Un nuevo día, de nuevo me encuentro aquí, con la moneda del azar en mi mano. Mi destino, o bueno, eso es lo que creo. Me levanté de la cama y fui al baño, me cepillé los dientes y me tocó bañarme ya que estaba llena de sudor, seguramente me dio fiebre o algo así.
Ya arreglada bajé a desayunar, mi mamá me esperaba con un desayuno como para tres personas.
—Buenos días, Ana. —Me saludó mi madre y mi padre, los dos estaban en la mesa. —Siéntate acompáñanos; debemos decirte algo.
—¿Pasó algo malo? —Pregunté un poco nerviosa.
—No, tranquila, siéntate.
Me senté y moví un poco el desayuno, para enfriarlo.
—Ana, tu padre y yo volvimos y vamos a renovar los votos matrimoniales. —Dijo mi madre, tomando la mano de mi padre muy feliz. —¿Qué piensas?
—¿¡En serio!? —Pregunté muy contenta. — ¿No están bromeando?
—No, Ana... —Respondió mi padre. —Nos dimos cuenta de los problemas que nos separaban, también me di cuenta que amo mucho a tu madre y no la quiero perder. Tomaré un retiro para dejar de ser un alcohólico y mejorar para darles una mejor vida a ti y a tu madre, después de que vuelva, renovaré los votos con tu madre.
—Oh por Dios, no lo puedo creer.
—Créelo Ana, Vamos a ser la familia que eramos antes, sólo que sin tu hermano...
La expresión de todos cambió, creo que todos nos acordamos de mi hermano, sé que esto hubiera sido la mejor noticia del mundo para él, siempre lo quiso, pero es tarde.
—Si, lo sé. —Respondí.
Me llevé cuatro cucharadas rápidas a la boca y miré la hora.
—Me voy, los quiero.
Tomé mi mochila y salí a coger un taxi, ya que mi moto está en la universidad.
Cuando llegué me tocó entrar rápido a la clase, pero llegué tarde de nuevo y me cerraron la puerta, no me dejaron entrar, joder. Y no hice el parcial, creo que perdí este semestre, joder... ¿Ahora qué haré?
Fui al campus y me senté en una banca furiosa, prendí un cigarrillo y empecé a pensar en qué haré para no perder este semestre. Cuando aspiré el humo, sentí como mis pulmones se cerraron y no dejaron pasar el aire, me ahogué. No podía respirar, me sofoqué, estaba muy desesperada, hasta que perdí el conocimiento.
...
Desperté en hospital universitario, estaba sola, acostada en una camilla, un poco mareada y cansada... Se me dificultaba mucho respirar, por Dios... ¿¡Qué tengo!?
Poco después entró un profesor de la facultad de medicina.
—Oh ya despertaste. —Dijo el profesor. — ¿Cómo te sientes?
—Mal, casi no puedo respirar, ¿Qué me pasa?
—Pues, realizamos unos estudios en tus pulmones y los encontramos muy afectados tras el humo del cigarrillo. —Respondió el profesor. — Te asfixiaste porque un pulmón está fallando, el izquierdo, pero... Tememos que haya dejado de funcionar por otra razón que no es el humo del cigarrillo.
—¿Entonces...?
—No podemos hablar sin hacer primero el examen y resolver nuestras dudas.
—¿Pero que sospechan?
—Lo siento, no podemos hablar.
—Esta bien.
—Entonces, acompáñanos a la sala, vamos a hacerte una tomografía y un examen de sangre. —Dijo el profesor.
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Ana Moon #Wattys2016
أدب المراهقينLa vida de una chica casual... ¿Casual? Si, la definición de la normalidad es la rareza, ¿Qué? Y ajá, aquí no se trata de comprender. Te invito a descubrir la ''Casual vida'' de una chica de 17 años. Amores, risas, música y algo más, ¡no te lo p...