Cap. XXXI. Megumi y Natsuko.

272 24 1
                                    

Nuevamente la tensión se apoderaba de su cuerpo, no supo en qué momento se apoyo en la pared junto a la habitación de la ojiblanca, vio distraídamente como un castaño salía suspirando de manera resignada, al parecer estaba cansado de cuidar de la menor de las Hyuuga.

-Uchiha-san…- Una voz a su espalda lo hizo reaccionar, se giro para ver a la persona que le había hablado, encontrándose nuevamente con aquella pequeña mujer de cabellos naranja. –Sera mejor que espere dentro de la habitación- Aconsejo intentando sonreír, Sasuke gruñio desviando su mirada, no tenia realmente ganas de nada.

-Kiba-kun…- Una tercera voz irrumpió en el pasillo haciendo que el aludido que estaba a unos cuantos metros de la habitación de la Hyuuga se detuviera de golpe. –Kiba-kun que ha pasado?- Soltó la mujer castaña que se había detenido justo al lado del pelinegro sin girarse a mirarlo.

-No lo sé… Hanabi-chan esta inconsciente en la habitación- Explico clavando sus ojos en los inexpresivos del pelinegro, podía notar la tensión marcada en sus facciones siempre neutras.

-Nani?- Dijo algo alterada pasando junto al pelinegro para ver el estado de la menor de los Hyuuga.

-Debería esperar dentro…- Insistió nuevamente la pelinaranja pasando junto al Uchiha, debía revisar la condición de la niña. –Ella se altero mucho cuando Hyuuga-san empezó a colapsar- Explico mirando de reojo al pelinegro, este le devolvió la mirada confundido.

-Que sucedió?- Se digno a preguntar separándose de la pared que por minutos le había servido de apoyo, vio como la pelinaranja bajo su rosto dudativa. –Porque no estás en la cirugía?-

-Estaba preocupada- Acepto caminando junto al pelinegro que iba todavía con su mirada seria, estaba empezado a tenerle cierto respeto a esa menuda mujer. –Hanabi-chan estaba muy mal-

-Que sucedió?- Volvió a preguntar girando su mirada, se centro únicamente en la pequeña Hyuuga recostada en el sofá mientras la castaña la acomodaba con mucho cuidado, al parecer le tenían mucho cariño a las hermanas Hyuuga.

-Unos puntos internos se abrieron… Realmente nada de qué preocuparse- Explico intentando desviar el tema, todas las enfermeras del caso tenían estrictas instrucciones de no revelar las verdaderas heridas de la ojiblanca.

-Entonces… Porque afecto tanto a la niña?- Interrogo notando el creciente nerviosismo en la mujer, esta camino hacia la cama empezando a cambiar las sabanas con pequeñas manchas carmesí, debía volver a esterilizar todo.

-Es pequeña Uchiha-san… Se sorprende fácilmente, además empezar a escuchar todas las maquinas sonar la puso nerviosa y ver como su hermana empezaba a toser un poco de sangre la aterro haciendo que entrara en shock- Explico girándose un poco para mirar a la pequeña que dormía tranquilamente en el sofá.

Sasuke solo asintió dejándose caer en la silla junto a la cama, ahora no solo tenía que esperar el resultado de la operación de Hinata sino que además tenía que cuidar a la pequeña revoltosa que solía darle fuertes dolores de cabeza.

-Sasuke-san…- La castaña que había permanecido todo ese tiempo en silencio capto su atención haciendo que el aludido se girara a verla. –Yo… Tengo que ir a decirle a Neji-san lo que paso… Podría…?- Su voz sonó algo nerviosa, la idea de pedirle algo a ese hombre tan volátil realmente podía poner nervioso a cualquiera.

El Pecado de tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora