Recuérdame. [SIMM #2.]

Capítulo 4

Capítulo 4: "Compañía."

MARCUS:

Deslicé mis dedos por el marco de la fotografía al mismo momento que varios recuerdos lejanos venían a mí.

Miré una y otra vez la pareja de la fotografía, ambos estaban acostados en una cama de sábanas blancas, a pesar que la fotografía era en blanco y negro, el chico tenía una de sus manos alrededor de la cintura de la joven, rubia, y la otra mano cubría su rostro; en cambio la chica rodeaba con sus pequeñas manos el cuerpo del joven mientras descansaba su cabeza en el pecho de él.

Un carraspeo hizo que salga de mi ensoñación y mire a Savannah con algo de vergüenza por haber estado hurgando sus cosas.

- Perdón, yo sólo tenía curiosidad...

- No interesa - me miró unos instantes y luego cogió el mismo porta retrato que segundos antes había dejado en su lugar, se quedó allí parada mirando varios minutos la fotografía.

- En verdad no quería ponerte mal...

Tal vez aquella fotografía era de ella con su novio y yo había traído recuerdos a su mente, aunque el hecho de que piense que tenía novio me hacía enfermar.

- Oh no para nada, venía con el porta retrato. - explicó algo nerviosa - ¿Quieres darte un baño? Es por allí. - señaló un pequeño pasillo.

- Si, gracias. - agradecía estar cubierto por una manta.

Luego de un relajado baño salí de allí con una toalla envuelta en mi cintura.

La observé en silencio unos minutos, su cuerpo estaba sentado en un sillón frente a la chimenea y parecía estar perdida en sus pensamientos.

- Ehh ¿Tal vez tienes algo de ropa?

Se giró rápidamente y quedó en shock mirando mi cuerpo, luego de varios minutos niega para sí misma y vuelve a verme a los ojos.

- Ohh claro. - susurró apenada - Creo que puedo encontrar una muda de ropa de mi hermano.

Agradecía que tenga ropa de su hermano y no de algún novio.

- Debería curarte eso - propuso luego de que haya terminado de vestirme -, se ve feo.

Toqué mi cuello y caigo al instante de que tengo un profundo corte allí, un corte que no me había molestado hasta ahora.

Debería haberse curado, pero el corte es tan profundo que tardaría horas.

- No tienes por qué molestarte.

- No es molestia, será rápido.

Caminó hasta mi y con una de sus uñas abre la palma de su mano, la sangre comienza a salir y la extiende hacia mí.

- Debes beberlo, el corte es muy profundo y no tengo lo necesario para curarlo, o puedes ir al hospital.

Poco convencido llevé su mano hacia mi boca y absorbí la sangre con rapidez.

Era una sensación única y embriagadora, su sangre parecía lo mejor que había probado en años y eso que era sangre. Tenía un gusto dulce con un toque metálico.

Traté de mantenerme en pie cuando varios recuerdos azotaron mi mente y la vista se me nubla.

Savannah tuvo de mí y me llevó hasta el sofá.

"Te amo"

No pienses que lo dije en forma de despedida, porque esto no es una despedida, ni un hasta pronto.