Cap. XVIII. Tu Inocencia.

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Caminaba distraídamente por el campus de la universidad, esa tarde tenia que encontrarse con su primo y su padre, informarles de la decisión que había tomado, sintió a alguien mirarla con insistencia al otro lado del jardín principal pero dudo en girarse, temía ver algo o mejor dicho a alguien que la obligara a flaquear, esa oscura mirada que la estremecía de una manera casi inhumana.

-Hina-chan no estés nerviosa…- Una voz a su lado la hizo volver a la realidad haciéndola girar totalmente hacia el lado contrario de donde sentía aquella constante insistencia que la llamaba. –Veras que todo saldrá bien-

-Hai…- Dijo tímidamente bajando la cabeza, entre sus brazos apretó una carpeta mientras recordaba que era lo que hacía en aquel lugar, solo por complacer a su padre, excelentes notas, una de las mejores de su instituto, admisión fácil en la universidad más prestigiosa de todo el país, todo por complacerlo para qué? Para que la obligara a casarse con alguien que no quería.

"Que no quiero?... Yo… Que siento por Sasuke-san" Se pregunto al pensar detenidamente en aquello, sus sentimientos habían ido cambiando según pasaba más tiempo con aquel enigmático chico, era tan aislado, tan reservado con sus sentimientos con su propio ser, como podría enamorarse de alguien así.

Sintió una mano en su hombro y se giro sonriendo aliviada al ver que era la peliazulada que la miraba con confusión mientras una feliz pelinegra venia discutiendo con su amiga pelirrosa, las vio sentarse justo cuando sus ojos se toparon con aquellos ojos negros que no cesaban de mirarla.

-Ohayo… Que les parece?... Pensé que sería más difícil…- Comento complacida la pelinegra de gafas captando rápidamente la atención de la ojiblanca, la vio sentarse frente a ella y sonrió tímidamente.

-Es solo estudiar… No es la gran cosa Karin…- Se quejo la pelirrosa sonriendo burlonamente mientras las demás empezaban a reír, el frio empezaba a hacerse más fuerte a medida que pasaban los días, y el solo roce con su rostro la hacía estremecer, pero sin embargo sonrió pensando en lo que vendría después.

-Hina-chan tu qué crees?- Interrogo la castaña haciendo que la chica saliera de su ensimismamiento, desde que se estaba quedando con ella no había hablado mucho, hasta evitaba comer demasiado y parecía estar más débil y pálida según pasaban los días.

-Hay cosas que parecen ser difíciles…- Comento viendo como sus amigas reían jovialmente mientras comentaban lo inocente que podía llegar a ser; Hinata en cambio sintió aquello como un insulto, era horrible que la vieran como la chica perfecta, esa chica que nunca cometería el error de acostarse con un desconocido, esa que era una mentira elaborada en la que llevaba años trabajando, fingiendo ser feliz.

-Dime… Acaso tu prometido te permite ser así?...- Se burlo la pelirrosa mientras las demás miraban a la ojiblanca con curiosidad, era una pregunta indiscreta, Hinata solo se sonrojo al momento de entender lo que intentaba preguntar y bajo su rostro haciendo que las chicas se escandalizaran preocupadas.

-Hinata!- Dijeron al unísono la castaña, pelirrosa y la pelinegra, Hinata solo se sintió peor y bajo aun mas su rostro apretando sus manos sobre su delicado pantalón, sentía demasiada vergüenza al saberse descubierta, pero entonces lo sintió, la calidez de una mano sobre las suyas.

-Es algo natural… Si él empezó a gustarte…- Defendió la peliazulada sonriéndole mientras las demás miraban incrédula a la ojiblanca, las dudas empezaban a aparecer en aquellas ingenuas cabecitas mientras Hinata solo se preparaba para más vergüenza.

-Acaso tu y el…- Empezó la pelirrosa sonrojándose mientras era cortada por la risa nerviosa de la pelinegra.

-Demo… Tu nunca estuviste con Neji verdad?... Significaría que este chico…- Se cortó esperando que la ojiblanca hablara, en su lugar Hinata solo sentía la vergüenza tornar todo su rostro en un tono rojo intenso mientras las preguntas de sus amigas flotaban en el aire.

El Pecado de tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora