Deudas De Amor...

Capitulo 39

Pov Anastasia

Estoy mas calmada al saber que el General Rodriguez me cree inocente pero lo que nunca imagine es que Leyla Williams tenia algo que ver con esto, trato que no se note lo enojada que me siento al enterarme de esto y mas aun que Christian me lo haya ocultado, mientras el despide al General intento mitigar el coraje que siento en estos momentos quitando las ojas secas aun florero, siento sus pasos detrás y no le doy tiempo para hablar

- Por que no me dijiste desde el principio que sospechabas de Leyla?- digo enojada y me doy la vuelta para enfrentarlo,- Me imagino que a ella tambien la enfrentaste, la juzgaste y condenaste como lo hiciste conmigo.- su silencio me confirma que no la enfrento y eso me molesta igual o mas que no me lo haya dicho.

- Si le hacia saber que sospechaba de ella los pondría sobre aviso y ellos podrían huir,- me explica y lo encuentro una razón lógica, entonces por que no me dijo nada,- No te dije nada porque no quería que te alteraras mas de lo que estabas,- canina hacia mi y agarra mis manos,- Creo que con lo que te ha tocado de todo esto es suficiente.- dice con sinceridad.

- No lo hiciste para defenderla?- me mira y esta horrorizado.

- Claro que no Anastasia, Ley la nunca ha sido importante para mi, solo fue un desahogo, no te niego que cuando supe que ella tenia que ver en todo esto quise matarla con mis propias manos pero la justicia se encargara de hacerla pagar por lo que hizo, me perdonas?- dice haciendo un puchero.

- Esta bien,- le digo,- Pero promete no ocultarme cosas, somos una pareja y la confianza es primordial...

Despierto con un deseo inmenso de hacer pis, como puedo salgo del abrazo de Christian tomo el candelabro y voy hacia el servicio, cuando salgo lo veo dormir placidamente y decido ir a la cocina por un vaso de agua, pero también se me antoja algo de comer, encuentro los polvorones que tanto me gustan y me siento a comerlos están deliciosos.

- No me invitas uno?- dice Christian desde el marco de la puerta y me pego un susto enorme.

- Christian me asustaste,- le reprocho y el sonrie mientras se acerca,- Pensé que estabas dormido.

- Estaba,- dice sentandose a mi lado,- Pero no te sentí y vine a buscarte,- besa mi mejilla, toma un polvoron del plato y lo lleva a su boca de una manera tan sexy que se me seca la boca.

- Vine por agua y encontré esto, están deliciosos,- digo para cambiar el rumbo de mis pensamientos y como otro.

- En eso estamos de acuerdo,- dice y seguimos comiendo hasta que lo acabamos, me pongo de pie y llevo el plato hacia el fregadero, cuando me doy la vuelta lo encuentro a solo centímetros de mi, me toma por la cintura, pasa la lengua por sus labios y yo lo sigo,- Me encantan los polvorones pero mi manjar favorito eres tu,- un débil gemido se escala de mis labios cuando me toma por la cintura y me besa con ternura, riega mi barbilla y cuello de besos,- Eres exquisita Anastasia,- susurra en mí oído y muerde el lóbulo de mí oreja haciéndome gemir,- Puedo disfrutar mi manjar favorito?- me mira a los ojos y los veo de un gris intenso cargados de deseo, solo puedo asentir, me toma de la mano y me lleva a la habitación, donde le cedo todo el control de mi cuerpo para que haga con el lo que quiera confirmandole una vez mas que soy suya en cuerpo y alma...

Pov Christian

Con el embarazo el deseo de estar con Anastasia se ha triplicado y he tenido que usar mi imaginación para buscar posiciones cómodas para no lastimar al bebe, le pido que se incline un poco mas y se son tenga fuerte al poste de la cama, acaricio su espalda, masajeo sus nalgas y despacio me introdusco un gruñido se escapa de mi garganta al sentirla tan húmeda y caliente, la embisto despacio, ella se mueve conmigo y sus nalgas chocan contra mi pelvis haciendo que entre todo en ella, masajeo su núcleo y la siento tensarse mientras pide mas, me muevo mas rápido, se aprieta contra mi y con dos embestidas mas nos corremos...

Unos toques en la puerta hacen que abra los ojos, veo los primeros rayos del sol asomarse y mi insaciable esposa dormir placidamente a mi lado, vuelven a tocar, me pongo de pie y busco un albornoz para cubrir mi cuerpo antes de abrir.

- Disculpe que lo despierte Lord Grey,- dice Ramón,- Pero la panadería del Señor Steele esta ardiendo.

- Como paso eso?- digo preocupado.

- No se sabe Lord, el Marques mando avisarle,- me explica.

- Prepara los caballos, voy a cambiarme,- el asiente, cierro la puerta y me visto sin hacer ruido para que Ana no despierte, de todas formas se va enterar pero sera mas tarde...

Cuando llego al pueblo hay muchas personas cargando cubos de agua para apagar el fuego, me bajo del caballo y quito mi chaqueta corro hacia la multitud para ayudar apagar el fuego, veo a Luke, Taylor y Ray haciendo lo mismo, una hora después no hay fuego pero gran parte de la casa quedó destruida.

- Como paso esto?- le pregunto al Señor Steele mientras movemos unos escombros.

- No se, me despertó el olor a humo y ya todo estaba incendiado la casa, la panaderia, todo,- dice angustiado.

- No se preocupe Ray sabe que puede contar con nosotros,- le digo y el asiente con pesar, me imagino que para el tiene que ser muy difícil perder todo por lo que lucho tanto años en solo unas horas.

Evalúamos los daños y luego vamos a la casa, se que Ana se va preocupar ya que nuestra ropa es la llena de humo y al igual que Ray tengo unas heridas en las manos por cargar los cubos.

- Christian llegaste...- dice Ana cuando entramos a la Sala pero al ver nuestra facha abre mucho los ojos y camina hacia nosotros,- Por Dios que paso? Papá están bien?- dice preocupada.

- No te preocupes Annie, nosotros estamos bien,- dice Ray para calmarla.

- Que paso para que llegaran así?

- La panadería se incendio y estábamos apagando el fuego,- le explico, ella lleva su mano a la boca y niega con lágrimas en los ojos, como me gustaría abrazarla pero con esta mugre que tengo no puedo,- Amor no te preocupes vamos a construirla de nuevo, lo importante es que no hubo perdidas humanas.

- Eso es verdad, lo importante es que estan bien,- sonríe,- Ahora a darse un baño los dos que van a ensuciar la alfombra.- miro a Ray y el se encoge de hombros y reímos, por suerte Ana no se preocupo tanto por lo que paso, pero nadie me quita de la cabeza que esto no fue un simple accidente...