Veintiuno

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El rubio camino hacia el comedor del hotel, Hazel no le queria hablar, pero dios mio solo fue un beso nada grave ¿O si? Esa pelirroja de mierda ¡Es su maldita culpa! Solo quería pasar unas buenas vacaciones y el próximo cumpleaños de su chica pero fue todo lo contrario, solo en problemas se basaba todo este viaje, estaba pensado en alejarse de ella, Hazel no lo amaba el solo jugaba con el. «ella te ama entiendelo, pero tu jodes todo»

Ross era muy terco y si el decia que Hazel no lo amaba tenia que ser cierto, cosa que es todo lo contrario.
Ross se sento en una mesa alejada de todos pero tenia buena vista de saber que hacían los demás, ordeno y se dispuso a mirar a todos.
Giro su mirada hacia la entrada y ahí se encontraba su chica le sonrió al hermoso mesero que le sonrio a la rubia coqueto, el rubio apretó los puños, odiaba eso y peor si le coquetean a su mujer.

—Disculpe—Llame la atención del mesero.

—¿Si?.

—¿Le gustaria reconciliar a una pareja?—Lo miro extrañado—¿Visualiza a aquella chica?—El asintió.

—Es hermosa—Calma Ross, controla esos celos.

—Es mi prometida pero tuvimos una leve pelea y la extraño ¿Podria traer su comida para aca? Igual la mia yo ire al baño y la sorprendere ¿Si?—El mesero asintió sonriendo.

Por otro lado Hazel tenia su mirada en el celular, quince minutos habian pasado desde que habia ordenado, la rubia no era esa chica la cual es desesperada pero tenia hambre eso era lo que tenia.
Visualizo a un mesero a unas mesas, elevó su mano y llamo la atención del mesero.

—¿Si?—Se acercó.

—¿Donde está mi comida?—Lo miro—Hace quince minutos que la ordene.

—En la mesa diez—Sonrió y se retiró, Hazel se levantó y miro por todos lados hasta que la encontró.

¿Que hacia su comida en aquella mesa?

Se acercó a la mesa, era algo alejada de todos ¿Por que?, se sentó, ya estaba su alimento en la mesa pero lo extraño era que habia otro plato enfrente se iba a disponer a pedir una explicación cuando un rubio que amaba con toda su alma se posicionó enfrente de ella.

—Ya nos trajeron la comida, amor—Ross se sento enfrente de ella.

—¿Tú? ¿Como no se me ocurrió antes? Vete a la mierda, Lynch—La chica se iba a levantar cuando Ross la agarró de la mano y la obligó a sentarse.

Hazel giro su cabeza y vio que la mesa que ella tenia la estaba ocupando una pareja de ancianos, todo el restaurante estaba lleno, miro a Ross que comia plácidamente no le quedo de otra que ella comer, no era tan incómodo como ella pensaba, estaba por terminar y retirarse de ahí cuando una mano en su pierna empezó a subir hasta su feminidad, Ross.

Ross tenia una mano acariciando la pierna de su chica, ella se tenso, se excito mas bien, Ross sabía como ponerla ¿Quería jugar? Ella le daría su juego.

—Ross ¿Puedes quitar esa mano de ahí?.

Río.

—¿Por que? ¿Te excite?—Bromeó Ross, le encantaba jugar y que mejor que con ella.

—Si, pero quiero ir con otro hombre ya sabes, sexo intenso—Ross gruño.

Nadie tocaba a su chica, ella era de el y el de ella ¿Por que nadie lo puede entender? Le demostraría quien era su dueño.

—¿Quieres sexo intenso?—Ross la beso—Yo te dare sexo intenso... ¿Sexo? Te hare el amor, mi amor.

Hazel se quedó muda, «desataste a la feria, Hazel» Ross la tomo de la mano, pagó por la comida, y los dos se dirigieron hacia la habitación, los dos subieron al elevador __ no se inmutó estaba sorprendida y enojada.

—Tu solo en sexo piensas, Ross—Grito dentro del elevador.

—¿Yo? Tu mencionaste sexo yo solo quería conseguir tu perdón ¿Es mucho pedir, amor?—Ross la acorralo en una esquina del elevador.

Hazel lo empujó el se tambaleo, era cierto ella habia mencionado sexo primero pero solo era por jugar un poco.

—Nosotros no tendremos sexo, haremos el amor—Ross susurro cerca de sus labios, paso su lengua por ellos, los dos se excitaron más, era impresionante lo que se podían causar.

Las puertas se abrieron, Ross la agarró de la mano y la llevó a su habitación.

Ya dentro Ross la tomó de la canderas y la llevó hacia una esquina de su habitación, Hazem enrrolló sus piernas ya desnudas en la cadera de Ross, Hazel solo llevaba un vestido de flores y unas sandalias a juego bueno estos ya estaban tirados en algún lugar de la habitación, Ross como pudo se quito su camisa y su short de cuadros, el como Hazel traia sandalias, en Miami habia mucho calor en todos sentidos y en esa habitación no era la excepción.

Ross beso su cuello, ella se tenso era maravilloso todo lo que estaba sintiendo ahora mismo, estaba desconectada de todo el mundo, solo se dedicó a disfrutar, el beso sus labios.

—Ross—gimio Hazel al sentir un bulto en su torso.

El como pudo le quitó sus bragas y su sostén, sus boxer ya estaban en el suelo.

—A tu lado estoy mejor, nena, ahora solo disfruta de todo lo que te dare—Y sin previo aviso el se hundió en ella.

Hazel contrajo la respiración, Ross empezó sus embestidas en aquella esquina, Hazel cerró los ojos era maravilloso, Ross la aferró mas a ella y la llevó a la cama, ya Hazel acostada y Ross encima de ella, el jamas salio de ella, el rubio beso los labios de Hazel y la volvió a embestir, los dos sentían el clímax cerca, una embestida mas y llegaban.

Ross se acostó a la par de ella los dos trataban de calmar sus respiraciónes.

—¿Te lastime? Lo siento, nena.

—No, tranquilo—respondio y Hazel se acercó a besar sus labios.

—Nena, sobre lo de esa chica, lo siento fui un completo imbécil ¿Me perdonas?—Ross se acercó a Hazel.

—Quiero dormir, luego hablamos eso, te amo—Ross rio y la abrazó.

—Te amo.

Los dos se quedaron prufundamente dormidos.

Una chica con ojos llorosos poco a poco salio de esa habitación, solo queria sorprender a Ross pero la que salio sorprendida y enojada era otra; Kate caminaba hacia el elevador.

—Me las pagaras Hazel, lo juro—susurro.

Pronto...

Me gustas, Ross.  ➸Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora