Capitulo 30

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"Con pequeños detalles la vedad  sale a flote"

Algo, algo dentro de ella había cambiado mas no podía descifrara que era lo diferente, que era lo nuevo que apareció; no solo físicamente si no en su imagen. En su aspecto. ¿Qué era diferente? O ¿Qué apareció?

Destiny soltó un sonoro suspiro y término de vestirse frente al espejo, las cosas estaban muy extrañas y ya con todo lo que tenía en mente no podía conciliar el sueño, cuando cerraba los ojos todo lo que veía eran pesadillas: brujas, demonios e incluso el mismo infierno.

Todo era un caos en su mente.

No podía seguir así, debía buscar una salida o respuestas a lo que le estaba pasando, Anna podía ser la solución a todo esto pero también se arriesgaría por solo supersticiones.

Se arriesgaría a ella misma y a sus amigos

—Destiny. —escucho a su primo llamar a través de la puerta. —¿estas listas?. —volteo al sentir su voz dentro de la habitación, Daniel había asomado la cabeza dejando ver su rubia cabellera y esos bonitos ojos azules claros.

—bajo en un instante. —con esto último Daniel le brindo una hermosa sonrisa del que estaba segura haría desmayar a más de una mujer, pero no era su caso, su corazón era de Mithael y el de su primo sabía que le pertenecía a su castaña que ahora estaba en el reino en compañía de su tía, ambos ya tenían un camino trazado y una persona que los esperaba del otro lado.

Pero deberán aprender una cosa, no todo destino feliz llega a su final esperado.

Destiny se miró por última vez, lucia linda con la vestimenta que había elegido, unos short negros que le llegaban a la mitad del muslo, una polera suelta y unas Vanz plomas que había encontrado; el clima era muy favorable afuera así que no tenía problema con su ropa; por último se hizo una coleta alta dejando unos cuantos mechones y salió de la habitación.

—por fin. —dramatizo su primo. — ya estaba dudando que salieras pronto. —ella sonrió mientras bajaba las grandes escaleras, Daniel la esperaba al final de estas, este vestía una camisa ligera blanca con algunos botones sueltos en el pecho, unos pantalones caquis y zapatos de vestir.

—no exageres, además, no escuchaste que la belleza se toma su tiempo. —llego hasta su lado mostrando una pequeña e inocente sonrisa. —¿crees que está bien? Mithael puede...

—solo será cuanto mucho una hora, te apuesto a que ni se entera que salimos. —Daniel saco de sus bolsillos unos lentes de aviador y se los coloco, tomo la mano de su prima y caminaron por el corredor. — Además ya tenemos nuestros poderes, sabemos usarlo para defendernos, estaremos bien. —Destiny trato de sonreír pero aun así los nervios la invadían.

—¿ A donde piensan que van?. —ambos primos se detuvieron metros antes de llegar a la salida principal, se miraron por algunos segundos y luego a Anael delante de ellos.

—solo iremos a caminar. —Daniel volteo encogiéndose de hombros, restándole importancia a lo que estaban por hacer, Anael no era tonto y conocía muy bien a Daniel, siempre buscaba problemas cuando no tenían la mirada en el, se tomaba muy enserio el papel del ultimo Descendiente, y tal cual como niño se portaba.

—¿vestidos así? No lo creo. —Daniel suspiro con pesadez y se retiró los lentes para caminar hasta él.

—saldremos al centro comercial, necesito algunas cosas. —Anael primero sonrió y luego rio con evidente gracia, ellos sabían muy bien que podrían atacarlos en cualquier momento y la simple idea de salir en territorio hostil estaba por completo fuera de sí, y Daniel lo sabía de antemano.

DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora