!No acepto este destino!

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Estaba aturdido, mi vista estaba nublada, sólo podía distinguir como los soldados de Piltover caían y eran masacrados por las hordas Zaunitas, mi vista se fue al suelo, mi cara de estampó contra el suelo, juraría que vi a Vi correr hacia mí, pero tenía mis sentidos tan mal que pudo haber sido un Zaunita...

- ¡No te mueras, joder! -

Al escuchar esto me di cuenta de que sí era Vi quién venía, sonreí inconscientemente, era triste no poder confiar ni en tus propios sentidos.

Jadeaba intentando tomar la mayor cantidad de aire pero sólo conseguía hacer más difícil la tarea de respirar, apoyé mi mano en el suelo intentando levantarme pero fue inútil, no tenía fuerza. Jinx estaba tirada a mi lado, tenía el celo fruncido y jadeaba levemente, no estaba consiente pero podía asegurar que estaba viva. Un sentimiento de impotencia me invadió, ver tirada a Jinx en el suelo sin poder hacer algo me destrozaba, quería ayudarla, pero simplemente no podía, sentí un nudo en mi garganta formarse, estaba temblando, no podía sentirlo pero sabía que lo hacía, apreté le dientes hasta hacerlos crujir, ya no podía más, sentía como la poca fuerza que aún tenía sé me escapaba, iba a morir, no debía ser muy listo para saberlo. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos escurriendose hasta llegar al suelo, ya no podía distinguir los olores, ya no escuchaba las maldiciones de Vi o los disparos de Caitlyn, ni siquiera podía ver ya a Jinx, todo mi sistema estaba apagado... Ya no sentía nada,  yo... Estaba muerto. Eso creía, o eso sentía más bien, pero algo no cuadraba, aún seguía pensando.

- Ekko... -escuché una voz decir mi nombre, ya podía escuchar de nuevo. No me había dado cuenta de que tenía los ojos cerrados, algo me decía que si miraba sólo empeoraría las cosas, pero no podía quedarme así. De golpe los abrí, pero no vi nada... Literalmente, un enorme prado de... Nada. No había cosas ni colores, era como estar parado en una hoja de papel sin escribir. Entonces me di cuenta de que no estaba solo.

- Es raro, ¿verdad? -habló detrás de mí.

No sabía qué responder. Estaba demasiado impresionado.

- ¿Dónde estoy? -fue lo único que salió de mi boca.

- Estás en la nada. -me respondió.

Era un hombre anciano, su cabello era entre azul y blanco, se le notaba la vejez a simple vista.

- ¿Cómo que en la nada? -pregunté un poco más exaltado.

- Estás aquí y en ningún lugar a la vez, Ekko. -

Ya no entendía nada, ese viejo no respondía a mi pregunta, estaba respondiendo a mi confusión con más confusión.

- ¿Quién es usted? -lancé una segunda pregunta.

- Yo soy el guardián del tiempo. -respondió.- Mi nombre es Zilean.

- Zilean... -susurré.- ¿Cómo es que sabe mi nombre? -tenía tantas preguntas en mi cabeza que sólo salían de mi boca inconscientemente.

- Sabes, hijo, las personas que logran comprender el tiempo son tan escasas que se pueden contar con los dedos de tus manos. Y entre esas pocas personas estás tú, Ekko. -
Me sentía halagado, aunque eso solo creaba más confusión, no entendía nada de lo que estaba pasando.

- ¿Dónde está Jinx? -pregunté, mi cabeza apenas había captado que Jinx no estaba ahí, Zilean suspiró y entonces, una imagen apareció delante de mí: era Piltover, los edificios estaban en llamas y las cortinas de humo llenaban las calles.

- Esa es la línea de tiempo de la que vienes, Ekko, es justamente lo que está pasando ahora mismo, el cuerpo de Jinx está ahí y el tuyo igual.

Me quedé estático viendo la imagen de mi cuerpo, todo era tan... Extraño.

- P... ¿Por qué me trajiste? -pregunté inconscientemente.- ¿Por qué no me dejaste morir? -

- Porque tú debes convertirte en el siguiente guardián del tiempo, Ekko. No puedo permitir que alguien así se pierda en el tiempo como las miles de personas que mueren diariamente, tú eres especial. -

- No... Yo no quiero eso... -

- Ekko, entiendo que todo es complicado, debe ser una situación muy difícil para ti, pero no tienes otra alternativa. Tú ya estás muerto. -

Esas palabras fueron un duro golpe, pero no podía aceptar eso... Yo quería poder pasar el resto de mi vida con Jinx... Casarme, vivir una vida no tan tranquila junto a ella...

Apreté los puños y miré firmemente a Zilean, tenía un extraño sentimiento de seguridad...

- ¡Me niego a aceptar este destino! -apreté los dientes y sin previo aviso giré el swith del Z-drive y el retroceso temporal ocurrió; sentí como el tiempo retrocedía en un santiamén llevándome atrás en la línea temporal, debía encontrar la manera de cambiar eso, no podía aceptar la muerte de Jinx pero para hacerlo debía salvar a Piltover...

*Notas del autor:
Ya me pueden matar, no me importa :,v me lo merezco, okya
Lamento muchísimo la demora, mis hermosos :c en serio me quedé sin inspiración, las ideas no me llegaban a la cabeza ;-; duré dos semanas pensando en qué poner y apenas me llegó una pequeña idea, osea esto :,v espero y les guste y mil disculpa :,c

¡Me estás volviendo loco! (JinxXEkko) League of legendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora