Cap. VI. Amigos?

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-Esto es para ti- Dijo el chico dándole un collar con un dije en forma de corazón. –Ahí me tienes...- Dijo difícilmente viendo como la chica sonreía y lo abrazaba.

-No debiste molestarte en esto- Dijo la ojiblanca sonriéndole y leyendo la dedicatoria. –Arigatou Neji-niisan- Dijo besando su mejilla.

-Eres mi novia...- Dijo roncamente mientras se cruzaba de brazos, miro de reojo como la ojiblanca de unos 14 años se colocaba el collar, tenía el cabello por los hombros y su cuerpo era muy delgado bastante atractiva para solo ser una niña.

-Neji-niisan... Pronto me cambiaran de instituto- Dijo sentándose junto al castaño. –Iras a verme?-

-Hai... Ya Salí del instituto, puedo ir a verte cuando quiera- Dijo sonriendo, la ojiblanca volvió a abrazarlo y suspiro, el castaño la atrapo por la cintura y estuvo largo rato acariciando su cabello.

-Neji... Yo realmente te amo- Murmuro la chica bajando la cabeza para ocultar su sonrojo.

-Hinata...- El castaño le hablo al oído aumentando su sonrojo y rozo sus labios con los de la chica. –Yo también...- Se sentía a desfallecer, verlo a el, a su amor eterno diciéndole eso la hacia tan feliz. Vio entonces un gran jardín, ya no estaban sentados habían nuevos arboles, todo era algo diferente, no como ella lo recordó desde su infancia.

-Que paso contigo?- Dijo difícilmente la ojiblanca tomando un collar entre sus manos. –No he sabido nada de ti... Desde que me mude-

-Hinata... Simplemente he estado ocupado- Dijo fríamente cruzándose de brazos. –No lo entenderías... Sigues en el instituto-

-Soy tu prometida, tienes que verme... Es tu obligación- Grito dándole la espalda. –Todo en ti son falsas promesas... Desde siempre has sido así-

-Hay cosas más importantes que un compromiso arreglado- Dijo, la ojiblanca sintió un nudo en su garganta al sentir como el castaño se acercaba a ella. –Gomen...-

-Iie... No puedo disculparte... Como siempre- Dijo difícilmente apretando sus puños. –Yo no quiero que vivas para mí... Demo... Por lo menos un poco de interés- Dijo sintiendo como algunas lagrimas corrían por sus mejillas.

-Hay cosas más importantes...- Dijo el castaño sin variar su tono. –Tú sabes tan bien como yo que nuestro compromiso es para beneficiar a la familia...-

-Entonces?... Solo soy una obligación?- Dijo sintiendo como sus rodillas empezaban a temblar.

-Hai...- Acepto sereno sin inmutarse por ver que la chica estaba temblando. –Aunque veo que tu tienes una idea diferente...-

-Urusei...- Murmuro abrazándose a sí misma, una fría brisa hizo bailar su largo cabello, se lo había dejado crecer, le gustaba mas así. Sintió entonces como en sus hombros caían gotas de lluvia.

-Lo mejor será acabar con este compromiso... No sabes mantener la compostura Hinata...- Dijo fríamente alejándose de ella. –Entra pronto sino podrías enfermar...-

"Neji-niisan... Yo... Yo no te he mentido..." Pensaba frenéticamente sintiendo como su cuerpo temblaba ante la brisa y el agua que azotaban su cuerpo, aquellas tormentas sí que eran difíciles, eso era lo malo de vivir cerca de la costa.

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"Es extraño... Es bastante tarde y todavía no hay señales de que les importe que este fuera de la casa" Pensó el pelinegro desde el umbral de la puerta de su habitación, podía verla moverse entre las sabanas.

El Pecado de tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora