Cap. XXI. Otro cambio; Una Lucha de Ingenio.

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Había terminado de ordenar su habitación, la verdad que aquel lugar había sido de mucha ayuda, aunque casi siempre se encontraba sola no era incomodo para ella, mucho menos disfrutar de aquellos amplios paisajes, suspiro apoyándose en el marco de la ventana, amaba admirar aquel manto blanco cubriendo todo lo que podía alcanzar su vista.

-Hina-chan!...- Escucho al otro lado de la casa, sonrió y salto para atender al llamado, por aquella razón era que había estado ordenando, la primera nevada, siempre las compartía con ellas, técnicamente no sería la primera pero eran esos días en que el invierno dejaba solo mantas de nieve por algunas horas.

"Sasuke-san…" Pensó de golpe justo al detenerse delante de la puerta principal, sintió el calor acudir a sus mejillas, la noche anterior había podido compartir como antes con el pelinegro, añoraba aquella compañía, se sentía algo vacía sin él.

-Hinata!- Un grito la exalto y la trajo de golpe nuevamente a la realidad, vio como las sombras al otro lado de la puerta se movían impacientes y solo pudo sonreír ante aquello, a pesar de todo sus amigas no habían cambiado.

-Matte onegai…- Murmuro al momento de abrir la puerta, se inclino levemente mientras sentía como su cabello era acariciado con cierta ternura, sonrió para sí subiendo la mirada, encontrándose con aquellos ojos azules que la tranquilizaban siempre.

-Sugoi!... Esta casa es gigantesca…- Dijo sorprendida la pelinegra haciendo reír a las demás, la pelirrosa llego hasta donde la ojiblanca y le sonrió tomándola de la mano para terminar de entrar en el lugar.

-Así que tu cuñada termino aceptando esta idea?- Murmuro la peliazulada que estaba junto a la pelinegra intentando controlarla, Hinata admiro como la pelinegra veía con cuidado cada pieza de aquel lugar, se sentía incomoda por sentirla juzgando aquello, por encima de todo no en vano era la hija de la mejor decoradora de interiores en el país.

-Hai… Esta noche no podrá llegar… Su compañía la tiene demasiado ocupada- Dijo algo mecánica mirando distraídamente a su alrededor, conocía tan bien aquel lugar, le había tomado cariño demasiado rápido.

-Estaremos solas?- Murmuro la pelirrosa algo nerviosa, Hinata solo asintió algo confundida, escucho la tenue risa de la pelinegra y espero. –Pensé que tu prometido estaría por aquí… Digo corren rumores que es muy protector…- Concluyo con una sonrisa bastante enigmática, pero nada maliciosa.

-Nani?- Logro articular sin entender que era lo que estaba sucediendo, miro alternadamente a sus amigas y todas empezaban a sonreír de una forma algo impropia de ellas, cosa que la empezaba a alterar.

-Hinata… En qué mundo has estado viviendo?- Interrogo la pelinegra soltando su bolso y caminando hacia la ojiblanca. –Todos en la universidad saben que corren peligro si se acercan demasiado a ti, sobre todo esos chicos que te miran constantemente-

-Nani?!- Dijo algo alarmada por lo que empezaba a escuchar. –Es una broma verdad?- Pregunto viendo con tristeza como sus amigas empezaban a reír más fuerte.

-Uchiha-kun se encargo de informar claramente que no deseaba que nadie viera de más a su prometida… Hinata, el ya oficializo su compromiso por toda la universidad- Explico la peliazulada, la ojiblanca sintió el peso de aquello caer en sus delicados hombros, se tambaleo un momento pero no por molestia, sino por miedo, la rubia debía estar enterada de eso.

-Estas bien?- Interrogo la castaña, había estado callada hasta ese momento, solo admirando aquello con diversión, debía admitir que la situación de su querida y delicada amiga era realmente de película.

-Ha… Hai… Demo, es difícil de creer… Es… Es cierto? El… Digo Sasuke-san… Realmente hizo eso?- Dijo algo nerviosa tartamudeando viendo como sus amigas sonreían, sintió como unos brazos rodeaban su cuello intentando aliviar su creciente incomodidad.

El Pecado de tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora