Capítulo 5

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Capítulo 5: "Una cita."

SAVANNAH:

Era viernes, un viernes muy especial. Tuvimos que cambiar nuestros planes con Marcus para hoy, le habían ocurrido pequeños inconvenientes, pero hoy era el día.

Sentía que moría de los nervios, no tendría que haber aceptado, pero lo hice.

Hablábamos todos los días desde aquella vez que se había quedado a cenar en mi casa "Nuestra primera cita" Susurró él.

Sentía que moría lentamente por dos razones; el volver a tenerlo a mi lado después de tantos años y porque sabía que tarde o temprano descubriría todo.

Espero que te prepares bien para esta noche.
- Marcus.

Debo admitir que estoy nerviosa y ansiosa.

- Savannah.

Seguí corrigiendo los trabajos de mis alumnos, mientras ellos reían y hablaban.

- ¿Por qué esa sonrisa Señorita Clark? - había tenido que cambiar mi apellido - ¿Ya me ha cambiado por otro?

Miré a Edgar y sonríe; debía admitir que el chico era guapo, pero apenas un niño de último año, capitán del equipo de Básquetbol, cabello castaño ondulado y de grandísimos ojos celestes, sin mencionar que era licántropo.

- Cosas mías Edgar... - sonreí - Y sabes que no debes jugar así, un día tendremos problemas por tus pequeñas bromitas.

- Pero.... ¿sabe que usted es como mi crush? - me guiñó un ojo - apuesto a que su hija es aún más hermosa.

Borré la sonrisa que mantenía en mi cara y miré fijamente la pared detrás de Edgar.

- ¿Has terminado tu trabajo Edgar? - negó y su sonrisa también se borró por mi cambio de actitud - Entonces hazlo.

No pronunció nada más y siguió haciendo su trabajo, aunque minutos después se unió a las risas de sus compañeros.

- Como no... Lucy la rata de biblioteca ha terminado primero. - susurró Vanessa, una rubia plástica.

Miré a los alumnos que reían por la ridiculez que había dicho Vanessa y se burlaban de Lucy por siempre terminar primero.

- No te preocupes Lucy, a ellos le costará más terminarlo y dudaría que no te pidan ayuda en el próximo trabajo - levanté la voz - deberán traer mínimo diez hojas escritas a mano de la segunda guerra mundial, con ilustraciones.

Todos comenzaron a abuchear y a quejarse, pero con una simple mirada bastó para que todos quedaran en silencio.

- Así es, quiero el trabajo que les había pedido para el mes que viene, pero ahora lo quiero para la semana que viene.

- Pero... - se quejó Vanessa - no lo habíamos comenzando, esto es injustos.

- Han tenido dos meses para hacerlo querida - sonreí con burla - no me lo traes y no te gradúas.

Le volví a sonreír a Lucy, puesto que ella ya lo había entregado hace unas semanas atrás junto con Edgar. Lucy apoyaba a los alumnos que le costase más la materia y Edgar por tantas presiones que tenía necesitaba de su ayuda.

El timbre sonó y luego de que todos salgan del salón corriendo, junte mis cosas y salí de allí. Por fin había terminado mis horas de trabajo.

...

Recuérdame. [SIMM #2.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora