DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1

Capitulo 37

"La desolación de un ángel"

Sabía que existían mentiras, engaños, falsedades, quizás algunas eran piadosas para encubrir o proteger a alguna persona que podría salir perjudicada; Destiny conocía muy bien las mentiras que le habían rodeado desde que era niña, su madre adoptiva le había mentido haciéndola pasar por su verdadera hija, mientras que no era así; ese fue un acto piadoso, la quiso proteger y dar una familia a una bebe que estaba completamente sola en ese mundo.

Pero esto, todo esto, todo lo que estaba escuchando de su único padre, las mentiras, lo que hizo, lo que le dijo, todo fue solo una mentira, y no una piadosa, no fue para su bien, de eso estaba segura, él había encubrido todos los huecos para que solo él no saliera perjudicado, para que su padre no fuera juzgado.

No juzgaras a tu padre.

De un momento a otro ese pensamiento se le vino a la cabeza, lo cual la hizo molestar aún más que antes, quizás el que hizo esa regla estaba pensando en su padre y en lo que había hecho, después de todo Gabriel siempre fue el arcángel favorito de Dios.

Levanto la vista desde el punto fijo en el suelo, por segundos veía todo nublado, como si una nube de agua estuviera cubriendo su vista hacia James y las otros dos brujas; Destiny parpadeo un par de veces y las lágrimas contenidas bajaron por sus mejillas en el camino que ya se había formado por las anteriores; ya despejada la vista pudo ver mejor a las tres personas que estaban a unos metros de ella, más aún no podía oír nada, solo estaba el latido de su corazón palpitando con fuerza, solo podía verlos moverse, todos hacían gestos con las manos señalándola, eso fue como un Déjà vu, se vio hace años atrás siendo señalada, siendo observada por todos los que la rodeaban, solo por ser diferente, callada, cohibida, temerosa a todo; diferente a ellos era ser extraña, y lo extraño era rechazado.

Lo mismo sucedía ahora, solo que en otro mundo, en otras circunstancias siendo ella una bruja en un mundo de angeles.

Odiaba eso, lo odiaba como antes cuando era solo una humana y lo odiaba ahora, ser tratada diferente era de lo peor.

—Ya basta. —dijo, pero tenía la garganta muy seca para haber sido escuchada. —¡BASTA!. —grito como último recurso, los seis pares de ojos se dirigieron a ella en silencio. —ya no quiero seguir aquí, me voy.

—Destiny. —Anna la detuvo. —sé que no me creerás en lo absoluto, puedo entenderte a la perfección. —Anna camino hacia ella. —se que te sientes confundida pero...—Destiny rio pero sin con gracia alguna, eso estaba completamente alejado de lo que sentía, ella estaba molesta, furiosa y sobretodo cansada de las mentiras.

—tu no sabes nada. —Destiny en un acto de rabia levantó la mano izquierda y  paralizó en su lugar a Anna antes que pudiera dar otro paso. —Mientes, es simplemente imposible. Mi padre no puede...el nunca...

—Destiny...lo lamento, incluso tu madre pensaba lo mismo pero eso fue lo que la...

—¡NO TE CREO¡. —grito molesta y desesperada, fue inconsciente ya que con su poder lo lanzo contra la pared, la castaña golpeo con tal fuerza el concreto que esta se rajo desde su base, desde  el suelo Destiny la comenzó a elevar precisamente del cuello, esta parte de su cuerpo  se hundió como si se tratara de un par de manos aferrándola y quitándole el oxigeno, Anna llevo sus manos a ese lugar tratando de párarlo pero incluso ella no podía hacerlo.

Fue un acto inconsciente y fuera de sí, un acto desesperado y molesto tratando de aferrarse a una idea que le habían sembrado, que le habían introducido haciéndose pasar por la verdad; desesperada trataba de escuchar una equivocación, una falla en esa verdad. Pero en si misma sabía que era verdad.