Capitulo 7 ✔

12.9K 644 22
                                    

Después que Lily se había marchado con sus padres para un evento benéfico, yo caminaba lejos de mi casa para encontrarme con una compañera de la clase de economía para hacer un proyecto juntas.

A este punto ya me había arrepentido de haber aceptado de vernos cerca de su casa, conocía ya las calles todo gracias a Google maps, aún así me daba algo de miedo andar sola por las calles.

Apresuro mis pasos para poder llegar al parque donde Anna me había citado el cual tenía pinta de ser frecuentado por familias que viven en el resinto. Al llegar al parque pude sentir un poco de alivio al ver a algunas personas en el parque, una pareja corría alrededor del parque, una señora de edad avanzada tejiendo mientras su nieta jugaba en los juegos infantiles, y un chico pelinegro y junto a él su perro.

Mi intención era seguir avanzando más choque con alguien más alto que yo, lo cual provocó que yo acabara en el piso con un leve raspon en la mano derecha.

— Lo lamento mucho señorita— exclama la voz del desconocido con el cual he chocado — déjeme ayudarla por favor

Toma mi antebrazo y me ayuda a levantarme del suelo. Intento articular alguna palabra al azar más no puedo hacerlo.

— ¿Se encuentra bien? —  insiste en saber

Asiento despacio con mi cabeza mientras trato de sacudir el polvo que hay en mi ropa.

— Si, estoy bien. Sólo fue un pequeño raspon

— ¿Segura?

Asiento.— Si

Sonríe dejando mostrar su dentadura alinineada y blanca. Lo observo rápidamente, al sonreír sus ojos verdes claros se iluminan un poco, y su cabello rojizo hace una buena combinación con su tono de piel clara.

— Soy Adam Sal — se presenta mientras estira su mano hacia la mía

Suelto una pequeña sonrisa — Sal, como el condimento

— Así es, igual que el condimento — responde continuando la mala broma que he hecho

— Alicia Larsson— correspondo su saludo

— Ha sido un placer chocar con usted señorita Larsson 

— Mi pequeño raspon y yo, no podemos decir lo mismo — río ante su formalismo

— Me tengo que ir o llegaré tarde a clases — intenta despedirse — Espero volver a verla pronto

— Nos vemos — me limito a responder para luego despedirme de el

Ya no hay bancas vacías así que decido sentarme con el chico pelinegro, camino hacia su dirección mientras mando mensaje a Anna recordándole que nos veremos en unos minutos.

Como la persona torpe que soy no logró saltar el del chico pelinegro sentado en la banca, caigo nuevamente al piso y por inercia meto mis manos para no lastimarme mi rostro, ocasionando que mi teléfono caiga lejos de mi.

Maldición mi teléfono. Mis manos me arden

— Disculpame, no debí haber estirado mis piernas —  habla el pelinegro extendiéndome su mano para ayudarme, la cual acepto.

Bonita voz. Muy varonil .

 La culpa es mía — respondo levantándome — venía distraída con mi celular

— ¿Le ha pasado algo a tu celular ?—  pregunta

— No lo se

Me alejo para poder ir por mi celular, está boca abajo.

A través de Sus Ojos |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora