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Había pasado casi un mes desde el día en que Alan me gritó en el pasillo de su facultad.

La temporada de exámenes había llegado y yo no podía estar más desconcentrada. Había intentado estudiar pero no lograba sacar a Alan de mi mente.

― ¿Estudiaste? ―preguntó Eri mientras entrábamos al salón.

― Eso intenté ―sonreí débilmente.

― ¡Diana! ―exclamó en un tono bajo―. Debes dejar ir a Alan.

No necesitaba que me lo dijera. Lo sabía. Sabía que pensar demasiado en Alan, me estaba haciendo mal.

― Mejor repasemos un poco ―dije cambiando de tema.

Eri me estuvo preguntando acerca de los temas que vendrían en el examen de este parcial y sorprendentemente respondí bien a la mayoría de las preguntas.

― Creo que no estás tan mal ―me mostró una cálida sonrisa.

― Eso parece.

La profesora de administración entró al salón y entonces todos ocupamos nuestros asientos.

― Éxito ―susurró Eri antes de que la profesora dejara las hojas sobre nuestras bancas.

― Igualmente ―sonreí.

El examen había sido de opción múltiple y en realidad lo había sentido bastante sencillo.

― Tengo hambre ―solté mientras buscaba un poco de dinero en mi mochila.

― Vamos a la cafetería. También tengo hambre.

Las dos salimos del salón y al llegar a la cafetería vimos que había mucha gente.

No puede ser.

― ¿Quieres que nos formemos? ―asentí.

Les mentiría si les digo que la fila avanzó rápido porque no lo hizo. Estuvimos formadas casi una hora. Perdimos una clase. Lo bueno es que ya habíamos tenido examen de esa materia y no había por qué preocuparse.

― ¡Qué horror! ―me quejé cuando salimos de la cafetería.

― Nunca vi a tanta gente aquí ―dijo Eri. Y era cierto. La mayoría de las personas en la facultad, se iban a la cafetería de Ingeniería para ver a los chicos.

Cuando volvimos al salón nos enteramos de que ya no tendríamos las últimas dos clases así que el resto de la jornada de clases estuvimos vagando por la escuela ya que Eri esperaría a Rod y yo esperaría a Bryan para que me llevara a casa. Además me dijo que quería hablar conmigo acerca de algo muy importante, según él.

Intuí que se trataba de Alan.

― Nos vemos mañana ―dijo Eri después de besar mi mejilla. Me limité a asentir y esperé a Bryan en el estacionamiento de la facultad.

+ + +

Después de comer, Bryan y yo nos fuimos a sentar a la sala.

― Entonces ¿de qué quieres hablar? ―pregunté mirándolo.

― Creo que ya sabes de qué.

― ¿Alan? ―asintió― ¿Qué pasa con él? ―me acomodé en el sillón.

Lo primero que hizo Bryan, fue mirarme con desaprobación pero poco a poco su semblante se fue suavizando.

Entonces habló. Dijo que debía dejar el tema de Alan de lado, que solo me estaba aferrando a alguien que no sabía lo que quería y que ese alguien era bastante tonto si me estaba dejando ir.

No Angel | Alan Navarro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora