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Quizás Makoto se había ido para siempre, su alma se había esfumado y los únicos se sabían de la existencia del chico fueron los ángeles y los seres oscuros, Azrael miro las alas de Haruka y suspiro triste.

-Estoy solo de nuevo.- Susurro bajo mientras llevaba su mano derecha a su flequillo y lo movía mientras sentía algo extraño en sus ojos, ¿estaba llorando?, si, estaba llorando las lagrimas caían sin detenerse y su cuerpo se sentía débil, nunca mas vería a Makoto ni podría estar junto a Haruka que de cierta forma era su "compañero".

- Lo siento...

-¿Ummm?

- Es mi culpa que Makoto ya no esté aquí...¡Ah!- Fue cuando recordó su promesa, el lo ayudaría a estar junto a Makoto si se besaban y este lograba recordar, mientras tanto Haruka solo lo miraba mientras las lagrimas cristalinas caían sin parar el dolor que lo llenaba en estos momentos era muy grande. Azrael fue volando donde Miguel y Agata para decirles la promesa que había hecho de inmediato corrieron adentro del cielo mientras los demás lo seguían menos Haruka quien permanecía en el lugar donde el amor de su vida se había esfumado quizás para siempre, su sonrisa, sus ojos, sus manos, su cuerpo, su rostro, su risa...Llevo ambas manos a sus ojos y con las palmas de las manos los cubrió llorando aun mas cuando sentía que el mundo se le venía encima pego un grito de dolor, estuvo así varios minutos pero luego se abrazo mientras comenzaba a descender un poco. Mientras tanto Gabriel estaba recostado en su habitación, abrió sus ojos lentamente y suspiro sentándose.

- Ummm...¿Cómo llegue aquí?, ¿Qué hago aquí?- Pero pego un salto de golpe y se levanto se forma rápida y salió corriendo.

- ¡Makoto!- El aún no sabía lo que había acontecido así que corrió en busca de alguien pero noto que los demás ángeles lo miraban y murmuraban el sin saber nada solo los miro extrañados pero su corazón sentía angustia sin saber porque así que para evitar cualquier problema fue en busca de sus amigos y a los lejos pudo verlo a todos juntos pero entre ellos estaba Azrael, esto no pintaba nada bueno así que voló hacia ellos lo más rápido que pudo.

-¡Chicos!- Todos voltearon exaltados excepto Azrael el cual no deseaba hacer ningún contacto visual aún con Gabriel.

- ¿Qué...Qué ocurre?

- Gabriel...- Susurro Uriel

- Es Makoto.- Dijo de forma golpeada y fría Agata pero todos la miraron mal como diciéndole "¡Callate por Dios!"

- ¿Qué ocurrió con Makoto?

- Gabriel, ¿No recuerdas que ocurrió?- Le pregunto preocupado Uriel

- N...No solo que Makoto me tenía en sus brazos, ¡¿Qué paso con Makoto?!- Ahora pregunto más nervioso y molesto.

- El...- Uriel fue interrumpido por Azrael el cual volteo de forma brusca y rápida.

- Makoto está muerto, su alma se esfumo frente a nosotros y le dio sus alas blancas a Haruka, lo cual sacamos por lógica que le cedió su puesto acá, en el paraíso.

- Qué...- No es que Gabriel no lo haya entendido es que no podía estar pasando eso, y ¿las promesas que Makoto le hizo?, ¿Dónde habían quedado las risas juntos?, ¿las veces que había llorado?, ya no quedaba nada solo ellos eran testigos de la existencia de Tachibana Makoto, nadie más que ellos...Gabriel se dejo caer de rodillas mientras las lagrimas no dejaban de caer de sus ojos, por fin lo comprendió, se había enamorado de su mejor amigo pero el ya no estaba aquí para decírselo, sabía muy bien que su amor no sería correspondido por que este amaba a Haruka pero, ¿Por qué sabiendo esto su corazón se fijo en el?, ¿acaso era masoquista?. Levanto la vista y miro a Azrael y noto que este también estaba triste no sabía bien que sentía su corazón.

- Perdóname Gabriel...¿Nos pueden dejar solos?- La última pregunta fue dirigida a Uriel,Agata y Miguel los cuales asintieron y se fueron juntos dejando a Azrael y a Gabriel.

- Gabriel, perdóname es mi culpa que esto ocurriera pero no quería que fuese así yo solo quería juguetear un poco pero ya veo como acabo todo esto, si pudieras saber cómo me siento ahora...yo...- Intento acercase a pero este le golpeo la mano en señal de que se alejase de el.

- Porque...- Susurro el rubio

- ¿Disculpa?

- ¡¡¿POR QUÉ TUVE QUE CONOCERTE?!!, ¡¡¿POR QUÉ ARRUINASTE MI VIDA?!!, ¡¡¿POR QUÉ?!! , ¡¡¿POR QUÉ DESTRUYES A LO QUE MAS AMO?!!- Azrael solo lo miro sintiendo como el dolor se expandía por todo su pecho y agregándole un nudo en la garganta.

- ¡Yo me enamore de Makoto!, ¡ME ENAMORE! Pero tu...tu solo traes infortunio a mi vida, mi corazón esta partido en dos tu y el pero, tu solo me causas asco.- Se abrazo a si mismo mordiendo su labio inferior mientras Azrael empuñando su mano se fue dejándolo solo. Azrael ahora por la información dada por quien amaba no sabía si ayudar a volver a Makoto, aún podía llevarse a Gabriel y a Haruka a Lucifer además sería fácil ya que estaban débiles, no, no podía hacerlo lo amaba demasiado como para dañarlo de nuevo así que solo sonrió de forma nostálgica al recordar cuando ambos vivían y se amaban, arriesgándose a ser golpeado volvió a donde Gabriel el cual ya se había levantado recién secando sus lagrimas lo abrazo por la espalda, el más bajo no pudo reaccionar ya que fue de sorpresa, luego lo volteo y le beso la frente sin darse cuenta como un par de lagrimas se escapaban de sus ojos, esto era un adiós definitivo el no volvería nunca más, cuando tu alma se esfuma no sabes si renacerás o si simplemente todo es oscuridad para ti, antes de que Gabriel reaccionara este lo soltó para irse pero de pronto se escucho un grito de una chica que venía corriendo a lo lejos, era Tara, ella era quien vigilaba a los humanos y lo que ocurría en la Tierra, era bajita, rellenita y usaba lentes rojos, su cabello era blanco pero con un suave rosado y sus ojos eran azules, cuando estaba a punto de llegar tropezó con su propio pie cayendo sobre Agata la cual la sujeto por inercia, todos conocían de la torpeza de Tara.

-¡Gracias Agata!

- Fue...Fue un placer.- un suave sonrojo cubrió sus mejillas y sus amigos lo notaron los cuales solo rieron un poco pero Tara había pensado que fue por su torpeza pero aún así hablo.

- ¡Chicos!, ¡¿Dónde esta Makoto?!, ¡¡OCURRIO ALGO HORRIBLE EN LA TIERRA!!- lo ultimo lo grito desesperada

- ¡¿Qué paso?!

- Son los de-dem-demonios

-...

- ¡Están sembrando el caos!

- ¡Voy!- Agata soltó a Tara fijándose que esta ya se hubiese puesto bien de pie y dezplego sus alas corrió y comenzó a volar

- ¡¡NO AGATA ESPERA!!- Miguel alzo su mano pero no la alcanzo, la matarían si iba sola, debía llamar a los demás guerreros del cielo.

- Uriel.

- ¿Si, Miguel?

- Ve por tu arma, la de Gabriel y el arma de Makoto dásela a Haruka, ¡Azrael, estamos en guerra!, ¿de qué lado estas?

- Yo...


// ¡Hola, Hola!, espero les haya gustado el capitulo, creo que logre progresar como escritora no lo se, solo deseo que ustedes amen lo que escribo, bueno no amar pero si gustar<3 Gracias por leer,comentar y/o votar.

Nuestra dulce blasfemia  (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora