A través de Sus Ojos |Completa|

Capítulo 25✓

Cameron Müller.

Me han sucedido varias cosas de las cuales jamás soñé pensé que viviría. Supuse que tendría una vida normal, que asistiría a una de las universidades con prestigio y al final me haría cargo de la constructora de mi padre.

No pensé que un accidente me dejaría ciego.

Debido a que las cirugías que me realizaron  hace meses, creí que podría con una cirugía más y poder recuperar la vista. Al médico había dicho que al realizar una cirugía nueva hay una probabilidad del sesenta porciento en que afecte mis recuerdos y se eliminen.

Estaba dispuesto a realizarla, se que Alicia no le interesa el hecho de que no pueda ver, pero hay una parte en mi que no quiere ser una carga para ella. Ahora ya no, al escucharla llorar me hace sentirme mal por ella, no merece que pase todo esto.

Ella tiene que tener un romance normal con alguien normal.

—¿Qué sucede? —pregunto en un susurro.

Me duele un poco la cabeza al igual que mis extremidades.

—Ha hablado —escucho murmurrar a mi madre. —¡Lo ha hecho!

—Trata de no elevar la voz madre —pido. Con dificultad llevo mi mano a sien para masajear la zona. —Me duele la cabeza.

—Ire por el doctor —habla mi padre.

—¿Qué sucede? —pregunto e intento levantarme.

—No hagas fuerza hijo, ahora viene el doctor.

—¿Cameron? —pregunta una voz la cual reconocí al instante, Jason.

—¡Has vuelto hermano! —palmea mi hombro.

Me quejo.

—No, no lo hagas me duele un poco el hombro —digo riendo.

El suelta una carcajada.

—Sigues siendo el mismo —dice— Todos de extrañamos mucho.

¿Cómo extrañarme sino fui a ningún lado?

—¿Qué sucedió? —pregunto.

—¿No lo recuerdas? —cuestina.

—¿Qué se supone que debo recordar? —continuo con mis preguntas— ¿Puedes decirme de una vez que sucede?

—Estuviste inconsciente durante algunas semanas, ¿No recuerdas el viaje a Seattle —exclama.

¿Por qué tuve que viajar? ¿Qué ha pasado en los últimos días? ¿Qué debía hacer en Seattle?

La cabeza comienza a dolerme más mientras trato de recordar lo que ha sucedido en estos días. Pero no puedo recordar nada.

—¿Estamos en Seattle?

—No, en Santa Mónica —dice.

—¿Cuando volví? —insisto en saber.

— Será mejor que no te diga nada más y debemos esperar al médico para que te explique todo lo que deseas saber —ordena.

—Me duele la cabeza de tanto pensar —digo.

—Eso es normal Cameron, al menos en tu estado lo es —dice otra voz que no puedo reconoder.— Soy tu doctor, el que ha estado a cargo de tu caso, en un momento podras ir con tu familia a casa a menos que necesitemos que estés en observación. Solo necesito verificar que todo marche bien contigo y podrás irte para que descanses.

—Está bien —contesto con una media sonrisa.

Realizó el chequeo de rutina.

—¿Logras recordar lo que pasó? —pregunta.