FALACIA

¿Te Rindes?

Capitulo 16

Seth P.O.V

-Vamos Seth, tú puedes hacerlo! Eres increíble, lo puedes todo, y es por eso que te amo! Ahora acelera a tope y no pares! Esta carrera es tuya.
-Nuevamente esa horrible pesadilla, yo iba manejando el auto, Jane iba a mi lado, tomando mi mano y apoyándome a cada momento.-Lo vamos a lograr Jane! Solo un poco más y ganaremos la carrera amor! Guuujuu!!
-Seth! Seth! El árbol! Cuidado!!.-despierto cubierto de sudor y con la respiración entrecortada, casi todas las noches tengo la misma pesadilla, el accidente en las carreras clandestinas, mi mente siempre está recordándome porque no me es permitido amar a alguien tanto como ame a Jane.

Sue P.O.V

Me encuentro alistándome para salir a una fiesta en el centro de Los Angeles, Dan armó un plan genial, resulta que unos de sus amigos organizó la fiesta y ellos consiguieron algunas entradas para nosotros, pero, resulta que Dan iba a llevar a Seth con el, así podría toparme casualmente y darle un poco de su medicina, está noche será mía.
He optado por llevar un vestido rojo con encaje y medio corto con unos zapatos de brillantina del mismo color que mi vestido al igual que un maquillaje que resalta mis ojos, voy perfecta para hacer algunas movidas hacia Seth, bajo y me llevo el coche negro de papá, una vez en el lugar de la fiesta recibo un mensaje de Dan confirmando su llegada con Seth, compruebo mi atuendo una vez más y salgo dispuesta a triunfar esta noche.
Al momento que pongo un pie en la fiesta observo toda la cantidad de gente que hay en el lugar, estaba repleto, visualizo la barra de bebidas y tomo asiento, pido un tequila, lo tomo y me paro en busca de mi hombre, recibo otro mensaje de Dan, ahora lo veo a el y a Seth, pero Dan se levanta y se va deja si a Seth solo, fijando el punto adecuando para que me pueda observar, comienzo a bailar al ritmo de la música haciéndome notar, siento unos ojos puestos en mi, abro los míos y me encuentro con un guapo chico que me comienza a bailar, pero mi querido Seth no se da cuenta de que estoy en frente de el, así que comienzo el plan, acercó al chico más a mi cuerpo, paso mis manos por detrás de su cuello y apego mi cintura más a su torso bien marcado, miro disimuladamente en dirección hacia dónde estaba mi hombre pero este ya lo se encontraba en su lugar, lo comienzo a buscar entre la multitud pero no lo puedo localizar hasta que siento unas manos pasar por mi cintura haciendo retroceder, alzo la mirada y que creen, era Seth, se veía un tanto molesto pero a la vez con rasgos de celos en su rostro, mi compañero de baile solo opta por alzar sus manos a la altura de sus hombros, retrocede para finalmente alejarse, Seth me mira, toma mi mano y me saca de la fiesta ñ, una vez afuera Seth habla.
-Que haces aquí Sue?
-Pues tu que crees, vine a divertirme.
-Sue, acaso te dabas cuenta de la manera en la que bailabas con ese tipo? Parecía que te estuviera manosean con la ropa puesta, como es que llamas a eso bailar?!.-Seth alza la voz.
-Acaso me estabas espiando Seth? Tú fuiste el que dejó en claro que lo quería tener nada que ver conmigo y ahora vienes me sacas de la fiesta y me reclamas?! Pero a ti que te pasa!.-ahora yo era la que elevaba la voz. Seth no habla.
-Acaso no me prometiste que estarías quieta, que serias como la antigua Sue?
-Pues no lo voy a cumplir Seth, ya no soy como la antigua Sue, y no lo voy a volver a ser, lo siento pero no puedo cumplir tus deseos nunca más, como tú lo dijiste, ahora ya no somos nada, no tenemos ninguna relación en común, ahora me voy, la fiesta está demasiado buena como para perdérsela.
-Aunque sea puedes bajar tu vestido?.-sigo caminando sin decir nada, pero una sonrisa se escapa de mis labios.
-Entro y me dirijo nuevamente a la barra, necesito algo fuerte para el momento, tomo mi bebida de un solo trago y pido otra y otra y otra, salgo a bailar, regreso y pudo nuevamente otras bebidas, me disponía a pedir otra cuando siento una mano pasar por mi espalda, alzo mi cabeza y es un chico muy guapo, creo, lo único que veo es la cara de Seth en las personas, le sonrio, me levanto y el desconocido me lleva al parecer los baños del lugar, comienza a besar mi cuello, decir de hacia mi clavícula, mis hombros y nuevamente sube a mis orejas, sus manos se pasean por mi cintura hasta llegar a mi trasero, comienza a subir mi vestido intentando bajarme mis bragas pero derrepente unas manos me liberan de su agarre y golpean al chico x, algo le dice al mismo chico pero no logro entender que es, mi cabeza está demasiado pareada para eso, ahora sus manos están en mi cara, pero las nauseas amenazan con dejar salir todo el trago que tome en la noche, el me lleva al baño, sostiene mi cabello mientras las ganas de vomitar se hacen más fuertes, mi organismo saca toda la sustancias tóxica de mi cuerpo, una vez que me siento mejor, puedo visualizar al hombre que está justo a mi lado, Ay! Santa mierda! Seth? Porque! Porque tiene que verme justo así?! Me odio tanto!
-Seth?.-mis ojos se abren como platos
-Shh, tranquila, te encuentras mejor? Vamos, te dejo en tu casa, ahora estás mal.-no puede ser que mi plan no haya funcionado, aunque todavía hay tiempo, Seth me acompaña a mi casa, estaciona el coche y me alza en sus brazos llevándome hasta mi habitación, una vez ahí me deja en mi cama y retrocede un poco.
-Muy bien, ahora duerme, mañana hablaremos sobre esto.-no, yo no quiero hablarlo mañana, comienzo a sacarme la ropa que traía puesta de la fiesta.-Sue? Que estas haciendo?.-retrocede aún más
-Me estorba, así no podré dormir.-pero es un fracaso, mis manos están tan decirles que no pueden sacarme un simple vestido, si que me quedo atorada.-me ayudas? No puedo hacerlo sola.-el duda por un instante.
-Muy bien, espera, ahora casa tu brazo, ahora el otro y tu cabeza... listo.-me coloca mi ropa de dormir y se para.-ahora sí puedes dormir, adiós
-Espera!.-agarro a Seth de su camisa.-te quedarías conmigo? Porfa! Me siento muy solita aquí, siii?.-hago un puchero y junto mis manos en señal de caridad, después de unos segundos de pensarlo Seth acepta.
-Está bien, pero solo por unos minutos y me voy.-se recuesta en mi cama justo a mi lado, paso mis manos al rededor de su cintura y acomodo mi cabeza en su pecho. Esos minutos se convirtieron en horas y las horas en la mañana siguiente. Esa, en definitiva fue la mejor noche de mi vida.