Capítulo 28✓

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 Todo luce tranquilo, un par de parejas caminando por la orilla de la playa, otros alrededor de una fogata, y luego estoy yo, sentada sobre la arena observando la noche estrellada que me recuerda lo sola que estoy.

No pude quedarme a cenar con mis padres, el corazón me dolía, aunque suene algo loco es verdad, un vacío hay en él que me hace sentir miserable.

El me ha dejado.


Los atardeceres son extraordinarios, he visto atardeceres en violeta con un ligero toco de naranja y esos son los que más me gustan. Sobre todo porque el atardecer el mismo pero cambia la perspectiva en que lo ves cuando estás triste.

Solía venir seguido con mis padres o Lily para simplemente apreciar como la luz del sol se ocultaba lentamente detrás del infinito mar. Algunas veces vine con, él.

— ¿Alicia?— preguntan a mis espaldas, giro un poco mi rostro para ver de quién se trata.

— ¿Hola?— respondí confusa la oscuridad no me deja ver de quién se trata.

—Soy Adam— dice sonriendo

Adam.

— ¿Puedo hacerte compañía?— pregunta mientras señala la arena.

Ojalá fuera él.

—Claro— le doy una pequeña sonrisa.

Toma asiento alado mío en silencio. Se encoge de hombros con una sonrisa en sus labios, luce bien, pero no tan bien como lo hace él.

Esto me está comenzando a incomodar un poco.

—¿Has encontrado trabajo?— pregunto rompiendo el silencio incomodo. La ocasión anterior hablamos sobre el empleo que estaba buscando.

—Comenzare a dar clases sobre empresa y economía en una universidad de la zona — explica con emoción.

—Me alegra— digo sonriendo, me a pasado un poco de su entusiasmo. — ¿vives cerca de aquí?

—No, vivo algo lejos.

— ¿Has venido solo?— le pregunte sin dejar de mirar el mar, era eso o compararlo con él.

—No, claro que no, he venido con unos amigos que están por allá —señala al grupo de personas  alrededor de una fogata.

— ¿Y qué haces aquí?— cuestiono observando su rostro. Su sonrisa continua en sus labios.

—Vi una hermosa chica sola sentada sobre la Arena y quise ser todo un caballero.

Por favor deja de decir esas cosas.

—Y por ser un caballero, te perderás de un buen rato con tus amigos— repongo.

—Ellos lo entienden— asegura—has de perdonar mi indiscreción pero, ¿Tienes novio?

Cameron.

Él no cuenta como novio, ilusa.

—No, no tengo — respondo con una pequeña risa rota—¿Nunca paras de hacer preguntas cierto?

—Suelen decírmelo ¿Por qué has venido sola?— vuelve a preguntar.

Niego con mi cabeza mientras sonrio.

—Necesitaba un poco de tranquilidad y paz para poder aclarar mis ideas — respondo con algo de verdad.

Recargo lentamente mi cabeza en su hombro. Estoy algo cansada y solo necesitaba eso.

A través de Sus Ojos |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora