Me gustas, Ross. ➸Ross Lynch

❝Me gustas, Ross❞

Portafolio listó, la junta para organizar el próximo desfile listo, algo faltaba pero no sabia con exactitud que era. Mi semblante en el espejo no era mucho de admirar, se notaba su estrés con su trabajo, pero no iba a negar que le encantaba el trabajo que le ofrecieron.

Empiezo a mover todo mi maquillaje, encontrando un tono que me acentuará bien, y realmente rogaba no llegar tarde a su junta.

—Mierda...

Murmuró buscando mi portafolio, juraba tenerlo listo en la noche, miro mi celular y me doy cuenta de la hora, niego tirando mi almohada a otro lado, agradezco internamente al ver el plateado portafolio.

Salgo de prisa de mi habitación, para caminar hasta el elevador y rogaba que bajará rápido, más ahora que tenia que llegar cuanto antes, el elevador estaba por cerrarse cuando un cuerpo impide ello, dejando revelar a James Lewis.

—Hey Hazel. —el se inclina a besar mi mejilla, sonriendo y no puedo estar más encantada con sus hoyuelos.

Pero era solo un compañero de piso y trabajo.

—¿Te quedaste dormido?

Pregunto apoyándome en una esquina del elevador.

—Si y por lo que veo tu también.

El me mira con su típica sonrisa, que me agradaba.

—Bueno si pero no.—Él me mira confundido.

—¿Que?

James empieza a reír, y yo hago lo mismo.

—Me levante temprano tarde alrededor de treinta minutos en bañarme y para el colmo no encontraba mi portafolio.

Yo levantó mi portafolio riendo, el me mira estaba por hablar pero el elevador se habré, yo camino a su lado para observar a las personas hospedadas en el hotel caminar de un lado a otro, sonreí y camine hacia la salida al dar un paso afuera del hotel me dio un poco de frío, ocho cincuenta de la mañana. En realidad acá en Francia siempre siento un poco de frío.

—Joder—Dejo mis cosas en la parte de atrás de mi auto el cual había logrado con su trabajo y ayuda de sus padres en estos tres años. —¿Sucede algo?

—Mi auto se arruino, tendré que llamar para que lo vengan a recoger y arreglarlo.

—Yo te llevó al trabajo si gustas.

James limpia sus manos y me mira.

—¿Harías eso por mi?

—Oh vamos, eres una de las primeras personas que conocí en Francia, no podría dejarte acá.

El me mira con ternura, para caminar junto a mi hacía el auto.

El camino hacia el trabajo estuvo en silencio pero ese silencio era cómodo, y le agradaba, esa sensación sólo la había sentido con... El rubio.

—Llegamos.

James termina de hacer sus llamadas respectivas para que recogiera su auto, el me mira y se acerca a besar mi mejilla antes de dirigirse a su oficina.

—Abril. —Sonreí la chica levantó la mirada y me sonrió.

Castaña alta buen cuerpo, ojos verdes, la chica era realmente bonita.

—Señorita Wesley buenos días—Dice ella levantando unos papeles. —Los señores Meyer ya están en la sala de juntas ¿Lista?

—Lo estoy.

Suelto un suspiro antes de entrar y lograr este contrato y esta empresa sera la mejor en Francia

— Buenos días.— Todas las miradas se posaron en mi.

Y se sentía segura.

La junta duro alredor de dos horas, pero sabia que el tiempo hania valido la pena. Yo estrecho la mano de los señores Meyer para ellos retirarse.

Yo giro a todos los trabajadores los cuales me veían con una gran sonrisa, y no me puedo sentir más satisfecha.

—Esa es mi chica.—Empiezo a reír al sentir a James abrazarme. —Estoy orgulloso de ti.

—Me hace feliz escuchar eso.

Demonios, juraba que la sonrisa que tenia era de coqueteo.

—Que hermosa eres.

James acaricia mi rostro y yo me sonrojo al instante.

—Se que es demasiado sorpresivo, pero muchos de acá saben que me gustas demasiado.—Mi respiración se acelera al escucharlo. —¿Podrías hacerme el hombre más feliz y aceptar ser mi novia?

Yo coloco mis manos en su rostro, y sabía que James era gran persona, y lo había logrado conocer bien, sabía cómo era y le encantaba la idea de ser novia de él.

—Si.

El une sus labios con los míos, mientras se escuchaban muchos aplausos.

James Lewis era increíble.

Y le gustaba.

VERSIÓN 2018