A bordo en la nada.

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La criatura no detuvo el paso a pesar de las flechas que traspasaban su cuerpo, avanzaba al mismo ritmo que al principio, se sujetaba a las paredes con sus enormes garras metálicas y recorría un metro cada que se movía adelante.

- ¡Rápido, corre! -gritó la arquera a mi espalda sin dejar de disparar.

Hizo un movimiento audaz y su arco se compactó buscando resguardo en su espalda, los pasillos no parecían tener final, corrimos hasta encontrar el final del trayecto, una pared sin salida.

- ¡Yasuo, responde! -gritó a su micrófono mientras presionaba un botón en sus gafas.- Ese idiota... -añadió.

Los chasquidos mecánicos y ruidos de los engranajes se volvieron claros nuevamente, la criatura robótica apreció delante a nosotros de nuevo,  10 metros nos separaban de aquellas enormes fauses metalizadas.

- Te tengo que mantener a salvo a toda costa. -dijo mientras el arco volvía a blandirse en sus manos.- Quédate detrás de mí.

Los agudos chasquidos resonaron una y otra vez, más de dos veces pr segundo, pero la criatura no detenía el paso, los metros se fueron acortando hasta quedar reducidos a 5, la criatura volvió a liberar aquel vapor, posó todo su peso sobre sus enormes brazos y, cuando estaba a punto de avanzar un metro más el techo se desplomó sobre él, una cortina de humo inundó el lugar, una cegadora luz neón naranja se distinguía en la desconcertante escena, un sonido similar al de una espada blandirse sonó una y otra vez, la criatura gruñó de manera descontrolada y en cuestión de segundos se desplomó en su totalidad al suelo. El humo se disipó y los cortes perfectos que recorrían toda la coraza metálica de la bestia marcaban los estragos que había sufrido en los últimos segundos.

- Ah... ¿Me hiciste venir hasta acá sólo por esta cosa? -dijo una desconocida voz masculina con cierto aura de ego.

- Tardaste demasiado. -respondió la albina mientras guardaba su arco.

- No me dejaste terminar mi whisky. -respondió él.

Su armadura relucía en aquellas luces neón naranjizas, tenía una gran melena blanca que sobresalía de su llamativa máscara, y en su cadera se posaba la enorme Katana con la que había destrozado a la bestia.

- Vámonos, niño. -habló refiriéndose a mí.- No queremos que vengan los demás centinelas.

Asentí con la cabeza y les seguí el paso con cuidado, mi cabeza era un caos en ese momento, no sabía dónde estaba ni por qué estaba ahí, todo era diferente y a la vez resultaba igual.

- ¿Yasuo, y los demás? -preguntó ella sin detener el paso.

- No lo sé, Ashe, los perdí de vista cuando recibí tu llamada.

¿Ashe? Recordaba ese nombre, era el nombre de una de las reinas de Freljord, pero... Ella vivía justamente ahí, en aquel lugar donde los temperaturas sólo permitían vivir a los más fuertes. No había manera de que la reina Ashe estuviera en aquel lugar.

- Tenemos que reunirnos y regresar a la zona, los centinela ya debieron haber enviado las señales de alerta, los vanguardias no deben tardar en llegar.

Llegamos un cuarto que no tenía más que unas grandes escaleras hacia arriba y hacia abajo, Ashe y Yasuo avanzaron escaleras arriba, luego de haber subido durante 10 minutos exactos llegamos a lo que parecía ser la azotea, el viento arremetía con fuerza en aquella altura, la ciudad se podía ver perfectamente desde esa azotea situada en el piso 112.

- Es increíble...

Era tal mi impresión que ni siquiera me percaté de que había hablado con naturaleza, sin ninguna dificultad.

- Estamos situados en la azotea, será mejor que vengan antes de que los vanguardias lleguen. -dijo Ashe por su comunicador.

- Estaremos ahí en seguida. -respondieron desde la otra línea.

Ashe se acercó a nosotros resguardándose de la fuerte corriente del viento.

- En la zona estarás seguro, Ekko. -dijo Ashe.

- ¿Cómo llegué aquí? -disparé la pregunta sin pensar.

- Es una larga historia, te lo explicaremos a detalle en la zona, sé paciente.

Pasaron alrededor de 2 minutos hasta que un sonido similar al de un cohete se escuchó por todos lados, una gran nave se acercó a la azotea creando una corriente de viento incluso más fuerte. Ashe y Yasuo corrieron hacia ella y yo les seguí el paso, la compuerta trasera de abrió y ambos saltaron en su interior para después ayudarme a subir.

- ¡Vámonos! -gritó Ashe por el comunicador y la nave se desvaneció en la nada conmigo a bordo.

*Notas del autor:
De verdad lo siento! Hace unos días tenía el capítulo ya listo para terminarlo y el celular se actualizó en su totalidad y me borró todos los borradores de los capítulos que tenía ;-----; fue tan sad </3
Espero y les guste el capítulo aunque esté algo corto <3 abrazos, besos y cosas kawaii <3

¡Me estás volviendo loco! (JinxXEkko) League of legendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora