Cap. XII. Déjame estar Junto a Ti

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La tarde había pasado relativamente rápido, lo mas cerca que tenían era su nueva casa, y aunque al principio lo dudo no pudo negarles el cambio de ropa a sus amigas, necesitaban limpiarse lo antes posible.

-Vaya! Que casa- Dijo entre divertida y sorprendida la pelinegra tomando la toalla que la ojiblanca le tendía.

-Hay dos baños- Dijo suavemente señalando su propia habitación, tomo a Konan por la muñeca y camino en dirección contraria. –Llevare a Konan-chan al otro, siéntanse a justo de tomar cualquier cosa que deseen para limpiarse- Completo viendo como sus otras dos amigas asentían y caminaban conversando hacia su habitación.

-Tranquilízate- Murmuro la peliazulada soltando el agarre, Hinata suspiro y abrió lentamente la habitación de Sasuke, sus pasos fueron cautelosos sintiendo como la mirada de su amiga la seguían de forma incrédula.

-Pasa- Dijo suavemente abriendo la puerta del cuarto de baño. –Buscare otro shampoo y jabón- Agrego pero la peliazulada le cortó el paso y negó.

-Tranquilízate, solo me daré un baño no te calificare por esto- Sus palabras hicieron que Hinata suspirara cansadamente y se sentara en el piso del baño, Konan solo suspiro y paso cerrando la puerta.

-Es solo que...- Empezó pero se sonrojo y nuevamente se quedo muda, como explicar cómo estaba viviendo ahí, como... La única que medio podría ayudarla era Konan, por algo vivía con su prometido, aunque no fue arreglado era un caso similar.

-Te estás preocupando de mas, a él realmente no le importara si eres o no buena anfitriona- Corto viendo serenamente a la ojiblanca mientras dejaba el agua correr y llenar la bañera. –Son así, deberías concentrarte en algo más-

-Iie...- Negó nerviosa viendo como su amiga empezaba a quitarse sus ropas. –A él no le interesa nada... Bueno... Nada que no sea su compañía- Admitió sintiéndose algo vacía.

-Ya veo- Konan suspiro creando una especie de onda al meterse en la bañera el agua sobrante salió mojando ligeramente la falda de Hinata que sin darle importancia se apoyo en la puerta.

-Es el chico de aquella noche- Confeso sintiendo como la peliazulada se agitaba. –Vine aquí ese día-

-No te llevo a tu casa?- Interrogo algo intranquila, podía ver como la ojiblanca asentía avergonzada. –Te obligo a...-

-Iie!- Se adelanto negando con sus manos frenéticamente. –Exactamente no sé como paso todo demo...- Suspiro viendo fijamente a su amiga. –Si estuve con él- Sus mejillas se calentaban a medida que empezaba a recordar el día que conoció a su futuro esposo.

-...- Un suspiro fue todo lo que escapo de los labios de la peliazulada, lentamente limpiaba su cuerpo el agua caliente parecía borrar el posible malestar que sintiera, vio entonces como una nube pasaba lentamente cubriendo la luz del sol momentáneamente.

-El otoño a comenzado- Agrego luego de algunos segundos en silencio, admirando por la pequeña ventana como la ciudad era cubierta por la sombra gigantesca de tal vez una pequeña nube.

-Hai- Acepto distraídamente poniéndose de pie. –Buscare algo para ti- Dijo tomando las ropas del suelo y poniéndose de pie.

-No debes darle tanta importancia- Dijo fríamente mirando como su amiga se tensaba. –Eso no te cambia como persona Hina-chan... Por algo él no lo dejo en una sola noche- Reflexiono hundiéndose totalmente en el agua caliente derramando un poco más.

"Tal vez... Tal vez tengas razón" Pensó sonriendo tristemente, todavía quedaba algo rondando su cabeza, una duda que tenía muchos días atormentándola.

El Pecado de tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora