podían ocultar y estar mintiendo, pues ahora sabía que ellos también engañaban y mentían. No era del todo mentira que el creador les huera dado sentimientos y valores humanos, no solo lo bueno si no también les había heredado lo malo.

Lilith y Anna podían tener razón después de todo.

—no, por favor ahora no. —como solía suceder cuando perdía el control de sus emociones el humo negro salía de sus palmas inevitablemente y sin su permiso, no sabía controlarlo, nunca sabría hacerlo. No en esta mansión y con todos mintiéndole.

—debes calmarte Dest, solo...cálmate. —se dejó caer lentamente al suelo con los ojos cerrados y las palmas juntas entre sí. Tenía que aprender la propia lección dicha por los arcángeles y sus amigos.

"No confíes en nadie"

—solo respira Destiny. —inhalo y exhaló por la boca

¿Qué secretos aguardaban?

Su corazón estaba descarrilado podía sentirlo a la perfección, este era tal cual una maldita locomotora que iba a más de mil por minuto; se sentía tan mal consigo misma que su cuerpo no tardo en responder, las ganas de vomitar se instalaron en su pecho y se negaban a irse, su calor corporal también había bajado varios grados, enferma podría ser la palabra pero sabía que era algo más fuerte que eso, a lo que sentía era miedo, miedo a ella misma , miedo a lo que le ocultaban.

Desde hace mucho tiempo el castillo Lancaster había dejado de ser el centro de todas las brujas poderosas del mundo, no servía ni funcionaba igual que hace años atrás cuando Leah aún vivía y este castillo era su hogar como refugio de todas las cla...

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Desde hace mucho tiempo el castillo Lancaster había dejado de ser el centro de todas las brujas poderosas del mundo, no servía ni funcionaba igual que hace años atrás cuando Leah aún vivía y este castillo era su hogar como refugio de todas las clases de brujas ya que su magia las mantenía con vida y fuertes ante los enemigos, desde su muerte los Lancaster que habían ya no eran esas poderosas brujas, con poderes ilimitados las cuales les permitían hacer frente a cualquier ser que se les atravesará el camino, ahora eran unas sirvientas que solo calentaban su cama cuando se le antojaba, asesinas de ángeles como humanos para poder darle más poder a este ser, dejándolas con lo más mínimo que podían recibir, ellas solo eran de uso personal de Lucifer y su maldito hijo.

DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora