Capitulo 40

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"Nuevas amenazas en el paraíso"


—Adriana. —Destiny repitió su nombre suavemente, la mujer rubia le sonrió de lado. —Bueno es un placer tenerte aquí.

—Gracias alteza. No tienen idea de cuanto me alegra estar nuevamente aquí. —Eso llamo la atención de la pelinegra.

—¿Te alegra estar aquí nuevamente? —entorno los ojos hacia sus palabras anteriores. —¿Quieres decir que...

—Yo vivía aquí desde hace mucho tiempo, antes de Vitanic era yo la capitana de la guardia de este reino.

—Nunca me dijeron que hubo una primera capitana, siempre creí que Vitanic era el único.

—No fue así. —una sonrisa nostálgica se dibujó en su rostro. —Pero eso fue hace mucho tiempo.

—¿Por qué te enviaron al tercer cielo? —no pudo dejar pasar esa pregunta.

—Fueron las circunstancias que lo ocasionaron.

—¿Qué paso? ¿hiciste algo malo o prohibido? —sonrió haciendo un gesto, Adriana solo sonrió y desvió la mirada recordando ese momento en que la alejaron del amor de su vida.

—Digamos que sí. —dejo caer los hombros. —Pero fue cosa de dos, para nosotros era lo más normal que se podía hacer pero para ojos de los arcángeles y Serafines era completamente prohibido y claro ambos obtuvimos nuestros castigos, aunque de él fue más cruel. —su mirada cambio radicalmente. —El me protegió incluso con lo más sagrado que teníamos, solo le importaba mi bienestar y seguridad. —sonrió ligeramente ruborizándose, Destiny frunció el ceño e inmediato.

—¿Quién fue...

—Oh, lamentó interrumpir señoritas —ambas miraron a Jael parado sobre unas cercas de madera, Destiny noto como Adriana le sonrió y en ningún momento bajo la mirada así como hacían todos aquí por respeto a ellos; era como si fueran grandes amigos o algo más. Comenzó a creer que quizás Jael era de quien hablaba.

—Hola Jael, un gusto verte y veo que estas sin ningún rasguño. —Adrianna coloco sus manos en su cintura sin perder contacto visual de él, en definitiva, su comportamiento era más natural y amistoso que los demás aquí.

—Adrianna. —Jael hizo un ademan con su mano. —También es un placer de verte nuevamente y más ahora que nunca. —miro a Destiny con cierta diversión en su rostro. Su plan comenzaba y más pronto de lo que hubiera pensado.

—¿Dónde están los demás? —Destiny se comenzó a sentir incomodo y se sentía como mal tercio con esos dos.

—¿Los demás? o precisamente Mithael. —Adrianna lo miro frunciendo el ceño y lo devolvió hacia Destiny.

—Eso importa. —Destiny se cruzó de brazos ignorando sus bromas.

—Bueno, Mithael y los demás de tus amigos están con Gabriel pero no creo que duren mucho luego del discurso empalagoso y cursi que dio Mithael.

—¿De qué hablas? —Jael le sonrió de lado, dio un brinco y en segundos estuvo junto a ellas

—Me parece que Mithael está pidiendo tu mano en matrimonio.

—¡¿Qué¡?. —los ojos de la pelinegra se agrandaron.

—Dime que no es cierto. —logro escuchar a la rubia casi en un susurro, cuando volteo hacia ella esta tenía el semblante pálido y su rostro descompuesto completamente.

—tranquilas, solo está hablando con tu padre de su ¿relación?, creo que así se llama ¿verdad? o así lo dicen en la tierra, tanto tiempo con los mundanos y ya se les pego su forma de hablar.

DESCENDENCIA DE ARCÁNGELES © - Ángel plomo Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora