Secretos

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Capitulo 19
La luz entrada por mi ventana, abrí mis ojos uno por uno, y cuando me di cuenta en donde estaba, preferiría dormirme de nuevo y no volver a despertar dentro de una semana, agarro las cobijas y las llevo hasta el tope de mi cabeza para así comprobar que estaba desnuda y en la cama de Seth.-Santa Madre!, salí de la cama como pude, recogí mi ropa y me la puse rápidamente, caminando lentamente llego a la puerta, la iba a abrir para salir de ahí pero caí en cuenta que no podía salir al pasillo así como si nada, los hermanos de Seth me atraparían o peor aún su padre.
-¿Sue? ¿Que estás haciendo ahí parada?.-Habla un aún adormilado Seth
-Este... voy a la cocina por algo de comer.-digo rápidamente para salir como alma que lleva el diablo.-Que tonta! Me doy un golpe en la cabeza.
-Sue?.-Seth estaba parado justo detrás mio, al parecer ya se dio cuenta de la situación ya que su cara irradiaba culpabilidad.
-Seth yo... yo creo que deberíamos hablar sobre esto.-tomo la iniciativa.

*
-Entonces... tienes algo que decirme.-nuevo mis pies en el agua tibia de la piscina mientras mi mirada se encontraba perdida en un punto del agua.-luego de aquel susto matutino Seth y yo decidimos hablar fuera de la casa donde no nos pudieran escuchar, estábamos sentados en el borde de esta, mis pies se movían en el agua sin parar por los nervios mientras Seth solo me miraba.
-Sue, no debimos tomar tanto anoche.-Era cierto, apenas llegamos a la casa fuimos directo al bar por unas botellas, a la final terminamos bebiendo más de la cuenta y pues he aquí el resultado, no me acuerdo de muchas cosas pero estoy segura que si dormí con Seth.-No recuerdo mucho de lo qué pasó pero estoy seguro que no debimos hacerlo, no sin antes contarte todo sobre mi Sue, es muy duro para mi.
-Seth, no entiendo a lo que te refieres, pero si es tu más grande secreto, esperare hasta que ir te sientas bien para decírmelo, no te obligaré a contármelo.-había levantado la mirada para luego posar una mano en la mejilla del chico.
-Últimamente no estaba segura de lo que sentía por ti, no sabía si era solo cariño o tal vez placer, pero al pasar del tiempo, me he dado cuenta de que en verdad siento algo muy fuerte, y no me refiero solo a lo carnal, si no a lo del corazón Sue, en verdad te quiero y mucho, pero hay una parte de mi que no conoces Sue y temo que esa parte no te agrade, es por eso que me alejo de ti, no quiero hacerte daño y mucho menos que sufras por mi culpa, no después de lo que le hice a tu familia Sue, te quiero tanto que no soy capas de destrozarte, y eso lograría hacerlo lejos de ti, pero a la vez no puedo dejarte, no se que me hiciste, siento que si no estoy junto a ti, mi cuerpo fallaría y terminaría muriendo por dentro y por fuera.
-Seth, todos tenemos secretos pero nunca me alejaría de ti por esa razón, todo este tiempo lo que más he querido es acercarme a ti, entrar en tu corazón, ahora que te comprendo un poco mas se que es muy difícil que tú abras paso a alguien y lo quieras pero no me importa Seth, no sabes lo duro que era para mi mirarte y ver esa mirada de desaprobación en tu rostro cada vez que nos acercábamos, me hacías pensar que solo me veías como una niña pequeña o hasta como tu alumna, pero ahora que ya se que estoy dentro de este corazón.-tocó su pecho suavemente.-lucharé para poder quedarme, esperare lo que haga falta, y si no puedes decirme tus secretos, esta bien, no tienes que hacerlo ahora mismo, me basta con poder estar a tu lado.-Lo sonrío tiernamente.

*
-Luego de nuestra plática en la piscina, el día había pasado sin ningún inconveniente, al parecer esa pequeña charla le hizo bien a Seth ya que ahora no veía esa mirada en su rostro, hasta llegaba a ser tierno de vez en cuando, me abrazaba y daba pequeños besos en mis mejillas, es tan diferente a como solía ser, triste, frío, lejano.
Pasamos un buen día en la playa hasta que decidimos volver a casa para poder estar solos un rato más, Seth tomaba mi mano mientras caminábamos hacia el garaje.
-Y por eso es que tienes que ponerle sal al aguacate, en verdad nunca lo has hecho?.-una conversación trivial se había instalado en el ambiente pero a la vez era cómodo y familiar.
-En verdad, es la primera vez que escucho eso de la sal en el aguacate.
-Vamos a salir en uno de los tantos coches?.-pregunto alzando todas las mantas blancas que cubrían los autos.-Quería ir a dar una vuela por la costa, ¿te gusta la idea?.-Seth pregunta buscando las llaves de uno.
-¡Si! Absolutamente.-una sonrisa radiante sale de mi boca, ya había visto casi todos los autos, solo me faltaba uno que se encontraba en la esquina más apartada, con curiosidad me dirijo a este para poder ver el modelo del auto que se encontraba excluido.-Oye y este auto de quien es.-Seth se vira instantáneamente un tanto alarmado. -No ese no lo... .- ya era demasiado tarde, había quitado la manta blanca que lo cubría.
-¡¿Tienes un auto de carreras?!.-Pregunto asombrada mirando cada detalle del automóvil.
-Sue, olvídalo, ven, vamos en este, es nuevo y esta limpio.-habla con un tono un tanto molesto.-pero, ¿porque no quieres ir en este?
-No es que no quiera, solo que prefiero utilizar este.-señala el auto rojo deportivo.-Vamos Seth, por favooor.... .-coloco mis manos en modo de suplica poniendo a la vez una carita de niño pequeño.-Quiero ir en este, ¿siii?.-después de meditarlo por unos segundos asiente, encuentra las llaves y nos subimos.

*
Íbamos en la carretera a una velocidad moderada, Seth tenía la vista en la carretera y no hablaba, estaba un tanto serio y tenso, su agarre en el volante era fuerte.
-¿Seth?.-Lo llamó, pero no me responde, parece ido.-Seth.-Lo vuelvo a llamar y ahí es cuando reacciona.
-¿Mmm?.-es lo único que dice.-¿Estás bien?
-Claro, es solo que estaba pensando a donde podríamos ir.-Me brinda una sonrisa un tanto forzada.
-Esta bien, es solo que estamos parando, ¿vamos a bajar aquí?.-la velocidad a la que íbamos iba disminuyendo cada vez más.
-No, no, ¡no me había dado cuenta de que había bajado la velocidad!.-Seth levanta su voz como si estuviera molesto, muy molesto.
-Esta bien pero no te alteres, ¿porque gritas así, sin más?
-No gritó Sue, es solo que piensas que estoy conduciendo lento, ¿no es así?
-No Seth, es solo que...
-Quieres que vaya más rápido, ¿eso es lo que quieres, verdad?, okey, si quieres que vaya más rápido lo haré.-la velocidad comenzó a aumentar cada vez más, sentía miedo, nunca había visto a Seth así, parecía otra persona.
-¡Seth basta! Disminuye la velocidad, ¡me estás asustando! ¡Seth!.-aunque gritara su nombre parecía que el no respondería, pero ¿que sucede con el?.-íbamos muy rápido, sentía que iba a vomitar, Seth estaba loco, tenía su mirada fija al volante, hasta que tome su mano, el las vio por un instante, y solo en ese instante sentí que la vida se me iba.
-¡Seth cuidado!.-grite, el reaccionó pero ya era demasiado tarde, el carro rodó ya había perdido la cuenta de cuántas veces fueron lo último que vi fue la cara de Seth ensangrentada, y ahí di por terminada mi vida.

¡He vuelto amigos! Ha pasado mucho tiempo desde que había escrito en esta novela, solo les diré que la vida universitaria no es como la pintan en las películas, pero bueno, estoy de vacaciones y ahora me dedicaré a terminar falacia, espero disfruten el capituló, qué tal ese final, ¿ah? Sin más que decirles, ¡nos vemos en el próximo capituló!

FALACIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora