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La música que puse al día siguiente me despertó, justamente a las 9 de la mañana, un domingo... No hay clases. No me hace sentir nada, simplemente no quiero pelear con Jack, ni quiero ver a Chris; quiero estar neutra, para ir el lunes y hablar con Jack.

Apagué el equipo de sonido y fui a baño, me encerré y me miré en el espejo, me pregunté: ¿Qué veo ahí? Una chica ojerosa, muy despeinada, con la cara demacrada y con los ojos rojos de tanto desvelo. Sentí frío, el día estaba nublado. Me bañé y me arreglé para seguir encerrada en mi cuarto.

No pasaba nada extraordinario, yo sólo leía el libro acostada en mi casa, pero me interrumpió el timbre de mi celular con un mensaje... De Chris.

''Hola, Ana... Oye me gustaría que saliéramos un rato, no sé, supongo que es una buena idea. Te espero en el faro, no te demores. ''

No iré, no quiero salir, ya lo dije, no quiero hablar con él, quiero estar sola. Mejor saldré a caminar un rato, quizá pueda distraerme. Me coloqué una chaqueta larga de lana y salí de mi casa y justamente el cielo estaba muy oscuro, iba a llover.

Mi cabello me cubría la cara, tenía mis manos dentro de los bolsillos, cubriéndolos del frío y caminé por todo el barrio. Estaba solo, no habían personas, era mejor. Caminé hasta llegar a una fuente con bancas alrededor; saqué un cigarrillo de mi chaqueta y me senté en una banca de esas, lo prendí y me relajé.

Con un día nublado, una calle sola y buen ambiente para mi, ¿Qué más puedo pedir?... Pero, detrás mio estaba parado alguien, lo sabía pero no miré para atrás, me dio miedo, podía sentirlo. Cuando sentí  que se sentó a mi lado. Lo miré de reojo, cabello largo que cubría su cara, chaqueta larga negra, y alto... Jack.

—¿Qué no te han dicho que salir sola a la calle es peligroso? —Preguntó sin mirarme, ni yo a él.

—Es peligroso para el que le tenga miedo al peligro. —Respondí seria. —Eso no debe preocuparme.

—¿Qué te sucede? —Jack me miró. —Te noto un poco mal.

—No tengo nada, quiero... Quiero... En realidad nada.

—¿Estás así por lo que te dije ayer? —Preguntó Jack.

—No, no es nada de eso... —Respondí, pero sí, me sentía mal porque quería estar cerca de él, pero no cerca de distancia, si no... Ah, no lo sé.

—¿Aún me quieres? 

—Jack...

—Perdóname, no quise hablarte así, pero... Estaba enojado, sabía que si seguía así hubiera sido peor, te hubiera hecho sentir mal y no quiero eso, por eso me fui y lo dije... Pero no sabes cuanto quería salir y buscarte, abrazarte y sentir que nada había pasado.

—¿Aún más mal?

—Lo siento, Ana.

—Jack. —Boté el cigarrillo y me paré. —No quiero estar así más.

—Yo tampoco. —Jack también se paró de la banca y me abrazó por la cintura, quedando él agachado. 

Jack estaba feliz, se le notaba. Yo ya me sentía mejor. Todo es mejor cuando está bien. Jack y yo salimos a caminar más; yo caminaba a su lado y me di cuenta que estaba más alto, ya le daba por los hombros y me sentía más enana de lo normal. Mientras caminaba con Jack, dos chicas lo miraban muy coquetas, como si quisieran ir al lado de él, cuando Jack las vio, sacó la mano de su chaqueta y tomó la mía, me sorprendí y lo miré, es la primera vez que camino agarrada de su mano, solo he corrido pero así, no.

Me coloqué muy roja, parecía un tomate... Jack sólo sonreía, se veía muy lindo y más con su cabello de lado, lo tenía liso. 

—Ana, ¿Qué has hecho este fin de semana? —Preguntó Jack.

—Pues... No, nada interesante, estudiar.

Cuando le respondía a Jack, mi celular sonó y era una llamada de Chris. Jack miró extrañado mi celular, yo me puse nerviosa, no quiero otra pelea con Jack, suficiente dos días.

—¿Por qué te está llamando él? —Preguntó Jack un poco enojado. —Contesta. 

—Está bien.

Cogí el teléfono y le contesté.

—¿Sí? —Pregunté.

—¡Ana! ¿Dónde estás? Te estoy esperando.

—Ah, Chris. —Cuando lo dije, Jack me miró rayado. —Yo, no iré... 

—Estás con Jack, lo sé... Te estoy viendo.

—¿Qué?

—Sí, estás con él... —Respondió muy cortante. —Estoy en la esquina.

Bajé el celular y lo vi parado cerca a una reja con una chaqueta negra y me miraba fijamente; Jack al verme también miró a la esquina y lo vio.

—¿Ese es Christian? —Preguntó Jack un poco enojado. —Joder.

Christian se acercó lentamente caminando, cada vez más se veía enojado, miraba a Jack con mucho odio y se notaba que había fumado marihuana. Sí, el fuma eso. Así que no estaba en sus cinco sentidos.

—¿Enserio, Ana? —Christian fue directo. —Me cambias por Jack, ¿¡Enserio!?

—¿Algún problema? —Preguntó irónico Jack. 

—¡Si! ¡Todos los problemas de este mundo! —Chris se alteró. —¡Tú eres el problema! ¿No ves?

—¿Estás drogado? —Preguntó Jack.

—¡Eso no va al tema! —Respondió Chris. —¿Por qué siempre eres tú? ¡Yo la quiero a ella!

Chris empezó a reírse y al mismo tiempo se puso triste; estaba realmente jodido. 

—Ana, vamos... —Dijo Jack tomando mi mano. —Es ridículo que sigas viendo este show.

—Pero Chris...

—Déjalo, mejor vamos.

Me dio tristeza dejarlo ahí, llevado de las drogas... Sé realmente que la combinación de amor, tristeza y drogas no van de la mano, su resultado no es bueno.

En sus ojos podía ver todo lo que había lamentado, en su expresión se notaba cansancio. Era realmente triste verlo así, sí siempre está sonriente, lleno de felicidad. 

Jack notó lo preocupada que estaba, sólo me miraba, hasta que me preguntó:

—Ana, ¿Tú me quieres?

—Sí, Jack, ¿Crees que no?

—¿Qué sientes por Chris?

—¿Por qué preguntas eso?

—Sólo quiero que me respondas. No te diré nada.

—Yo lo quiero a él, pero como un amigo, es más... Como otro hermano. —Respondí, Jack sonrió y me evitó la mirada. —Ahora, responde.

—No soporto verlo así, es tan estúpido que me produce lástima. —Comentó Jack. —¿Por qué te preocupas por él?

—Porque sé lo que se siente... Lo viví, mi espejo estuvo muy cerca... Sólo quiero ir y que sienta que yo estoy con él... No de la manera que él quiere, pero que sienta que tiene una amiga por mi parte.

—Qué estupidez haré, joder. —Comentó y bajó la cabeza. 

—¿Eh?

—Míralo, da pena. —Siguió comentando. —Ana... Ve con él. 

—¿¡¡Qué!!? —Me tomó por sorpresa. —No estarás bromeando, ¿O sí?

—No, ve rápido. 

Miré a Chris por un segundo... Estaba parado con las manos en su cara y su cabello también, se veía aún más mal, no lo puedo soportar.

Le dí un abrazo a Jack y fui donde Chris, cuando él me vio se destapó la cara y puso una sonrisa. Me tranquilizó. Le dí un abrazo fuerte y me recosté en su pecho.

—¿Terminaste con Jack? ¿Ahora soy yo? ¿Ana? 

—No, Chris... Sólo quiero que sepas, que me tienes como... Una persona con la que puedes contar, te quiero, amigo.

Ana Moon #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora