Capitulo 19

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Pov Carla

"Mama no te vayas, Mama, te necesitamos, por favor espera, regresa..."

Diesiseis años después me sigo preguntando si aquella voz que me llamo la noche en que abandone a mi familia fue una mala jugada de mi conciencia o de verdad era Anastasia la que me pedía que no me fuera.

Se que ha pasado mucho tiempo y que ya no tengo derecho a presentarme ante ellos, pero Anastasia es mi hija lo único que me queda en la vida, no puedo negar que con Bob fui feliz, tenia todo lo que necesitaba y quería, pero siempre sentí que algo me faltaba, mi hija, debido a los constantes viajes que hacíamos perdí tres embarazos y eso puso a Bob de malas, siempre que podía me hechaba en cara que nunca pude darle hijos, se volvió un hombre inseguro, celoso e insoportable, tres años atras decidí dejarlo para venir a buscar mi hija, pero el enfermo y mi deber de esposa fue cuidarlo hasta que murió, me dejo una gran fortuna y estoy mas que dispuesta de darle a mi hija todo lo que necesita.

Miro por la ventanilla del carruaje y veo que el pueblo a cambiado mucho, hay muchas casa y negocios, al ver estos cambios me da un poco de temor no encontrarlos, estos años les  envie cientos de cartas y de ninguna tuve respuestas, solo espero que estén aquí y que estén bien, que mi hija me perdone y me permita ser parte de su vida aunque no me lo merezca.

El coche se detiene y mis nervios se disparan miro a Juana la mujer que aparte de hacerme compañia todos estos años, es mi amiga y confidente.

- Esta lista Señora?- dice, yo asiento no muy segura pero es ahora o nunca, bajo del coche y la fachada de la panadería es la misma, le pido a Juana y al cochero que me esperen, abro la puerta y al entrar todo mi cuerpo se estremece al ver que todo sigue en su lugar, las mesas, el mostrador, las ventanas...

- Buenas tardes,- dice esa voz tan conocida, mi cuñada viene arreglando su delantal, levanta la vista y cuando me ve la sonrisa que tenia en su rostro se vuelve una mueca de horror.

- Carla...- susurra.

Nos miramos en silencio por unos instantes sin saber que decir o hacer, hasta que una voz nos saca del trance.

- Tia que crees si le decimos que vengan a comer aquí,- las dos miramos en direccion de donde proviene esa voz, veo que detrás de ella viene una hermosa mujer de pelo castaño y ojos azules.

- Anastasia,- susurro, mi niña es toda una mujer, siento como mis ojos se cristalizan, me analiza por unos instantes y mira a Gail de manera interrogativa, esta asiente y cuando nuestras miradas se unen, veo como sus ojos llenos de lágrimas,- Anastasia hija ,- digo e intento acercarme.

- No se acerque señora y yo no soy su hija,-esto último lo dice con rencor y mi corazón se quiebra en mil pedazos.

- Hija por favor, vamos hablar,- le pido.

- Que yo no soy su hija,- dice entre dientes y con lágrimas en los ojos.

- Escuchame por favor,- le ruego.

-A que viene después de tanto tiempo? Ya consiguió lo que tanto queria y que mi padre no podía darle?,- me reclama.

- Ana calmate por favor,- dice Gail.

- De la única forma en que me voy a calmar es cuando esta mujer salga de aquí como lo hizo hace dieciséis años,- dice llorando.

- Pero que son estos gritos?- dice Ray, al verme palidece y se recuesta de pared,- Carla?,- susurra.

- Que le dijiste a mi hija para que me odiara de esta manera Ray?- le reclamo.- No puedo creer que tu...- lo veo recomponerse y su semblante cambia de asombro a enojo.

Deudas De Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora