Aún no te conozco y ya te he perdido.

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- Entonces todo cerrado, Anya, es un placer para nosotros poder formar parte de la coalición de City of Light - era Jaha él que hablaba mientras abría la puerta de la sala de juntas para que fuese Anya la primera que dejase la habitación - te mandaré el dossier con todo lo hablado en la reunión, aquí tienes tu parte del contrato.

Anya estaba en sus pensamientos pero alargó la mano instintivamente mientras depositaba el contrato en su cartera de cuero marrón. No podía quitarse de la cabeza la sonrisa maliciosa de Lexa y la cara pensativa de Lincoln, esos dos estaban tramando algo y cuando eso sucedía no solía traer nada bueno. Jaha dió algunas instrucciones a Octavia y la representante vió al final del alargado pasillo de la empresa a sus dos dolores de cabeza esperando el ascensor.

- Disculpad Jaha, Pike, tengo que hablar con mi representada antes del evento, Octavia te veré abajo, creo que hemos elegido el peor día para empezar con tu ronda - Anya le pusó una mano en el hombro mientras la alejaba de los dos hombres, intentando reconfortarla, conocía a Lexa y sabía lo que le esperaba a aquella pobre chica si su amiga se lo proponía - Sobre todo no establezcas contacto físico con ella - Anya tuvo que reír ante la cara que puso la chica, seguramente al recordar aquel abrazo de apenas unos minutos antes - tranquila, no es un monstruo, por lo menos no tal y como lo pintan en la prensa y redes sociales, tan solo sé tú misma, me han hablado realmente maravillas de tu persona y de tu profesionalidad y seguro que por lo menos conseguimos que pases del mes, ahora tengo que alcanzar a tu comandante antes de que coja ese maldito ascensor.

La representante vió que Lexa y Lincoln ya estaban entrando en el ascensor cuando consiguió meter su costosa cartera e impedir que el ascensor bajara sin ellos.

- Vaya, ¿ahora tenéis prisa por algún motivo en especial? - Anya los miraba a uno y a otro intentando descifrar qué planeaban esta vez, sin embargo sabía que su amiga era un muro infraqueable en cuanto a mostrar sentimientos y expresiones fuera de la pantalla y Lincoln, bueno Lincoln parecía tan perdido como ella misma.

Los tres guardaron silencio retándose con la mirada hasta que Lexa empezó a reír como hacía mucho tiempo que Anya no escuchaba a su amiga, parecía...¿divertida? Si, esa era la palabra, Lexa parecía realmente divertida con algo.

- Anya, amiga mía, querías que mostrará interés en el evento tan agotador que me espera abajo y ahora que lo muestro entras hecha un torbellino en el ascensor.

- Si cariño, porque nos conocemos y tu interés o es algo que estáis planeando ustedes dos solitos - Anya levantó un dedo acusador mientras los señalaba - o es algún tipo de interés sexual por alguien, lo cual en ninguno de los dos casos me deja tranquila.

- Pues esta vez yo no tengo nada que ver - Lincoln levantó sus musculosos brazos aparentando inocencia, se veía realmente cómico intentando demostrar que por una vez él no era el cabecilla - y de verdad que tienes que creerme, mi único interés sexual era la preciosidad de asistenta que le habéis pùesto a nuestra querida comandante y que ella misma se ha encargado de espantarme. Anya, Lexa me ha echado a los leones.

- Vamos Lincoln, tú tienes la culpa - Lexa permanecía apoyada contra la pared del ascensor con los brazos cruzados mientras no dejaba de sonreír - quiere ligar con las dos Anya, primero se mete en el bote a esa rubita estúpida y ahora pretende ligarse a mi asistente. No gracias, no quiero tenerla llorando porque después hayas pasado de ella.

- A lo mejor es la mujer de mi vida y tú la has espantado solo con abrir esa boquita, con lo guapa que estás callada.

El ascensor llegó a su planta y Anya los fulminó con la mirada haciéndolos callar.

- Ya basta chicos, creedme acabo de firmar uno de los acuerdos más importantes de mi vida y ustedes os comportáis como si estuviéramos en un patio de colegio, no quiero más tonterías, Lincoln tienes totalmente prohibido intentarte ligarte a Octavia, ¿de acuerdo?, - Lincoln la miraba contrariado - y tú, Lexa, solo Dios sabe qué está pasando por esa cabeza pero no quiero escuchar más tonterías sobre ninguna rubia ni ninguna portada sensacionalista sobre el evento de esta tarde, ¿queda claro?.

La mujer de verde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora